Capítulo 71.

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NARRA DANIEL.

Raúl se hace a un lado. No sé si la expresión de sorpresa ha sido algo para bien o para mal, pero si de algo estoy seguro es de que se ha dado cuenta que mis sentimientos por su hija son reales.

MARTA: Daniel muchísimas gracias -Agradece con los ojos llenos de lágrimas- nunca podré pagarte lo que vas a hacer.
YO: No necesito que me paguéis nada. Lo hago solamente por ella, no existe ninguna otra razón.
ALEXA: ¿Cuándo será la operación? -Le pregunta al doctor-
MUÑOZ: Primero tenemos que preparar a Kendall, le realizaremos quimioterapia, posiblemente también radiación, tenemos que acabar con las células cancerígenas antes de realizar el trasplante. También tenemos que hacer las pruebas previas para evaluar la salud de Kendall para garantizar que esta preparada para el trasplante.
YO: Estamos hablando de casi un mes -Digo arqueando una ceja- Kendall corre riesgo de morir.
MUÑOZ: Eso iba a decir, gracias por adelantarte. -Dice en un tono de sargento insoportable-
MARTA: Un momento, si hace un momento habéis dicho que mi hija necesitaba un trasplante antes de dos meses porque morirá ¿Cómo pretendes qué esperemos un mes sabiendo el peligro qué Kendall está corriendo? -Pregunta inquieta. Miro a Muñoz, sabe que yo se lo mismo que él pero esta vez prefiero no ser yo el que responda la pregunta-
MUÑOZ: No podemos hacerle el trasplante sin hacerle las pruebas previas y sin destruir las células cancerígenas, sería arriesgado y su cuerpo rechazaría la médula inmediatamente.

La felicidad que hace un momento podía respirarse, desaparece, vuelve la preocupación, la tristeza, el miedo, todos los pensamientos positivos se vuelven negativos al conocer el porcentaje. Hay un 50% de que consiga salir de esta y otro 50% de que no sea así.

MARTA: ¿Es cierto? -Pregunta esperanzada en que yo le responda lo contrario, pero no hay otra verdad-
YO: Hay que esperar, solo un mes más.
MARTA: ¿Un mes más?
YO: Si, confío en la fortaleza de Kendall, sé que podrá, que lo conseguirá.

Alexa se me acerca. Tiene los ojos llenos de lágrimas, sostiene su móvil y me lo enseña mostrándome las mismas fotografías que Kendall me mostró. En esos momentos solamente éramos amigos que sentían de más el uno por el otro.

ALEXA: La fortaleza de Kendall eres tú.

Giro la cabeza para mirar la expresión de repugnancia de Raúl, él no está de acuerdo con Alexa pero si pronuncia palabra todos acabarán con él y desobedecerán cualquier prohibición que imponga, estoy seguro.

MARTA: Apruebo vuestra relación. -Me coge de la mano- Has demostrado que tu amor por mi hija es real, desinteresado y profundo. Tal vez mi marido no pueda aceptarlo pero yo sí y créeme, lo que a ella le haga feliz a mi me hará feliz.
MANU: Bienvenido a la familia. -Alarga la mano y nos damos un apretón- Cuñado.

Recibo el abrazo de Alexa.

YO: Existe un problema, estoy denunciado, me da igual arriesgarme y acercarme a vuestra hija, pero si me descubren mi carrera acabará por completo.
MARTA: Mi marido hablará con su jefe y con quien haga falta, se lo prometo.
RAÚL: Ahora entiendo, querías eso a cambio de tantos favores ¿No?
YO: No me hace falta nada a cambio para salvar a tu hija. -Digo haciéndole notar mi profundo enfado- La quiero, la salvaría aunque me estuvieran arrestando, aunque metieran en la cárcel.
RAÚL: Me resultaba extraño pero ahora lo sé, solo quieres que retire la denuncia para salvar tu trabajo.
YO: No señor, yo lo único que quiero es que Kendall venza al cáncer para tener hacer nuestra vida juntos y le guste o no es lo que sucederá. -Mi tono es serio, frío y desafiante. Le muestro que no tengo ningún miedo-
MARTA: Te juro que como en algún momento martirices a nuestra hija o la hagas sentir mal ¡Te echo de mi casa! -Exclama-
RAÚL: ¿Cómo te atreves?
MARTA: No intentes ponerte por encima de mis hijos. Es una guerra que no vencerás.

NARRA KENDALL.

Inquieta, moviéndome de un lado a otro porque de vez en cuando siento un dolor que estremece todo mi cuerpo. La enfermera aparece por mis suplicas y mis intentos de levantarme.

ENFERMERA: Señorita es peligroso, quédese donde está y no cometa más tonterías que pongan en riesgo su salud.
YO: Quiero ver a alguien de mi familia ¡Quiero saber qué me estáis ocultando! -Exclamo-

ENFERMERA: Voy a tener que inyectarte un calmante.

Me defiendo pese a mi debilidad para que no me inyecte nada. Quiero seguir gritando, exigiendo, quiero seguir despierta para averiguar qué es lo que me están ocultando y porqué ¿Acaso me voy a morir? ¡No soporto la incertidumbre!

ENFERMERA: Llamaré al doctor.

NARRA DANIEL.

Siguen en una discursitos que parece no terminar nunca. El doctor intenta aplacarlo un poco pero es inútil, Raúl no callará aunque no tenga razón. Para colmo aparece Mark, creía que no volvería a aparecer pero aquí está.

YO: No tienes nada que hacer aquí. -Le digo-
MARK: Me he enterado, quiero saber cómo está, dejé claro que no iba a rendirme.
YO: ¿No entiendes qué ya no siente nada por ti? La engañaste, la dañaste ¿Y todavía pretendes hacerle más daño?
MARK: ¿Tú qué sabrás? Siente rencor, es cierto, pero sé que aun me quiere.

Aparece una enfermera.

ENFERMERA: Doctor, la paciente quiere levantarse, exige que alguien entre a verla, creo que es conveniente para que consiga calmarla.
MARTA: Entra tú. -Me dice- Mereces ser el primero al que vea.
YO: Prefiero que os vea a vosotros antes, sois su familia, yo esperaré. -Sonrío- Pero por favor,  quiero ser yo quien le de la noticia.

Acceden.
••••
Después de un largo rato ellos salen y pese a todo termino entrando a verla, sin importarme lo que hagan conmigo mientras tanto por incumplir la regla.

NARRA KENDALL.

Estoy muy enfadada, nadie me ha contado lo que está pasando y creo que soy la que debe saberlo, odio que me oculten información por mi salud.

Escucho un ruido, giro la cabeza rápidamente y lo veo a él, sonriéndome, mirándome con sus profundos e intensos ojos marrones.

YO: Mi vida.
DANIEL: Déjame verte, besarte y abrazarte, por favor.

Lo hace. Me abraza con tanta fuerza que consigue hacerme sentir mejor, lo suyo es magia, una magia maravillosa. Me da mil besos, lo hace como si tuviera un miedo que lo atormenta y apuesto a que se cual es.

YO: Te. -Me besa- amo.
DANIEL: Tengo muy buenas noticias, tienes donante de médula y en un mes te operarán -Sonrío-
YO: ¿Me voy a curar? -Pregunto llorando por la emoción-
DANIEL: Hay muchas posibilidades bonita -Responde-
YO: Dios.
DANIEL: No te imaginas quien es el donante.

Arrugo la frente.

YO: ¿Mi madre? ¿Alexa? ¿Manuel? -Pregunto y niega con la cabeza-
DANIEL: Soy yo -Responde y mi corazón da un vuelco-
YO: ¿Tú? -Pongo las manos en sus mejillas y sonríe-
DANIEL: ¿Y sabes qué es lo primero qué vamos a hacer cuándo estés recuperada?
YO: ¿Qué? -Me besa-
DANIEL: Viajar.
YO: ¿Paris?
DANIEL: Mm.. -Pone la frente junto la mía-
YO: Dani -Rio a carcajadas-
DANIEL: Vas a hacer todo aquello que siempre has querido hacer ¿Te cuento lo mejor?
YO: Si. -Mordisquea mi labio-
DANIEL: Que lo haremos juntos, tú y yo.
YO: ¿Solo tú y yo?
DANIEL: ¿Acaso quieres invitar a alguien más?
YO: Pues.. -Alza una ceja- no, rotundamente no.
DANIEL: No iba a permitirlo.

Reímos.

YO: ¿Y mi padre? Siento decirte que no te acepta. -Digo en un tono medio gracioso y burlón-
DANIEL: Ah.. tu padre.. -Cruza los brazos y se aleja- tendrá que ver como te rapto.
YO: ¿Piensas raptarme Oviedo? ¿Dónde dejas la ética?
DANIEL: Pues la ética tendrá que joderse. Cuando te tenga juntito a mi en mi cama me importará muy poco la ética, tu padre, la edad y cualquier cosa que quiera o intente separarnos.
YO: ¿En tu cama? -Pregunto inocentemente-
DANIEL: Desnudos. -Responde cortándome la respiración y excediendo mis deseos-
YO: ¡Dani! -Rio-
DANIEL: ¿Qué? ¿No puedo tener pensamientos pervertidos con mi novia?
YO: Aja.. somos novios. -Digo bromeando y me toca los labios con los dedos-
DANIEL: ¿Quieres saber lo qué eres?
YO: Si, tengo curiosidad.

Me besa.

DANIEL: Eres mi vida pequeña. -Susurra erizándome la piel y acelerándome el corazón-

Hasta el último suspiro. ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora