Capítulo 60.

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NARRA KENDALL.

Sorprendida y emocionada pongo las manos sobre su rostro, deslizo los dedos por sus mejillas y de puntillas pongo la nariz sobre la suya.

YO: ¿Estas seguro? Te adelanto que mi padre no lo aceptará.
DANIEL: Tendrá que aceptarlo Kendall.
YO: ¿No es mejor esperar a mi mayoría de edad? Nadie podrá opinar sobre mi vida.
DANIEL: Pero.. -Me besa- la bomba está apunto de explotar, cada vez más personas lo saben y tarde o temprano nos descubrirán, será mucho mejor.
YO: Hagamos algo -Susurro- el quince del mes que viene es mi cumpleaños, voy a tener dieciocho, voy a poder hacer con mi vida lo que yo quiera -Sonrío- ¿Puedes esperar un poquito?
DANIEL: Antes eras la primera que quería decir que estamos juntos ¿Por qué has cambiado de opinión?
YO: No he cambiado de opinión, si no que mi padre haría hasta lo imposible para separarme de ti, te despedirían del trabajo y me niego a estar en este hospital sin mi doctor.

Atrapa su labio con los dientes y seguido sonríe.

DANIEL: Entonces el mes que viene podré gritar que te quiero ¿No?
YO: Hagamos una promesa hasta entonces -Ríe-
DANIEL: No me lleves por el camino de la adolescencia, tengo veintiséis años.
YO: ¿Y qué? ¿No puedes hacer una promesa por la edad o qué? No seas tonto.
DANIEL: Dime ¿Qué promesa?
YO: Que no vamos a separarnos.
DANIEL: No hace falta hacer promesas, no pienso separarme de ti.

Lo abrazo. Me encanta tenerlo conmigo, saber que me quiere de verdad, pese a todo lo que ha pasado no dudo de su amor por mi, ya no, nadie haría tanto por alguien si no la quisiera de verdad y él ha hecho todo para hacerme sonreír.

DANIEL: ¿Estas cansada? No debes forzar tus pulmones.
YO: No estoy cansada, estoy feliz.
DANIEL: ¿Sabes? Estas respondiendo muy bien al tratamiento, seguramente en unos días te pasaré a tu habitación -Dice más emocionado que yo- no tendrás que seguir aislada.
YO: ¿De verdad no me voy a morir?
DANIEL: Mírame -Me agarra la cara- no vas a morir.

Aferro la cabeza en su pecho, suspiro y él me acaricia la nuca con la yema de los dedos.

YO: ¿Has vuelto a verla? -Pregunto cambiando totalmente de tema, haciendo que se sienta bastante incómodo, pero es que quiero saberlo-
DANIEL: Fui a dejarle las cosas claras, ya no hay nada que me ate a ella.
YO: ¿Me lo prometes?
DANIEL: Te lo juro bonita. Ella ha intentado comunicarse conmigo pero no la he complacido, no he hablado con ella desde entonces.
YO: Es muy lista, seguro que encuentra la manera de que te preocupes por ella.
DANIEL: He estado un año con ella, es lógico que me preocupe, pero no la quiero, no la querré, te quiero a ti ¿Lo entiende tu cabecita?

Giro la cabeza solamente para que me insista más, él acaba besándome infinitas veces hasta que me saca una fuerte risa.

NARRA ALEXA.

Los padres de Kendall me invitan a cenar, Manuel y yo ponemos la mesa, nos sentamos y hablamos de todo un poco con ellos.

RAÚL: Me alegra que tú le pongas los pies en la tierra a mi hijo.
YO: Ya era hora -Rio y él me agarra la mano-
MANU: ¿Os podéis creer qué los dos sentimos lo mismo desde qué éramos pequeños? Es algo increíble porque nunca nos atrevimos a confesarlo.
MARTA: Yo lo sabía, solo bastaba con veros, os miráis tan hermoso.
RAÚL: Cierto.
MANU: Entonces si Kendall mirase a alguien como nosotros dos nos miramos.. ¿Aceptaríais a la persona qué ella elija?

Lo miro, acaba de decir algo que tenía en mente pero no me atrevía a decir porque no venía a cuento en este momento.

