Capítulo 11.

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NARRA KENDALL.

Me guardo las ganas de decirle cuatro cosas, por celos, rabia o lo que cojones sea, pero me guardo todo para mi.

YO: Enhorabuena.
ROSANNA: Gracias -Sonríe- ¿Y tú qué enfermedad tienes?

Señalo mi pañuelo y la miro pensando mil barbaridades sobre ella.

YO: Leucemia.
ROSANNA: Vaya putada.
YO: Si, lo es.

De repente él regresa y queda impactado al ver a su novia aquí.

DANIEL: Rosanna ¿Qué haces aquí?
ROSANNA: Te he traído el almuerzo y quería verte un ratito.
DANIEL: Cariño estoy ocupado, tengo cosas que hacer.

Ella lo agarra como si estuvieran apunto de quitárselo y lo besa, giro la cabeza, me pongo la mascarilla y toso.

DANIEL: ¿Ves? No me parece bien que andes sin mascarilla.
YO: Si, es mejor que me vaya a mi habitación.
DANIEL: Yo te llevo.

Su novia vuelve a agarrarlo impidiéndoselo.

ROSANNA: Quédate un poco más conmigo.
DANIEL: Rosanna..

Me marcho sin que él se de cuenta y otra vez subo en el ascensor desilusionada ¿Dolida? Tal vez por algo que yo sola me he imaginado. Pero es que.. me hablaba tan bonito que creí que podría llegar a gustarle un poco.

MAMÁ: Hija ¿Ya estás aquí?
YO: Si.
MAMÁ: ¿Y tu doctor no te acompaña?
YO: Esta con su pareja y no, puedo caminar perfectamente sola.

NARRA DANIEL.

Consigo que Rosanna vuelva a casa, no me la esperaba en absoluto y Kendall ha podido sentirse incómoda, es decir, estaba con ella pasando un buen rato y de repente Rosanna ha opacado toda mi atención.

MARTA: ¿Has dejado a mi hija subir sola? -Pregunta reclamándome-
YO: Lo siento, le dije que subiría con ella pero de repente desapareció, solo me distraje unos minutos.
MARTA: Entiendo, es que ella es rebelde y no le gusta que la hagan esperar, ya sabe, cosas de adolescentes.
YO: Si, cosas sobre todo de Kendall, la conozco de poco pero es trasparente.
MARTA: Esta dentro viendo una película, pasa, yo enseguida vuelvo.

Después de preguntar si alguien me necesita entro en la habitación. Kendall mantiene la mirada fija en el televisión pese a que sabe que acabo de entrar.

YO: Te gusta la acción.

Se mantiene en silencio, baja la mirada unos segundos y la devuelve a la televisión.

YO: No debiste subir sola.
KENDALL: Estabas ocupado.
YO: Sé que ha sido culpa mía pero no debiste hacerlo, estás débil y con los mareos que tienes a veces.. es peligroso.
KENDALL: No volverá a pasar.
YO: Siempre pasa -Rio- no vas a dejar de ser desobediente.

Encoge los hombros haciéndome notar su infinito enfado conmigo. Le apago la televisión para captar su atención que al instante consigo y lucho con ella para que no me quite el mando.

KENDALL: Quiero seguir viendo la película.
YO: Entiendo, estás enfadada conmigo y es lógico, te he dejado sola.
KENDALL: Que no estoy enfadada, estoy viendo la película.

Suelto una carcajada que vuelve a llamar su atención y a la vez su enfado.

KENDALL: ¿De qué te ríes?
YO: De lo graciosa y mona que te ves enfadada.
KENDALL: ¿Mona?
YO: Monisma.
KENDALL: ¿Y tú te das cuenta de lo payaso qué eres?

Me hago el ofendido abriendo la boca y poniendo mi mano encima, entre dolido, idiota y ofendido.

YO: ¡Repite eso!

Hasta el último suspiro. ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora