❝La nueva resistencia❞ ⌊Rookinite⌉〈EDITADA〉

18 | Sí... Un amigo...

Luego de pensarlo, a Rookie se le ocurrió buscarlo en el primer lugar en el cual vio su rostro: Luminous Forest. Allí —por otra conveniente coincidencia— encontró a Infinite en la zona de Aqua Road, cerca de las cascadas de agua, con vista perfecta hacia la luna llena.

Rookie se estaba acercando cuando vio a Infinite sentado mirando a las cascadas.

—¿...Infinite? —preguntó dudoso—. ¿¡Infinite!?

Se acercó a él a paso conciso, antes de sentarse justo a su lado.

—Infinite, ¿estás bien? —cuestionó, pues realmente le interesaba el estado emocional del de gema en el pecho ante tan peculiar situación

—¡No sé si soy Infinite! —exclamó súbitamente—. ¡No sé si soy Zero! ¡Ya ni siquiera sé si soy un chacal!

—Infinite..., no estés así. —Intentó consolarlo poniendo una mano en su hombro—. Creí que habías dicho que empezabas a recordar.

—¡Sí! —afirmó histérico—, y lo que temí se cumplió. Mi pasado fue horrible. Todos esos chacales me adoran como su líder y creen que soy fuerte.

—Bien..., ¿no es lo que querías? —inclinó sus orejas confundido.

—Supongo, pero... —susurró encogiéndose de hombros— ninguno de ellos me aprecia por quien realmente soy. Jamás creí que diría esto, pero... tengo... debilidades... Tenía miedo de perder a mi escuadrón y lo perdí; tuve miedo de que la resistencia me venciera y me venció; y... tenía miedo de que esos clones... te capturaran...

Rookie se sobresaltó al oír aquellas palabras. El hecho de ahora saber que el chacal se preocupaba por su bienestar le causó un inevitable sonrojo adorable, el cual bellamente adornó sus pómulos.

—¡Todo lo que quería era protegerte!, y ni siquiera puedo hacer eso —admitió decepcionado de sí.

—Infinite —le llamó con determinación—, tú sí me has protegido y yo también he querido protegerte, es... lo que hacen los amigos —le habló con una sonrisa, pero algo dentro del lobo dolió al pronunciar aquellas palabras. Mientras que, por su parte, el chacal no podría estar más sorprendido, con sus ojos dicromáticos como platos.

—Entonces... ¿eso quiere decir que sí quieres ser mi amigo?

—¡Por supuesto! —Se alegró el lobo, exteriorizando una sonrisa tímida.

Infinite abrazó a Rookie con fuerza. Fue un instinto incontrolable, para luego lanzar incontables carcajadas de felicidad pura.

—¡No puedo creerlo! ¡Significa que tengo un amigo! —El lobo rojizo le acompañó en su risa, pero se notaba algo incómodo, con un profundo sentimiento de decepción en su corazón.

—Sí... Un amigo...