RAÚL: ¿Cómo dices?
MANU: Si, lo que has oído papá ¿Aceptarías a la persona qué Kendall elija?
RAÚL: No te diré que aceptaría a cualquiera, solo a alguien bueno para ella.
MANU: ¿A alguien mayor qué ella? Por ejemplo.

Raúl se pone bastante serio, parece que no le ha gustado demasiado la idea.

RAÚL: ¿Me quieres decir algo hijo?
MANU: Solo te estoy preguntando, estoy cansado de ver cómo prefieres e intentas que mi hermana vuelva con el gilipollas de Mark.
RAÚL: Mark es un buen chico, cometió un error pero es un chico muy bueno, creo que Kendall sería feliz con él.
YO: Ella no lo quiere, no va a ser feliz con alguien que no ama.
RAÚL: Estuvieron juntos, estoy seguro de que ella aún lo quiere pero está herida, es algo lógico.
MANU: Osea que no aceptarías que mi hermana estuviera enamorada de un hombre no se, ocho años mayor que ella.
RAÚL: Por supuesto que no.
MARTA: Dejemos el tema, es lo más conveniente ahora mismo.

Manu me mira, yo le pido con la mirada que calle, no quiero que la relación de Kendall y Daniel se descubra.

NARRA KENDALL.
•••••••••
Pasa toda la noche conmigo, él dormido en una silla y yo por su terquedad en la cama. Nada más abrir los ojos veo la diminutas torre Eiffel que me regaló, sonrío, me pongo en pie y le paso la mano por la cabeza.

YO: Dormilón.

Abre lentamente los ojos, me sonríe y levanta la cabeza.

DANIEL: Buenos días.
YO: Ve a tu casa, descansa, no vuelvas aquí si no estás lo suficientemente descansado.
DANIEL: No quiero.
YO: Me enfadaré como no lo hagas.
DANIEL: Kendall..
YO: Tengo quimioterapia, estaré bien atendida y tú podrás descansar, no seas idiota.
DANIEL: Está bien, pero prométeme que estarás bien.
YO: Que si -Rio- estoy muy bien.

Clara entra con el desayuno.

CLARA: Tienes que estar preparada.
YO: Lo estaré.
DANIEL: Clara, voy a mi casa a darme una ducha y descansar un poco, prométeme que la cuidaréis.
CLARA: Esta en buenas manos.

Él se marcha no muy convencido.

NARRA JESÚS.
•••••••
10:00 am.

Daniel llega cansado, con ojeras, es tan terco que me es imposible obligarlo a que duerma en una cama normal y tranquilo.

YO: Necesitas descansar.
DANIEL: Solo quería asegurarme de que estaría bien, ya está mejor y puedo dormir sin tener miedo.
YO: Venga, sin desayunar ni nada, después comes.
DANIEL: Que si mamá Jesús.
YO: ¡No seas payaso!
DANIEL: Vale mami.

Reímos.

YO: Tus ojos reflejan felicidad.
DANIEL: Soy muy, muy feliz.

Me empuja y camina hasta su habitación.

Como me gusta verlo tan feliz, lleno de energía, alegría y despreocupado, el brillo de su cara ha cambiado por completo desde que conoce a esta chica ¿Cómo voy a juzgar una relación así? Es imposible.

NARRA KENDALL.
••••••••
Después de un largo rato por mi acabo la quimioterapia por hoy, cansada, un poco llena de malestar y aturdida, pero convencida de que puedo llegar a superar esta enfermedad.

DOCTOR: Buenos días Bailey.
YO: Doctor Fernández.
DOCTOR: Tiene visita.
YO: Serán mis padres.
DOCTOR: No, es su pareja.

Alzo la ceja.

YO: ¿Mi qué? No diga tonterías.
DOCTOR: Dice que ha estado intentando entrar desde hace días pero Oviedo no se lo ha permitido.
YO: Mark. -Susurro-

Mark entra en la habitación, sonriente, creyéndose de verdad su propia mentira.

MARK: ¡Amor!

De repente me besa, sin más, solo porque de verdad él piensa que en algún momento de mi vida voy a volver con una persona tan miserable como él.

Hasta el último suspiro. ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora