NARRA KENDALL.
Lo apartó dándole un fuerte empujón que lo obliga a retroceder varios pasos. Paso la mano por mis labios limpiándome los restos de su saliva, lo miro entre sorprendida y asqueada.
YO: No vuelvas a tocarme nunca más.
DOCTOR: Discúlpame.
YO: ¿Cómo te has atrevido? Todos habéis juzgado a Daniel por enamorarse de mi y ahora tú me besas ¿¡En qué estás pensando!?Él parece avergonzado por lo que ha hecho pero yo no dejo de estar furiosa.
De repente la puerta se abre a su espalda, es Daniel quien entra con un oso de peluche y un ramo de margaritas
¿Lo ha escuchado? Su seriedad me confunde, no sabría descifrarlo.
DOCTOR: Oviedo.
DANIEL: Quiero intimidad con mi novia. -Le dice- Fuera de aquí.
DOCTOR: Soy su doctor, yo podría echarte.
DANIEL: Inténtalo.YO: Doctor váyase, quiero estar a solas con mi novio.
Él asiente con la cabeza y obedeciendo lo que acabo de pedirle se marcha. Daniel parece distante, serio y pensativo, creo que si ha oído todo y que está conteniendo su enfado intentando ser lo más maduro posible.
YO: Oye -Digo acariciándole la mano-
Gira la cabeza. Me sonríe y deja un beso sobre mis labios para hacerme sentir que todo está bien.
DANIEL: Feliz cumpleaños mi niña.
YO: ¿Es para mi? -Pregunto señalando el oso de peluche-
DANIEL: No hay nadie más en esta habitación. -Responde- Las flores también son para ti, estas cajitas también son para ti y los bombones también son para ti.
YO: No voy a preguntar como lo has traído todo. -Rio. Cojo las flores y inhalo el fresco olor que desprenden- Me encantan las margaritas.
DANIEL: Lo sé, también los bombones -Dice haciéndome reír-Toca mis labios. Me siento en la obligación de contarle lo que ha sucedido con el doctor Muñoz, no puedo ni quiero ocultarle nada.
YO: Dani.. Tengo que contarte algo.
DANIEL: Cuéntame.
YO: Si lo has oído todo dímelo, suelta el enfado y no me trates como una niña ignorante.Inclina la cabeza, deja salir de sus labios un suspiro fuerte y me mira fijamente.
DANIEL: Te ha besado.
YO: Yo no he aceptado el beso, lo he abofeteado.
DANIEL: No dudo de ti y no dudaré nunca.
YO: Tenía miedo de que pensaras que yo quiero cambiarte por él o que ya no te quiero.DANIEL: He oído todo lo que ha sucedido, tenía pensado entrar y romperle los dientes pero me he tranquilizado porque tú necesitas tranquilidad. -Dice entre dientes-
YO: No quiero que busques ningún problema ¿Vale? -Pongo las manos en sus mejillas- Muñoz me da exactamente igual.
DANIEL: A mi también pero que esté besándote no me gusta, no me agrada que lo haga.
YO: Lo veo lógico.Se sienta a mi lado, encoge los hombros y me da un beso en los nudillos. Admiro su estabilidad, su saber estar, a pesar de estar furioso por dentro me sigue tratando de una manera dulce y amorosa.
YO: ¿Qué hay en las cajas?
Sonríe. Abre una de ellas dejándome ver un colgante hermoso.
YO: Dios mío, te habrá costado muchísimo.
DANIEL: ¿Puedes dejar de hablar de dinero cada vez qué te regale algo? -Pregunta riendo- Me siento algo incómodo.
YO: Pero es que ¡Guau! Es precioso.
DANIEL: Hay algo más.
YO: Si, todavía no sé qué contiene la otra cajita.
DANIEL: Es algo mucho más especial.
YO: ¿Mucho más?
DANIEL: Ábrela.Me la entrega. Deshago el lazo rojo que rodea la caja y la abro llena de nervios, emoción y curiosidad. Encuentro en ella unas llaves con un llavero con una de nuestras fotografías del fotomaton en miniatura, sonrío confusa y él ríe burlándose de mi.
YO: ¿Qué es esto?
DANIEL: Esto es las llaves de nuestro apartamento.Doy un salto, lo abrazo con fuerza y rio alto llena de felicidad. Sin importar el dolor, sin importar lo reciente que está la operación y lo débil que estoy.
YO: ¿Lo estas diciendo enserio?
DANIEL: Te propuse venir a vivir conmigo cuando salieras de aquí, tú aceptaste días después y yo empecé a buscar un apartamento para nosotros dos solos, sin mi hermano, sin mi cuñada, sin ni siquiera la presencia de tus padres que ya saben donde vivo actualmente.
YO: Quiero ir a nuestro apartamento cuando salga de aquí, quiero ser una chica normal.Lo beso.
DANIEL: Yo quiero que esto no implique que discutamos a cada rato -Bromea-
YO: No discutiremos, bueno, alguna vez, no podemos estar de acuerdo en todo.
DANIEL: Vamos a cumplir todos nuestros deseos juntos pero lo haremos sin prisas.Hago una mueca con los labios que causa curiosidad en él.
DANIEL: ¿Qué pasa?
YO: Tengo médula nueva, es cierto, pero eso no quiere decir que esté fuera de peligro o qué el cáncer no vuelva -Le pongo el dedo en los labios interrumpiendo sus palabras- déjame acabar. Se que existen posibilidades de que vuelva incluso con el trasplante de médula, no soy tonta Dani y por esa razón no me quedaré esperando a que las cosas que siempre he soñado sucedan. Voy a vivir como siempre he querido vivir, voy a estudiar, a viajar, a comer todo lo que me de la gana -Ríe- No sé si el cáncer volverá o no, pero si se que voy a hacer todo lo que quiero hacer.
DANIEL: No te convenceré para que lo hagas sin prisas ¿Verdad?
YO: No.
DANIEL: Estas loca.Le doy un beso más largo e intenso.
DANIEL: Te amo.
YO: Yo también. Ahora no van a poder prohibirte nada porque ya no decidirán sobre mi.
DANIEL: Mi chica se ha hecho mayor.
YO: Mm.
DANIEL: ¿Qué?
YO: Sigo siendo la misma.
DANIEL: La misma niña dulce y bonita de la que me enamoré. -Sonríe-Entra Alexa. Se sorprende por la cantidad de regalos que Daniel me ha traído y se da cuenta de las llaves.
ALEXA: Wow.
YO: Iré a vivir con él a nuestro apartamento.
ALEXA: ¿Vuestro?
DANIEL: Nuestro.ALEXA: Raúl se subirá por las paredes.
DANIEL: Raúl ya no podrá hacer nada para evitarlo.
•••
Daniel se marcha porque debe hacer varias llamadas e ir a su casa para organizar la mudanza.NARRA DANIEL.
En el parking me encuentro a Muñoz. Él y yo nos miramos desafiantes.
MUÑOZ: Kendall ya tiene los dieciocho, felicidades a ti también.
YO: Que casualidad, su cumpleaños y tú aprovechas.
MUÑOZ: ¿Perdona?No puedo contenerme y le doy un fuerte puñetazo.
YO: Es increíble como la gente que te juzga termina caminando por el mismo camino que tú. Has hablado tanto de mi con los demás doctores ¡Ética! Eso decías y ahora tú besas a mi novia, debería seguir partiéndote la cara pero prefiero mantenerme tranquilo, por mucho que intentes ser como yo, nunca serás como yo.
MUÑOZ: Solo ha sido un beso. No quiero ser como tú.
YO: Claro que no, tú no tendrás la suerte de que una chica tan increíble como Kendall te quiera.
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Hasta el último suspiro. ®
RomanceLa vida de Kendall cambió cuando un día le dieron la peor noticia de todas, la única noticia que consiguió ponerle los pies en la tierra. Su enfermedad la hará valorar todo aquello que nunca valoró. Y sin imaginárselo, también la llevará a conocer a...