La vida pasa sin que nos demos cuenta, de todo lo que nos rodea o quienes nos rodean, pero lo que si nunca paso desapercibido para él fue ese chico de cabello rubio, ojos marrones, mejillas regordetas y de hermosa sonrisa.
Observaba cada movimiento del menor, sin importar cuan pequeño sea, su vista viajaba viendo cada gesto, le gustaba ver como movía sus pestañas ligeramente cuando no comprendía algo o moder el lapiz cada vez que estaba nervioso, admiraba cada parte de él aunque a una distancia prudente.
Estar cerca de él era una de las mejores sensaciones que podia experimentar, sentir su aroma natural, poder apreciar más de cerca sus hermosas facciones, escuchar su voz, poder ver a través de sus ojos la inocencia que desbordaba desde lo más profundo de su alma, sabia que en algún momento de la vida llegaba esa persona que cuando menos lo espera deja una sonrisa inexplicable e imborrable, él ya la habia encontrado.
Era un mar de sentimientos que deseaban salir a flote, sin embargo el miedo se apoderaba de ellos marchitandolos, provocando un sin fin de dudas si serían correspondidos o no, la incertidumbre de ser rechazado y quedar con el corazón roto que al final sería dificil de construir, existía ese miedo de ser dañado de nuevo como en el pasado, donde su vida se vio destrozada por completo, la vida se habia encargado de darles golpes muy duros a su corazón.
Sentir aquel dolor inexplicable cuando sus ojos se posaban en el pequeño rubio riendo placidamente con otra persona y preguntarse si algún dia podria ser él quien provoque esas pequeñas y hermosas sonrisas, darle esa felicidad que todo ser humano necesita, sin dejar pasar que esos pensamientos negativos iban y venian como un rafága a su mente.
Su vida envuelta en el desasosiego, la tristeza y la soledad lo habian conllevado a pasar los limites, dejándose llevar por lo que su conciencia le dictaba, recordar todos esos momentos en los que alguna vez fue feliz y que de un dia para otro todo se vio derrumbado frente a sus ojos lentamente.
Paso un tiempo en el cual decidió cerrar su corazón para evitar que este fuera lastimado sin piedad nuevamente, pero ahora veía las esperanzas de volver a abrirlo y asi poder ser una vez en la vida alguien feliz, deseaba poder sonreirle a la vida, disfrutar cada momento y permitirse amar otra vez.
Ambos desconocían los sentimientos que crecían en sus corazones, desconocer que sus vidas podian estar destinadas a estar juntas, estar unidos a un lazo fuerte dificil de romper sin imaginarse que su destino podria estar forjado por un amor inocente y puro.
Su alma suplicaba ser liberada por aquellas ataduras del pasado y ser de nuevo aquella alma llena amor, dejar de ser una persona que escondía sus sentimientos y aislarse de todo a su alrededor, pensó que aquel joven de cabellos rubios era su salvación.
Él le transmitia esa paz que tanto ahnelaba, aquel amor que tanto esperaba. aunque no pudiera ver su interior sabia que era un ser humano que destilaba amor y ternura, muy torpe pero le daba ese toque unico, dificil de encontrar, él era como una joya que debia ser cuidada, un alma que tenia que ser protegida,un ser que debia ser amado.
Recordando el primer dia en que su vista se posó en él, jamás habia visto a alguien tan torpe pero su tierna naturaleza lo hacia ver como lo más hermoso que existía en la tierra o más bien para su propio universo.
El hablar al principio se le habia hecho dificultuoso, pero estaba seguro que no era el único, jamás se habia atrevido a cambiar el tema cuando se encontraba frente al menor todo se basaba en sus estudios, existía esa necesidad de hablar con él y conocerlo, saber como es su dia a dia, si se encontraba bien, muchas veces se preguntaba que pasaba por la mente del rubio, si era feliz.
Ahora mismo se encontraba debatiendo en su mente si sería buena idea invitarlo a salir a tomar un café o un helado,platicar amenamente olvidando los papeles de maestro y estudiante, poder escucharlo hablar de cualquier tema y ser él quien lo escuche atentamente y olvidarse de todos los problemas que acongojaba su corazón.
—¡Park Jimin!—gritó un chico en los pasillos.
Ese nombre hacia palpitar su corazón descontroladamente, su nombre era hermoso de escuchar, su mente se llenaba de él, repitiendo su nombre hasta en sus más profundos sueños, su estomago se llenaba de un hormigueo que desestabilizaba sus emociones, deseaba poder gritar su nombre a todo el mundo y sentirse bien consigo mismo dejando salir todo lo que sentía por Jimin.
Habia estado tan inmerso en su mundo lleno de colores y sueños, que no se habia percatado quien estaba al frente suyo viéndolo detenidamente, con un brillo en sus ojos, admirándolo de cerca, se podia sentir a kilomentros su nerviosismo.
—Profesor Min— habló una voz dulce, sacándolo de su ensoñación.
—Digame joven Park—dijo viendose serio pero por dentro el mar de mariposas se estaba haciendo presente.
—¿Puedo preguntarle algo?—susurró Jimin, jugando con sus dedos y moviendose de un lado a otro por su evidente nerviosismo.
—Claro Park digame—contestó viéndolo directamente a los ojos, dedicándole una pequeña sonrisa.
—¿Quisiera ir a tomar un café conmigo?
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Promise//Yoonmin
FanficJimin es un chico de 20 años en quien florecen sentimientos hacia Yoongi su profesor de 25 años, todo iba bien hasta que la madre de Jimin los descubre y es obligado a estudiar en el extranjero, antes de irse Jimin y Yoongi prometen estar juntos par...