Capítulo 2.

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NARRA DANIEL.

Mi llegada a España es la esperada, mi hermano en el aeropuerto los brazos abiertos para recibirme.

JESÚS: ¡Por fin!

Nos abrazamos en medio de risas, nos echábamos mucho de menos el uno al otro.

JESÚS: Wow, los veinticinco te quedan bien.
YO: Puedo decir lo mismo de ti. -Reímos-

Él se da cuenta de que una mujer me acompaña y me mira moviendo las cejas.

YO: Oh si, que despistado -Me rio- ella es Rossana, mi novia.
JESÚS: No me habías contado.
YO: Soy reservado, ya sabes.
ROSSANA: Tú debes ser Jesús, no hay duda, sois idénticos.
JESÚS: Encantado de conocerte, eres bien recibida en España y en nuestra familia.
YO: ¿Ves tonta? Te dije que iban a recibirte bien.
ROSSANA: Estaba nerviosa. -Me empuja-

Recogemos las maletas y nos subimos al primer taxi que encontramos libre. Al llegar a casa nuestros padres nos esperan con una fiesta sorpresa, me hace gracia porque me siento como un niño pequeño recién graduado.

MAMÁ: Jesús me ha contado, encantada Rossana, soy Eva, la mamá de estos burros.
ROSSANA: Encantada -Sonríe-

Jesús y yo nos sentamos en la cocina para hablar de todo el tiempo que nos hemos perdido el uno del otro en estos tres años en mi estancia fuera de España.

JESÚS: Inglaterra te ha sentado muy bien y Rossana es una chica encantadora.
YO: Si, lo es, la conocí hace un año y medio.
JESÚS: ¿Y bien? ¿Cómo se siente al ser oficialmente un doctor?
YO: Genial, estoy bastante orgulloso de todo lo que he logrado -Sonrío-
JESÚS: Aquí te irá de maravilla hermano.
YO: Si, ya tengo varias propuestas de trabajo y creo que me quedaré con una de ellas, me especialicé especialmente en ello.
JESÚS: Pues adelante hermano.

Miro a Rossana, ella se está integrando en nuestra familia y eso me tranquiliza.

YO: Ella irá y vendrá hasta que yo pueda irme unos días con ella, toda su familia vive allí.
JESÚS: De verdad, es una mujer espléndida.

Bebo de la cerveza y como un poco de jamón.

YO: Joder, como echaba de menos esto.
JESÚS: Pues come, no se acabará. -Me rio-
YO: Mañana mismo iré a la entrevista y aceptaré el trabajo.
JESÚS: Que gusto tenerte aquí hermano, estoy tan feliz.
YO: Yo también.

NARRA KENDALL.

Alexa me entretiene con juegos de toda la vida, las cartas, el parchís, todo aquello que aunque parezca aburrido, al final te entretiene y consigue que lo pases bien.

YO: Cuéntame como te va con Fran.
ALEXA: Genial, se comporta como un caballero y es bastante atento conmigo.
YO: Ya era hora, lleváis casi dos años colados el uno del otro.
ALEXA: Ya sabes que no soy lanzada y cuando no te tenía para aconsejarme.. todo empezó a ir cuesta arriba.
YO: Lo siento tanto Alexa.. te juro que me arrepiento de haberte dejado sola por un poco de popularidad.
ALEXA: Ya no importa. -Sonríe- estamos de nuevo juntas.
YO: Si, tienes razón y esta vez no voy a dejarte.
ALEXA: Yo a ti muchísimo menos.

De repente entra Silvia, la más popular del grupo en el que me juntaba.

SILVIA: Kendall, me acabo de enterar, lo siento.
YO: No quiero hablar contigo Silvia, si estás aquí es porque algo quieres o algo necesitas de mi.
SILVIA: Mm si ¿Sebastián está libre? Digo.. como antes tonteabais y ahora no podrás.
YO: Si, todo para ti.
ALEXA: Lárgate de aquí Silvia ¡Ya!

Ella la echa de la habitación y yo recojo el parchís de encima de la cama.

YO: Hasta Sebastián... pensaba que era diferente.
ALEXA: ¿Ese gilipollas diferente? Era igual al resto y tú no te merecías eso.
YO: Nunca volveré a ser una chica normal.
ALEXA: Eres una chica normal joder ¿Por qué no te das cuenta?

Hasta el último suspiro. ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora