_____ : ¿Mi cuarto? - dije con cara de sorpresa...
Rodrigo: Sígeme...
Me levanté del sofá y le seguí. Detrás del sofá había un pequeño pasillo en el que habían cuatro puertas. Había una puerta en la pared derecha...
Rodrigo: El baño - dijo abriendo la puerta. En la pared del lado derecho habían otras dos puertas - Aquí está mi cuarto, y esta es mi oficina - Y... esta es tu habitación - remarcó al abrir una puerta que estaba en la pared en la que acababa el pasillo - Digamos que la he decorado un poco pensando en ti...
_____ : Es... perfecto - dije mientras se me cristalizaron los ojos
Rodrigo: Me alegro que te guste... - dijo sonriendo
_____ : Parece que ya lo tenías todo preparado... - hablaba mientras entraba en la habitación.
La habitación era muy grande, estaba pintada de blanco y tenía un gran vestidor, una cama de dos y un gran tocador con un inmenso espejo. Me acerqué al tocador y observé unas fotos que habían enganchadas en el marco de el espejo... empecé a observar y de repente lo vi a él... Se me cristalizaron los ojos.
Rodrigo: ¿Estás bien?
_____ : Si, sólo que... - él miró la foto
Rodrigo: Oh, lo siento... no creí que te molestaría, pero no tenía ninguna foto en la que salieran el resto de nuestros amigos - Se paró un momento - Si quieres la podemos quitar
_____ : Está bien... - dije que no volvería a llorar por él, y no lo haría - Fueron buenos tiempos - recordé... y sonreí
Rodrigo: En cuanto a eso... Becky está aquí
_____ : ¡No me lo puedo creer! La busqué por todos lados y nada...
Rodrigo: Aquí tienes su número... si quieres luego puedes quedar con ella. Tienes dos días antes de comenzar tu trabajo
_____ : ¿Sigues sin decirme cuál es?
Rodrigo: Ya te dije que era una sorpresa - dijo riendo - Te dejaré por unas horas... tengo que hablar con él de unas cosas
_____ : ¿Cómo que él?
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• 𝐂𝐔𝐋𝐏𝐀𝐁𝐋𝐄𝐒 •
Teen FictionChristopher Briant, un famoso empresario por tener un pasado oscuro despide a su secretaria debido a que esta amenaza con contarle todo sobre su romance a su mujer. Hasta que de pronto llega su nueva secretaria, reavivando la llama del pasado, reco...