Capítulo 19.

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NARRA DANIEL.

El corazón lo tengo en la garganta, mi respiración se agita al escuchar la suya y cuando me doy cuenta tengo el labio inferior atrapado con los dientes.

KENDALL: Pe..perdóname, solo quiero preguntarte algo.
YO: Dime.
KENDALL: ¿Cuándo tengo la próxima quimioterapia?

Alzo una ceja, ella sabe perfectamente cuando tiene la próxima quimioterapia, es más, una de las enfermeras se ocupa de avisarla un día antes para que esté preparada.

YO: No te preocupes, ya sabes que la enfermera Ana te avisará con un día de antelación.
KENDALL: Ah si, es cierto, gracias.

Paso los dedos por mis labios.

YO: Oye. -Digo justo antes de que cuelgue-
KENDALL: ¿Si? -Pregunta en voz baja-
YO: ¿Estas bien?
KENDALL: Si.
YO: ¿Lo prometes?
KENDALL: Te lo prometo.
YO: Llámame de nuevo si me.. necesitas.
KENDALL: Lo haré.

Tarda unos segundos en colgar pero finalmente cuelga.

De repente aparece Rosanna, temo que haya escuchado algo pero no, afortunadamente no ha oído nada que pueda desatar sus celos paranoicos.

ROSANNA: Amor.
YO: Dime cariño.
ROSANNA: ¿A qué hora tenemos qué ir al aeropuerto?
YO: Dentro de dos horas sale tu avión y sabes que hay que estar allí con una hora de antelación, es mejor que salgamos lo antes posible.
ROSANNA: Tienes razón.

Ella se despide de mis padre y de mi hermano, aunque veo como él lo hace fríamente.

JESÚS: Que tengas buen viaje.
ROSANNA: Gracias.
MAMÁ: Espero verte pronto.
ROSANNA: Yo también.

Le da dos besos y nos subimos al coche tras meter las maletas en el maletero.

ROSANNA: Aún no quiero dejarte aquí. -Suspira-
YO: No empieces, me has prometido que no volverás a actuar egoístamente.
ROSANNA: No lo volveré a hacer pero te echaré tanto de menos.. -Acaricia mi nuca-
YO: Y yo.

Llegamos al aeropuerto, la ayudo con todo y esperamos en una cafetería a que anuncien algo del vuelo.

ROSANNA: ¿Me prometes llamarme todos los días?
YO: Si pero no puedo asegurarte nada, tengo mucho trabajo como ya sabes.
ROSANNA: Yo te llamaré por vídeo llamada para verte -Sonríe y me coge la mano-
YO: Llámame en los días que no tenga guardia por la noche ¿Esta bien?
ROSANNA: Esta bien.
YO: Y no me hagas escenas de celos por tus paranoias. -Advierto-
ROSANNA: Es lógico que alguna que otra vez me muera de celos, seguro que en tu trabajo hay mujeres guapísimas.
YO: Rosanna.
ROSANNA: Esta bien, me guardaré los celos para mi.

Anuncian que el vuelo está apunto de despegar y la acompaño hasta la puerta de embarque.

ROSANNA: Te quiero.
YO: Que tengas buen viaje, envíame un mensaje cuando llegues.
ROSANNA: ¿No me dirás qué me quieres ni siquiera ahora?
YO: Va a despegar, venga, no querrás perder el vuelo.

Se despide de mi dándome un beso que yo le sigo, nos besamos apasionadamente hasta que tiene que entrar.

NARRA ALEXA.

Manuel y yo hablamos, no me doy cuenta de que Kendall está todo el tiempo callada, pensativa y mirando a la nada.

YO: Tierra llamado a Kendall.

Paso la mano por sus ojos y reacciona.

KENDALL: ¿Qué?
MANUEL: Eso digo yo ¿Qué?
KENDALL: Estaba pensando en mis cosas.
MANUEL: Uy sus cosas. -Ríe-
YO: Sh. -Me rio-

YO: Manu ¿Por qué no vas a la máquina y me compras un zumo?
MANUEL: Si claro.

Le doy el dinero y sale de la habitación perseguido por mi mirada. Afortunadamente la madre de Kendall no está y puedo preguntarle con toda tranquilidad.

YO: ¿Y bien? Cuéntame sobre la dichosa llamada que te ha dejado así.
KENDALL: Creyó que me había pasado algo y me dijo.. -Sonríe bajando la mirada- que el corazón casi se le sale del pecho y me llamó bonita.
YO: Me confunde tanto su actitud.
KENDALL: Dímelo a mi.. -Suspira- Pero no puedo evitar derretirme con cualquier cosa, hasta con la más mínima.
YO: Tú te estas enamorando.
KENDALL: Saber que es imposible a la vez que complicado no me hace querer alejarme, hace que me fije más y más en él.

Saca las fotografías de debajo de su almohada y se encoge de hombros.

KENDALL: Puede que si me esté enamorando de él pese a que quiero no hacerlo.
YO: Eso no se puede evitar amiga, ocurre.
KENDALL: Me da miedo que él lo sepa y crea que es un capricho de adolescente o algo peor.. que piense que solo es algo a lo que agarrarme para no hundirme.
YO: ¿Y qué si es así? Tú sabes lo que sientes, solamente tú sabes que siente tu corazón.

Guarda inmediatamente las fotografías cuando Manuel entra en la habitación.

MANUEL: No estéis mandándome fuera cada vez que queráis hablar.
YO: Idiota.
MANUEL: Pero no tonto -Ríe- se que a mi hermana le ocurre algo.
KENDALL: No es nada, no te preocupes.

NARRA DANIEL.
•••••••••••••••

A la mañana siguiente voy a trabajar temprano, reviso a todos mis pacientes y me dirijo a la habitación de Kendall, siempre la dejo para lo último porque es con la única que más rato suelo estar.

Llamo a la puerta.

KENDALL: ¡Adelante!

Entro, ella está en el baño morándose en el espejo y cuando me ve se ruboriza.

YO: Pensabas que era tu mejor amiga -Rio-
KENDALL: Lo admito.
YO: Vengo para revisar que todo esté bien.
KENDALL: Todo está bien.

Me acerco al verla un más pálida de lo habitual y la obligo a sentarse en la cama.

YO: No te veo buen color.
KENDALL: Si.. es que hoy me siento un poco más débil.

Tose varias veces.

YO: No me gusta nada esta tos.
KENDALL: Que no es nada.
YO: Con una enfermedad como la tuya no podemos permitirnos esa palabra, cualquier cosa es algo que puede empeorar tu situación.

Giro la cabeza y veo las fotografías sobresalir de debajo de la almohada.

YO: Yo también las tengo.
KENDALL: ¿De verdad?
YO: No las he sacado de mi cartera.

Le desabrocho los primeros botones de la camisa poniéndola así un poco nerviosa.

YO: Solo voy a oír tu respiración.

Saco el estetoscopio para oírle el pecho, no sé quién está más nervioso, si ella o yo.

YO: Voy a mandar que te hagan una prueba inmediatamente, no me gusta el sonido de tu pecho.
KENDALL: ¿Más pruebas?
YO: Las que sean necesarias ¿Esta bien?

Hace una mueca con los labios.

KENDALL: Que si, no me mires así.

Me dirijo a la puerta para informar a la enfermera de la prueba que en este momento voy a hacerle a Kendall.

Tose haciendo que me gire cuando no deja de toser durante unos segundos, de repente ella se pone morada porque de un momento a otro ya no puede respirar.

YO: ¡Bonita! -Exclamo y corro hacía ella-

Hasta el último suspiro. ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora