69 | Siempre habrán caídos

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Todos intentaron ir a consolar a Infinite; tanto amigos de Sonic, como los miembros del escuadrón chacal; mas ninguno conseguía tranquilizarlo.

—Zer... Digo, Infinite, perdóname... —pidió Jack—. Todo esto es mi culpa y solo mi culpa... Si yo no hubiese actuado de mala manera no habríamos perdido el tiempo y quizás...

—Jack —le habló el chacal al otro, sin mirarlo, con sus ojos fijos en el lobo granate.

—¿S-Sí..., jefe? —preguntó el chacal ojiesmeralda, angustiado y arrepentido sinceramente.

—Si de verdad quieres ayudarme, diles a los demás que nos dejen solos a mí y a Rookie.

—E-Está bien, jefe... —Obedeció cabizbajo y encogiéndose de hombros.

Poco a poco, tanto chacales como miembros de la nueva resistencia, se iban perdiendo de la vista de Infinite, quedando solo él, Rookie y Sonic. Éste último observaba a Infinite con una honesta lástima y decepción de sí mismo.

—Infinite, también perdóname. Prometí proteger a todo aquel inocente que corriera peligro, pero... ya veo que no soy muy bueno cumpliendo mis propias promesas —rompió el silencio el erizo cobalto, con sus ojos enrojecidos, soltando unas contadas lágrimas y lanzando uno que otro sollozo.

—Está bien, Sonic. Nada de lo que pasó es tu culpa. Tú nos salvaste —habló Infinite con neutralidad.

—¡Pero pude salvarlos a todos y no fui capaz! —gritó, sollozando aun más fuerte y cubriendo su rostro.

—Sonic... No siempre se pueden salvar a todos. Siempre habrán caídos, siempre... —alcanzó a decir el chacal antes de romper en lágrimas y fuertes sollozos.

El erizo se percató de esto y pensó en alejarse del chacal. Infinite tomó con fuerza el cuerpo de su fallecido y amado lobo y volvió a abrazarlo. Él sintió tristeza, dolor e impotencia ante la situación, pero, sobre todo, se sintió débil. Sintió la debilidad de volver a su antigua y solitaria vida. Quizás él podía ahora encargarse de ser el líder de escuadrón otra vez, pero eso no era lo que Infinite deseaba. Todo lo que él quería era alguien que lo comprendiera; alguien gentil, alguien amable y bondadoso. Y ése era Rookie.

«Rookie... Por favor, perdóname, Rookie... Muchos se han culpado a sí mismos por esto, pero todo es mi culpa. Si tan solo no te hubiera abandonado, si no te hubiera dejado solo..., si no hubiera huido... Soy un imbécil...»

¡Soy un imbécil, Rookie! —gritó Infinite, volviendo a llorar incontrolablemente, mientras sujetaba con más fuerza el cuerpo del lobo y sus manos temblaban—. ¡Sé que siempre habrán caídos, pero prefiero que ese caído hubiera sido yo! ¡Rookie, te amo tanto! ¡Haría lo que sea para que volvieras!

❝La nueva resistencia❞ ⌊Rookinite⌉〈EDITADA〉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora