Capítulo 29.

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NARRA KENDALL.

Mi corazón se rompe. Sus palabras son demasiado crueles, se que lo está haciendo con la intención de hacerme daño pero no puedo evitar darle el placer de que me lo haga.

YO: Vete.
ROSANNA: Ya he dicho todo lo que tenía que decir.

La miro fijamente, con ganas de cruzarle la cara pero me contengo y la veo marchar.

He conseguido que no me vea derrumbada pero en cuanto ha salido por la puerta no he podido evitar echarme a llorar. Ya sabía que sentía lástima por mi y que por eso hace todo lo que hace para verme bien, pero que te lo digan en la cara es lo más doloroso del mundo.

NARRA DANIEL.

En la salida del hospital me encuentro a Rosanna, algo que me resulta extraño pero a la vez lo veo como algo normal en ella.

YO: ¿Qué haces aquí?
ROSANNA: Menos mal que te he encontrado, he venido a verte un ratito -Me rodea el cuello con su brazos-
YO: ¿No tenías sesión de fotos?
ROSANNA: Si, en una hora -Me besa-
YO: Deberías irte para no llegar tarde.
ROSANNA: ¿Por qué me echas? -Pregunta frunciendo el ceño furioso-
YO: No he estoy echando, te estoy aconsejando para que no llegues tarde.
ROSANNA: Parece como si te molestara mi presencia ¿Existe alguna razón?

Pongo los ojos en blanco, ella y sus malditas indirectas, era lo que menos echaba de menos.

YO: Ya estas con tus paranoias ¿No? ¿No hablemos sobre eso?
ROSANNA: Vengo a verte y tú me echas.
YO: Que no te estoy echando.

Paso la mano por mi nunca y desesperado doy media vuelta para dejarla hablando sola.

ROSANNA: ¡No puedes hacerme esto!
YO: Tengo que trabajar.
ROSANNA: ¡Te llamo luego!

Asiento con la cabeza. Entro en el ascensor y subo a planta.

MARTA: Doctor.
YO: Dígame.
MARTA: ¿Cómo está mi pequeña?
YO: La neumonía está despareciendo, ya no tiene fiebre y apenas tiene tos, la hemos cogido a tiempo.
MARTA: Gracias. -Sonríe-
YO: Solo hago mi trabajo.

Sacan a Kendall de su habitación para llevarla a quimioterapia, me acerco pero ella se aparta y directamente habla con su madre.

KENDALL: Puedes venir cuando acabe.
MARTA: No, estaré esperando en la habitación, pronto vendrá tu hermano.
KENDALL: Vale.

Su indiferencia me resulta rara, ella no suele ser así ¿Qué ha podido cambiar? Ayer estaba bien y no estaba para nada borde conmigo.

NARRA JESÚS.

Rosanna llega a casa en taxi para cambiarse de ropa e ir a trabajar.

ROSANNA: Jesús, una pregunta.
YO: Como no, házmela.
ROSANNA: ¿Daniel en estos días ha trasnochado?

No me sorprende su pregunta, es tan tóxica, tan celosa y paranoica que nada de lo que me pregunta me sorprenderá.

YO: No, no tiene tiempo para trasnochar.
ROSANNA: Y... ¿No ha hablado con ninguna otra mujer?
YO: ¿Por qué me preguntas a mi? Estas cosas deberías hablarlas con él que es tu pareja, no conmigo.
ROSANNA: Tú eres su hermano y lo sabes todo.

Suelto una carcajada llena de sarcasmo.

YO: Deberías relajarte.
ROSANNA: Jesús.
YO: Enserio, estas muy estresada.

Coge una de sus típicas rabietas y camina hacía el coche que la espera en la puerta.

YO: Menuda loca. -Resoplo-

Recibo un mensaje de Ana que no puedo ignorar:

"Oye ¿Quedamos? Tengo tantas cosas que contarte, tanto que preguntarte, quiero saber cómo te ha ido todo en este tiempo, de verdad, quiero verte."

Hasta el último suspiro. ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora