21. La aristocracia

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Había algo en el despertar luego de esos largos tres días en celo que dejaba a Enzo con el cuerpo tan pesado, vuelto nada

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Había algo en el despertar luego de esos largos tres días en celo que dejaba a Enzo con el cuerpo tan pesado, vuelto nada. Era mejor cuando lo pasaba acompañado, pero la soledad solo le había dejado los músculos entumecidos; intentó relajarlos transformándose en su departamento, paseando de aquí para allá en cuatro patas con orejas y cola al aire atentas, pero ni estirar las patas en ese corto espacio funcionaba. Como fuese, había trabajo que hacer según avisaba su teléfono aquella mañana y no parecía que fuese algo agradable, aunque claro la muerte nunca era agradable, pero como mataría por un caso normal...

No por otro cuerpo de El Artista.

Llegar a la escena del crimen le hizo inflar el pecho para coger aire, puro y limpio. Estaba nublado, olía a humedad y al peligro de que pronto llovería, así que tocaba trabajar rápido antes que la lluvia cayese sobre ellos y borrara la evidencia que pudiesen conseguir. Pasó entre la prensa, apartándolos, mostrando su placa para que el oficial de turno levantara la cinta perimetral y él pudiese pasar; la escena estaba en un parque, frecuentado por muchos como favorito para sacar a pasear las mascotas y tener citas adorables si gustabas de largas caminatas entre árboles. Parque recreacional King Henry, en honor al supuesto rey que tuvo Rivershire cuando solo era una colonia hace siglos. A Enzo le agradaba ese lugar, era bonito, tenía un muy increíble lugar lleno de glorietas y ríos que la gente adoraba usar para bodas al aire libre o fiestas, y al parecer también para escenas del crimen.

Lucas llegó hacia él, sonrisa en el rostro que iluminaba sus mejillas redondas y rojas. Ese muchacho (que le doblaba la edad por siglos) traía una especie de alegría a donde llegaba, todos en la estación estaban aprendiendo a amarlo. Y todos se hacían la misma pregunta ¿cómo era posible que Sutton se llevara bien con él?

—Bueeenos días detective Biecchi —saludó, canturreando —. La señorita Mussali está de camino.

—Buen día Lucas —le contestó el saludo con una sonrisa, ese muchacho ponía de buen humor a todos—. Lo sé, me llamó para decirme que estaba en un atasco. Tendré que comenzar sin ella ¿qué tenemos?

Lucas levantó la tableta que tenía entre sus manos, presionó un par de cosas en la pantalla antes de comenzar a hablarle de nuevo. Enzo aprovechó ese momento de silencio mientras caminaba hacia la escena del crimen para observarla de lejos, había largas telas y tul cubriendo una de las glorietas como si fueran cortinas y doseles, los peritos estaban alrededor, entrando y saliendo del lugar. Eso era bastante extravagante, sin duda era El Artista.

—Maleki ya está con el cuerpo—informó Lucas, hizo que Enzo alzara la mirada con interés de nuevo hacia la glorieta. Deseaba ver a Rezza. —. No encontramos pertenencias personales de la víctima, pero tuvimos suerte al pasar sus huellas por el sistema: Lissette Amber Chase, 28 años de edad. La encontró una pareja que paseaba a sus perros esta mañana, dijeron que el pequeño se volvió loco cuando estaban cerca y corrió hacia la glorieta—le entregó la tableta al lobo, para que pudiera ver la ficha policial.

El lobo que deseaba salvar a una mariposa herida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora