💛ɴᴏᴠɪᴏs ʙᴇʏʙʟᴀᴅᴇ❤ ♡Finalizado♡

💜Wakiya Murasaki💜

Wakiya es el tipo de novio que... se sonrojaria mucho si te pidiera un beso o alguna muestra de afecto.

✏pros:

> cariñoso.

> atento contigo.

> sobre protector

> seria muy detallista contigo

> te llevaría a pasear a bastantes lugares

> te daría todo lo que quieras

> te apoyaría en todo

> te ayudaría a entrenar

> mostraría su amor en publico
:3

✏contras;

> cuando pelean le tendrías que dar la razón cuando en verdad tu la tienes

> no dejara que te ha cerques a los chicos por celos.

> Te reprocharia si le haces gestos lindos a los chicos.

(€€€££££££££££££££££€€€)

-

Amor es hora de despertar~ - susurro Wakiya en tu oído, mientras Depositaba un beso en su mejilla y cuello.

- mmhj, vamos solo cinco minutos más cielo - Wakiya nego con una sonrisa.

- eso dijiste hace una hora, vamos, la próxima no seré yo quien te despierte - río un poco mientras quitaba un poco la sábana.

Quería dejarla dormir, pues el siempre complacía a su Reyna, pero ahora tenía que desperla antes que su pequeña princesa despertara.

- Cierto, ya me levanto - Wakiya sonrió y salió de la habitación para ir ala de su pequeña princesa pues había salido igual de dormilona que su Reyna.

- Cariño, vamos mamá ya se levanto, ahora tu también - dejo en beso en su frente, ambos tenían una hija de seis años.

- mmhj - despertó mientras frotaba sus manitas en sus ojos, queriendo que su vista se enfocara en la luz del día.

- Buenos días mi amor, ve a bañarte - la pequeña aún desorientada asintió mientras se levantaba y se sentaba en la orilla de la cama para despejarse un poco.

Wakiya salió de la habitación, Salio de la habitación, fue al patio y se quedó pensando, había sido un bleyder, tal vez no famoso como Shu o valt, pero había dado todo de él.

Hace bastante tiempo que ya no veía a sus mejores amigos, ni como les había ido a ellos, lo que sabia esque cada uno había tomado su camino diferente.

Sintió unos brazos rodear su abdomen y una cabeza posarse en su hombro, se sonrojo un poco ante el gesto.

- ¿En qué tanto piensas?  - preguntaste aún abrazandolo.

- en nada en especial, ¿Vamos a almorzar? - asentiste, ambos entraron ala casa con una sonrisa en su rostro y tomados de la mano.

En la mente del Rubio, desia que investigaría a sus mejores amigos y en donde se encontraban ahora, les daría una pequeña visita y de paso, le cobraría el dinero que le había prestado Rantaro hace tiempos, de sus apuestas.

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