❝La nueva resistencia❞ ⌊Rookinite⌉〈EDITADA〉

50 | Un plan de respaldo

Justo después de que ambos entraran, la nueva resistencia ya había visualizado el laboratorio del doctor.

—¡Ahí lo veo, vamos, chicos! —dijo el líder comandando.

—¡Sí! Es por allá. —Le siguió el erizo plateado, usando su psicoquinésis.

—Esperamos tus órdenes, comandante —dijo Espio, algo hastiado.

—Pues, propongo que ataquemos de frente y con todo lo que tenemos. ¿¡Quién está conmigo!? —preguntó el equidna, muy emocionado.

—¡Yo! —exclamó Charmy

—¡Yo igual! —sonrió Silver.

—¡Te apoyamos, comandante! —gritó Vector.

—Pues yo no —habló Espio, cruzándose de brazos.

La mayoría de los presentes se sorprendieron ante la contradicción de Espio, hasta que...

—Honestamente, Knuckles..., yo tampoco estoy de acuerdo con el plan. La verdad pienso que es terrible —dijo la gata púrpura.

—¿¡Qué!? ¿Qué tiene de malo?

—Nada, nada —repitió Espio, intentando calmar las aguas—. Blaze y yo simplemente pensamos que debe existir un plan de respaldo, por si el tuyo falla.

—Bien... ¿Y qué tienen planeado? —inquirió Knuckles.

—Esperar a ver si tu frenético plan funciona y, mientras observamos, pensar en alguna ayuda eficiente para liberar a nuestros amigos —explicó Blaze.

—Agh, bien... Pero solo será un plan de respaldo, ¿de acuerdo? —condicionó el «líder».

«Bien, comandante», dijeron ambos al unísono, fastidiados.

—Genial. ¡Qué comience la acción!

Por otro lado, en el refugio...

Amy estaba sentada, observando en la pantalla del ordenador una imagen de Sonic, la cual ella había tomado cuando él se encontraba distraído, mientras que Cream estaba leyendo un libro.

—Oh, Sonikku~. Eres tan perfecto~. No te preocupes, pronto la nueva resistencia te rescatará... Eso espero.

—Oye, Amy —habló la coneja, desviando su mirada del libro.

—¿Sí, Cream?

—¿No se supone que también deberías estar cuidando a Charmy?

—Pues sí, es verdad. Por cierto, ¿dónde estará?

La coneja alzó los hombros, señalando que no conocía la ubicación de su amigo abeja, lo cual causó pánico en la eriza rosada. Amy comenzó a descontrolarse y a registrar por todo el refugio buscando al niño.

—Charmy. ¡Charmy! ¡Ay, ¿dónde te metiste?! —gritó Amy, alterada.

—¡Charmy! ¡Si estás jugando con nosotras esto no es gracioso!

—Cream, ¡no está en ninguna parte! ¿¡Ahora qué hago!?

—¿Buscaste en el baño?

—Busqué hasta debajo de las piedras, ese chico no está en ninguna parte —habló la eriza preocupada—. ¿¡Ahora qué voy a hacer!?

—Calma, Amy. Debe estar en alguna parte. Charmy no es tan indefenso como parece.

—¿¡Qué le diré a los demás!? ¡Si antes pensaban que yo era inmadura, ahora será mucho peor! —sollozó la eriza rosa, con escasas lágrimas de preocupación en sus ojos esmeralda.

—Sé que ellos lo entenderán. Solo sigamos buscando, ¿está bien?

—Bien... Gracias, Cream —dijo la eriza, murmurando lo último en un susurro casi para ella misma.