Un nuevo comienzo ~ Sakura y Shaoran

Capítulo 75: Celos

Esa noche juntos seguía completamente presente en los pensamientos de la pequeña Sakura.
Habían pasado ya unas horas, pero aun podía sentir a su novio apoderándose de ella en medio de la oscuridad.
Bastaba con cerrar los ojos para revivir todas las caricias y besos sobre su cuerpo.
De solo pensar en todo lo que sucedió, sus mejillas se volvían incandescentes y le faltaba el aire hasta casi no poder respirar.

Shaoran se encontraba en la misma situación.
Después de haber dejado a Sakura en su casa por la mañana, había vuelto a su departamento y, al encontrar sus sábanas desordenadas, miles de imágenes se le vinieron a la cabeza.
Todos y cada uno de sus sueños se habían hecho realidad en ese lugar y no podía sentirse más enamorado de esa inocente niña que se había entregado a él por amor.

El chico se recostó en la cama disfrutando del dulce aroma de Sakura aun presente en su almohada. Cerró los ojos por un momento y pudo verla nuevamente, temblando entre sus brazos. Era tanta su emoción que se cubrió el rostro con esa misma almohada para ahogar un grito de felicidad y que ninguno de sus vecinos pudiera escucharlo.

Todo parecía ser perfecto, y rió porque por lo visto sus odiosos amigos no se habían equivocado al pronosticar que no iba a poder dejar de pensar en Sakura después de tenerla.

Se recostó en la cama y cerró los ojos intentando soñar con la figura de su amada entre sus brazos una vez más.

...

Las horas pasaron volando.
Eran las 4 de la tarde del sábado y el sonido del timbre sacó al castaño de su mundo alterno de fantasías.
Se frotó los ojos y se levantó perezoso porque no esperaba a nadie. ¿Quién podría ser? ¿Quizás Sakura se había olvidado algo?

El chico fue a abrir la puerta y se asombró mucho al ver quien estaba bajo el umbral.
Su visitante ni siquiera lo saludó y se lanzó al cuello del muchacho para abrazarlo.
Él no supo qué hacer. No sabía cómo reaccionar cuando a ella le daban sus ataques de cariño.

Shaoran la miró extrañado y se notaba que la chica había llorado. Aún tenía los ojos un poco hinchados.
Dudó en preguntarle porqué estaba así pues no quería meterse en problemas, y su nombre era sinónimo de problemas siempre: Meiling.

-¡Shao! ¡soy una tonta! - exclamó la niña hundiendo su rostro en el cuello del chico.

-¿Por qué dices eso?

-¡Creí que Kaito y yo podíamos arreglar lo nuestro pero por lo visto ya no le importo!

-¿Te sigue gustando ese sujeto? - preguntó incrédulo - No me digas que viniste para verlo a él...

-Sí Shaoran, ¿Acaso es tu problema? - replicó algo fastidiada mientras se apartaba de él.

-Ehmm... Lo siento... - se disculpó - ¿Él y tú hablaron o algo? - preguntó intentando entender al menos algo de lo que sucedía

-No, ni siquiera quiso escucharme... Me fue suficiente verlo besando a Kinomoto en el festival... - replicó afligida

-¡¿Qué?!

La chica quiso morir por un segundo. Solo atinó a cubrirse la boca al darse cuenta de que había hablado de más. Para variar.

"Oh... demonios..."

-¡¿Meiling qué dijiste?! - exclamó Shaoran tomándola de los hombros. Esa noticia lo dejó bastante alterado.

- Shao n...no te alarmes... ¡Es obvio que Kaito solo la usó para darme celos! ¡Pensé que ya lo sabías!

Shaoran dejó de escucharla.
Solo podía recordar que su pequeña Sakura estaba actuando muy extraño desde fue a buscarlo al patio y le pidió que la saque de la escuela.