• 𝐂𝐔𝐋𝐏𝐀𝐁𝐋𝐄𝐒 •

Capítulo 35

Me acurruqué en el pecho de Christopher y me quedé dormida. Al despertar Chris me acercó hasta el piso y me dio un tierno beso que se convirtió en salvaje por su lengua. Chris agarró mi mentón para después de besarme, pegarme una lengüetada en la mejilla.

Llegué con intención de no hacer mucho ruido, pero nada más dejar las llaves en el cuenco de la entrada la luz de la sala se prendió y Rodri me miró sonriente. Sin poderlo evitar las comisuras de mis labios subieron hacia arriba dejando ver una hermosa y delicada sonrisa.

Rodrigo: Así te quería pillar yo... feliz de una vez por todas - me alegraban sus palabras -

_____ : Gracias. Tú sabías lo importante que fue el para mi y sabías que el no se fue por voluntad propia...

Rodrigo: No tienes nada que agradecer. Soy yo el que tiene que agradecerte por no dejarlo marchar y darle libertad para explicarse.

_____ : Sí..

Rodrigo : Él sólo tenía miedo. Miedo a perderte y a qué nunca supieras la verdad, miedo a no poder protegerte.

_____ : Ya pasó...

Rodrigo: ¿Peli? - preguntó él mientras sujetaba unas palomitas listas para calentar en el microondas -

_____ : ¡Me gusta tu oferta! - reí -

*Un mes después*

Estoy en casa de Chris medió tumbada en el sofá con una camiseta de Chris cubriendo mi torso y con una manta encima para no enfriarme las piernas.

Christopher: Aquí está tu pizza hermosa - se acercó y me dio un plato con dos porciones bastante abundantes de pizza acompañado con un tierno besito en la nariz -

_____ : Gracias pandita - le sonreí -

Christopher encendió el televisor, y vimos una película cómica, que por cierto es su favorita. Al acabar la pizza me estiré como pude desde el sofá hasta la mesa para dejar el plato...

_____ : Me vas a engordar diez kilos como sigas así...

Christopher: Bella, sabes que me encanta cocinarte. Tengo que tener contenta a mi princesa - sonreí y nuestras miradas conectaron - Por cierto, te tengo una propuesta - mordisqueó los bordes de su pizza para luego dejarlos -

_____ : ¿No te comes los bordes? - él negó con la cabeza mientras mordía el pico de la otra porción - Pues es lo más rico.

Christopher: Te equivocas - me miró con sus penetrantes ojos color café - Lo más rico que tengo eres tú...