Capítulo 24.

9.5K 638 105
                                    

NARRA DANIEL.

Noto que esta aturdida y desorientada.

KENDALL: ¿Daniel? -Pregunta en voz baja-
YO: Descansa. -Respondo en voz baja también-

¿Me habrá oído?

KENDALL: ¿Qué ha pasado?
YO: Has vuelto a desobedecerme y a arriesgar tu vida sin importarte nada -Reprocho muy serio-
KENDALL: No.. no me riñas.

Por lo que veo no se ha dado cuenta de nada, ni siquiera ha oído lo que he dicho, solo ha dicho lo primero que se le ha pasado por la cabeza nada más despertar.

YO: Estoy muy enfadado contigo ¿Sabes? Me prometiste cuidarte y lo primero que haces es ponerte en peligro ¡Teniendo la fiebre tan alta!
KENDALL: Vale, por favor, no sigas echándome la charla.
YO: Sé que eres una adolescente y que estás en edad de ser rebelde, pero eres lo suficientemente madura para saber que si no te cuidas vas a morirte -Pone la almohada en su cara y yo se la quito- Kendall, compórtate.
KENDALL: La he cagado saliendo de la habitación pero no puedo cambiarlo, perdóname.. -Súplica con su adorable vocecita inocente y dulce-

Atrapo mi labio con los dientes y muevo la cabeza aceptando sus disculpas.

YO: Te perdono, pero júrame que no harás otra estupidez y esta vez de verdad.
KENDALL: Lo juro. -Levanta la mano como si estuviéramos en un juicio, algo bastante gracioso-

Alexa sale del baño.

ALEXA: ¿Tienes una explicación?
KENDALL: Lo siento, quería tomar el aire.
YO: No volverá a hacerlo, me encargaré personalmente de cuidarte y de venir más veces.
KENDALL: No hace falta, seguro que tienes mejores cosas que hacer.
YO: Eres mi paciente, debo cuidarte.
KENDALL: No soy tu única paciente.
YO: Lo sé -Encojo los hombros-

La pantalla de mi móvil se enciende por una llamada que acabo de recibir.

KENDALL: Tu novia.
YO: Si, es ella, tengo que llamarla, vuelvo en unos minutos.
KENDALL: Vale.

NARRA KENDALL.

Sale fuera para llamar a su querida novia y me cruzo de brazos.

ALEXA: Disimula los celos o notará que te encantaría ocupar el lugar de su novia.
YO: No quiero ocupar el lugar de nadie -Digo llena de seriedad- ella es su novia y yo soy su paciente, nada más.
ALEXA: ¿De verdad vas a intentar engañarte con eso? Vale que pretendas engañarme a mí y al resto del mundo, pero es imposible engañarte a ti misma cuando la que siente eres tú.
YO: Claro que siento por él, pero acepto que no me ve como yo a él y que no va a cambiar a su novia por mi ¿La has visto? Es guapísima.
ALEXA: ¿Y tú qué?
YO: Yo tengo ojeras de no dormir, estoy pálida... podría seguir describiendo lo horrible que estoy pero no quiero deprimirme más de lo que ya estoy.

Me zamarrea agarrándome de los brazos.

ALEXA: Eres preciosa, no solo por tu bonita cara, también por como eres Kendall, eres una chica inteligente, sincera, trasparente, cariñosa, rebelde tal vez, pero si por algo resaltas entre tanta gente es porque no eres igual a nadie, porque has cambiado y has encontrado una personalidad que es solamente tuya ¡Eso te hace más hermosa! Ser tú te hace verte increíble.
YO: Es fácil decirlo pero la que tiene que sentirse así soy yo y no, no me siento así.

Toso, sintiendo un leve dolor en el pecho que por unos segundos vuelve a dejarme sin oxígeno obligándome a ponerme la mascarilla.

Daniel vuelve a entrar en la habitación, saca el estetoscopio y me sonríe.

DANIEL: ¿Me dejas? -Pregunta caballeroso-

Desabrocho los primeros botones del pijama de hospital y él pone el estetoscopio sobre mi pecho. Me pone tan nerviosa.. se que él no me tocará más de lo necesario pero con tan solo saber que estoy tan cerca de sentir el tacto de su piel con mi piel.. hace que pierda el control sobre mis piernas.

Hasta el último suspiro. ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora