61 | ¡Perdóname, Rookie!

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—¡Sí! Vamos, Rookie.

—Ven —habló ayudando a Infinite a levantarse, a la par en la cual éste aún seguía sufriendo por sus ilusiones. Ya no se encontraba el lobo de pelaje más oscuro, pero su voz y amenazas seguían retumbando en su cabeza.

El lobo tomó cuidadosa pero firmemente la mano del chacal, del cual aún habían rastros de lágrimas secas en su rostro.

Juntos, ambos intentaron salir del cuarto de ilusiones, pero las llamas habían consumido una gran parte de éste. La temperatura aumentaba a cada segundo que transcurría y a cada centímetro que nuestros héroes se movían.

Rookie, justo cuando estaba a medio camino de retirarse, pudo sentir su cuerpo debilitarse, afectando sus habilidades motoras.

—Infi... nite... Ya no... resisto. C-Creo que voy a... —titubeó el lobo granate antes de sufrir un desmayo.

«No... ¡No! ¡Rookie, vamos! Este no es el momento... ¿En serio voy a tener que cargarlo?»

El chacal tomó con cuidado el cuerpo del desmayado lobo. Él aún respiraba, pero con dificultad debido al espeso humo que se había formado en el aire. Infinite se detuvo solo un segundo para observar el rostro de su amigo, y justo por ese segundo fue como si todo el incendio y los problemas no existieran. Fue como un transe para el chacal el poder observar a aquel único ser que confió en él cuando todos lo habían abandonado; el único que creyó en sus palabras y le dio refugio con una sonrisa y un pequeño sonrojo en su rostro; su único y verdadero amigo en todo el universo.

Infinite intentó escapar usando su velocidad supersónica, pero sería inútil con lo agotado que estaba; y que además sería inútil intentarlo con el Phantom Ruby más roto y agrietado que antes, incluyendo que el color de dicha gema se había vuelto más opaco. Así que el chacal solo pudo confiar en su velocidad normal, pero cada vez veía más borroso y el agudo dolor en la parte posterior en su cabeza había regresado. Parecía que todo se había perdido.

A tan solo unos cuantos metros de la salida, el chacal cayó desplomado al suelo junto con su amigo, el lobo inconsciente.

«¡Ja! Supongo que este es el final... Fui un estúpido por creer que podría salvarlo... ¡Pero él me ha salvado! ¡Rookie me salvó de todo lo que pude haber sufrido...! Él me defendió aun cuando nadie confió en mí... solo porque tiene un corazón de oro...», pensó el chacal en el suelo, observando el rostro de su querido amigo sin sus gafas. Éstas debieron haberse caído en algún lugar mientras intentaban escapar.

—¡Perdóname, Rookie! No fui fuerte. No soy fuerte... Soy un chacal débil... ¡Soy solo un estúpido chacal débil, incapaz de salvar al lobo que ama...! ¡Sí, te amo, Rookie! ¡Sé que no puedes escucharme, ni siquiera sé si todavía sigues aquí, pero te amo! Mi Rookie, daría todo para poder salvarte..., incluso mi propia vida... —El chacal era un mar de lágrimas. Éste abrazaba al lobo escarlata como si sostuviera a lo más preciado en toda la galaxia. Él ya estaba dando por sentado su muerte y la de su amado lobo. No quedaba ni una mínima chispa de esperanza en sí mismo. Solo quería que todo acabara y, quizás con suerte, podría volver a ver a su adorado Rookie en la otra vida...

❝La nueva resistencia❞ ⌊Rookinite⌉〈EDITADA〉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora