- Que fastidio - Acomodo aquel vestido de manera cómoda, pues el corsé que le obligaron a ponerse la apretaba como los mil demonios.
La familia de los Alba o los Kaneguro habían preparado una fiesta en su castillo, por mera diversión, invitando a todos los conocidos de alto "Rango".
- Por lo menos no seré la única en sufrir esta pesadilla - murmuró viéndose al espejo, acomodando unos rebeldes mechones.
La puerta de su habitación fue abierta, Lui tenía una mueca de molestia y enfado, como ella, el vestía un Smoquin de "Caballero".
- ¿Como fue que terminamos embarrados en esto? - se tiró en la cama viendo el techo.
- Seguro habrá Alcohol, ya sabes como son, una noche de palabrerías sin sentido con todos esos privaciones avariciosos y codiciosos, lo mejor que podemos hacer es obedecer - suspiro con frustración.
- ¿Sabes a quiénes también invitaron? - le pregunto viéndola de reojo.
- No, la verdad ni escuché lo que mamá dijo - lo consideraba, como un evento aburrido del cual solo hablarían sobre la política y cuanto meten en su bolsillo y lo que están dispuestos a derrochar en su avaricia.
- A los hermanos Appears, seguro también los invitaron para hacerles firmar aquel contrato ¿lo recuerdas? - la joven asintió e hizo una mueca.
- podría ser interesante ¿no crees? Después de todo, somos como rivales, los cuatro somos los únicos con edades igualadas y ala par gemelos - lo miro - Querrán ver cuanta rivalidad podremos tener - termino sentándose ala par de el.
- Si - murmuró- talvez sea interesante... - compartieron una sonrisa algo escalofriante.
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Odiaba con todo su ser a los de la nobleza más alta, ellos también lo eran, Claro, pero su punto de vista era diferente a comparación con la de ellos.
Arrugó el entrecejo, aceptando entredientes ser amable con las personas que la saludaban y en ningún momento se separó de su hermano.
- ¡Sean bienvenidos! ¡Pueden comer y beber lo que quieran! - anuncio el que seria el padre de Zachary Kaneguro.
Los silbidos y halagos por ello no se hicieron esperar, los hermanos Shirosagui rodaron los ojos, sin hacer caso y haciéndose de oídos sordos se quedaron callados.
Pero no eran los únicos, los Appers también lo hicieron, solo viendo aquel sujeto desinteresadamente, en primer lugar ni ellos sabían que hacían allí.
Todas las familias se sentaron siendo separados, adultos y niños en mesas diferentes.
- hagan caso ¿bien? - la mamá de ambos jóvenes, los vio seriamente.
- Si como sea - Lui y la peli___ comenzaron a caminar hacia la mesa que les habían asignado.
Enfrente suyo estaban los Appears, como la joven había predicho, los habían puesto a propósito.
Los Shirosagui se vieron de reojo, comunicándose con la mirada, la comida para ellos fue servida.
Nadie hablaba, o almenos ellos, ya que parece que un grupo de conocidos hablaban entre ellos con una alegre sonrisa.
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Salio de ahí, cuando las cosas se salieron de control, los padres de todos bebían como locos, mientras los otros les tomaban poca importancia y seguían con su charla.
Fue a uno de los balcones, conservado la luz de la luna y las brillantes estrellas alrededor de ella.
Suspiro suavemente apoyando los brazos en el mármol, bien cuidado, mientras la brisa movía algunos de sus cabellos, lui había decidido no ir, pues quería ver el Show de sus padres y luego recordárselos cuando lo molestaran.
- No sabia que alguien más estaba aquí - el albino bicolor hermano mayor de los dos Appears acompaño ala joven.
- Ni yo sabía que vendría aquí - mencionó sin dejar de ver la luna.
- ¿porque tantos modales? No me trates de "Usted" no soy viejo, tengo tu misma edad - sono algo infantil y es porque lo era.
- Esta bien, pero, ¿Que haces aquí? - menciono mientras lo miraba.
- No podía dejar que una jovencita tan bonita se quedara sin pareja, para el baile - menciono con burla, iva a preguntar a que se refería, pero una melodía se escuchó del primer piso.
- ¿Me consideraría esta pieza mi Lady? - sin poder evitarlo, soltó una carcajada.
- bien tu ganas- se acerco a el, mientras pasaba una de sus manos a su cuello y la otra sostenía el borde del vestido para poder cominar, mientras el paso sus manos ala cintura de ella.
- ¿Como te llamas? - pregunto el bicolor ala vez que se movían al compás de aquella suave melodía.
- ____ Shirosagui- ella se quedó viendo aquellos orbes bicolor que brillaban intensamente.
- Bien ___, yo soy Phi - menciono con una leve sonrisa, ala vez que le daba una vuelta.
Ambos quedaron en silencio, solo bailado aquella suave melodía, mientras se miraban a los ojos.
Los corazones de ambos palpitaban con fuerza, como si quisiera también quedar como la suave musica.
Daban los pasos correctos, como si dos bailarines profesionales bailarán, como si fuera una pequeña caja musical.
La música terminó, ambos se separon, quedando en blanco, como si nunca quisieran separarse de uno del otro.
Pero, a pesar de todo, eran dos extraños que empezaban a enamorarse...
Y nadie iva a poder separarlos...
Después de todo, el Appears, había firmado aquel contrato de compromiso con los Shirosagui.....
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