❝La nueva resistencia❞ ⌊Rookinite⌉〈EDITADA〉

74 | Una cita mañana

Luego de que los chacales se instalaran en los refugios, la Resistencia iba camino al refugio subterráneo.

—¡Qué día! ¡Quisiera comerme un chili dog de mi tamaño! —se quejó el erizo con sus manos detrás de su cabeza mientras observaba el cielo estrellado de aquella noche.

—Ya pronto llegaremos. Tranquilo, Sonic —le dijo su mejor amigo.

Cuando los demás entraron, pudieron observar a una Amy en el suelo con todo desordenado mientras Cream intentaba calmarla.

—¡Wow! ¿¡Pero qué en el nombre de la Master Emerald ocurrió aquí!?

—¡Chicos, por favor no me maten! —suplicó la eriza aún más preocupada.

—Amy —Se asombró el erizo platinado—, ¿puedes decirnos qué te ocurre?

—La verdad es que... La verdad...

—¡Hola, chicos! —Entró Charmy, ajeno completamente a la situación.

—La verdad es que perdí a... ¿Charmy? ¿¡Dónde rayos te habías metido!?

—Estuve con los chicos todo este tiempo... —dijo la abeja con una risa nerviosa.

La eriza estaba más que estupefacta, con una expresión neutral llena de cólera.

—Oye, Cream.

—¿S-Sí? —vaciló la coneja, preocupada.

—¿Me harías el favor de traerme mi martillo? —pidió la eriza, la cual estaba despeinada y tenía un TIC nervioso en uno de sus ojos.

—Pues, yo... no...

—Olvídalo, lo buscaré yo misma.

Luego de que casi todos se instalaran el el refugio —y de que todos intentaran calmar a Amy para que no le diera martillazos a Charmy—, Sonic y Tails se aparecieron por la entrada, cada uno con un chili dog en la mano.

—No puedo creer que tuviera que correr por toda la ciudad para encontrar un puesto abierto.

—Sonic, son casi las 12 de la noche. ¿Qué crees? ¿Que se hacen chili dogs a toda hora?

—Hm. «Chili Dogs a Toda Hora». ¡No sería un mal negocio!

«Esa es la voz de ¿Sonic?», pensó la chica, ya más calmada. Amy volteó a la puerta de entrada y cerca de ésta pudo observar a Sonic y a Tails conversando con alegría.

—¡Oh, Sonic! —exclamó la eriza corriendo a abrazar a su amado erizo, haciendo que se le cayera su chili dog.

—¡Ah, Amy! —se quejó el erizo, siendo abrazado con mucha fuerza.

—¡Oh, Sonikku~, no sabes cuánto me alegra verte! Yo... estaba tan preocupada —dijo soltando un par de lágrimas, hundiendo su cabeza en el pecho del erizo el cual se encontraba muy sonrojado, mientras que Tails disfrutaba su comida y se burlaba.

—Amy, todo está bien —musitó acariciando la cabeza de la eriza—. Ya no tienes porqué preocuparte. Estaré aquí... ¿Qué tengo que hacer para que dejes de llorar?

«Por favor que no me pida una cita, por favor que no sea una cita.»

—¿Te parecería bien una cita mañana? —le preguntó la ojiesmeralda llena de ilusión.

«¿Por qué? ¿Por qué a mí?»

—Bien, una cita mañana —dijo  quejándose con la voz.

—¡Yay! —gritó de alegría mientras abrazaba aún más fuerte al pobre erizo.