Abrí mis ojos despertando en una cama poco familiar. Intenté reaccionar pero era inútil. Me dolía mucho la cabeza. Miré a mi alrededor y una gran habitación iluminada por los rayos de sol que estaban por la ventana no me daba ninguna pista. Me incorporé tocando mi cabeza por el dolor, y noté una fina capa de tela sobre mi piel. Agaché un poco mi cabeza y pude ver que tenía puesta una camiseta blanca de algodón. Escuché unos ruidos acercarse a él cuarto.
_____ : ¿Chris? - pregunté mareada tocando mi cabeza -
De pronto un joven con unos increíbles ojos apareció.
XxX: Vélez... - sonrió - Aquí hay algo que te puede alegrar.
Escuché unos pasos correteando por el pasillo, y lo vi a él.
_____ : - me besó tiernamente - ¿Qué ha pasado?
Christopher: Cuando íbamos en el coche te desmayaste, entonces recordé tus mareos al ir al baño. En ese momento caí en la cuenta. Ese hijo de puta te había echado algo en la copa - cambió su expresión -
_____ : ¿Cómo sabes que fue por eso?
Christopher: Últimamente hemos estado utilizado recursos, y...
_____ : ¡Basta! - rodé los ojos - Se entiende... - el chico rió -
Christopher: De todos modos... Él es Erick - miré al chico y me resultó familiar -
Erick: ¡Hola! - saludó con su mano - Ya nos conocíamos de antes. A parte de que nos vimos ayer, pero creo que no te acuerdas...
_____ : Oh Dios... ¡Erick! - lo visualicé a unos años atrás junto a Chris esperándome en el coche - Lo siento, no te había reconocido. Han pasado tantos años...
Erick: Eh, eh - bufó - hace un año que cumplí 18 - Chris y yo reímos -
Sinceramente ya no me acordaba ¿Qué sería de los chicos? Ellos nos habían ayudado mucho. Puede que se hallan venido todos a New York. O tal vez... sólo Erick.
Recuerdo la primera vez que me escapé para irme con Christopher de fiesta. Ellos me esperaron ahí. Justo debajo de mi casa.
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• 𝐂𝐔𝐋𝐏𝐀𝐁𝐋𝐄𝐒 •
Teen FictionChristopher Briant, un famoso empresario por tener un pasado oscuro despide a su secretaria debido a que esta amenaza con contarle todo sobre su romance a su mujer. Hasta que de pronto llega su nueva secretaria, reavivando la llama del pasado, reco...