Capítulo 92.

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NARRA KENDALL.

Francesca lo está llamando pero lo más sorprendente es que aún la tiene guardada en sus contactos.

YO: ¿Daniel?
DANIEL: Ni siquiera me acordaba de que la tenía. -Dice y le cuelga la llamada-
YO: ¿No sabes lo qué puede querer de ti?
DANIEL: Estoy seguro de que lo que quiere es saber sobre Rosanna y la denuncia que ha puesto contra ella.

Él no quería decírmelo, lo noto en la expresión inmediata de su cara.

YO: ¿Cómo lo sabes? -Pregunto frunciendo el ceño-
DANIEL: Pues.. porque yo la llevé a comisaría con mi hermano. -Responde. Muevo la cabeza y cruzo los brazos-
YO: ¿No tienes confianza conmigo? ¿Qué crees? ¿Qué voy a dejarte por ser compasivo? -Pregunto dulce. Me mira confuso, creo que esperaba una reacción peor por mi parte-
DANIEL: Quería quitármela del camino, ella quería mi protección y Jesús se negó, tengo la suerte de tener un hermano policía.

Paso los brazos por alrededor de su cuello y le doy un dulce beso entre los labios.

YO: No quiero que por mi culpa seas cruel con nadie, ni siquiera con ella que tanto lo merece.. Confío en ti, te lo prometo pero en ella no.

Desvía la mirada, hace una mueca con los labios y deja caer la cabeza en mi pecho.

DANIEL: No estamos viendo ninguna película.
YO: Lo sé, pero me gusta tenerte así y ahora mucho más que podemos estar juntos ante los ojos de la gente. -Mordisquea mi cuello- Dani -Rio- Para.
DANIEL: Tengo tantas ganas de tenerte a solas.

Aún siento vergüenza cuando me dice cosas así.. Pero me encanta saber que me desea tanto como yo a él.

YO: Cuando me dejen salir de aquí ¿Iremos al apartamento?
DANIEL: Mm... si tú quieres si.
YO: Claro que quiero, vivir contigo es un sueño.
DANIEL: Entonces en cuanto te permitan salir -Me besa- iremos al apartamento y no saldremos de allí en días.
YO: ¡A la!
DANIEL: No te mentiré. -Bromea-

Comemos chocolates que él saca de la máquina, terminamos las palomitas y seguimos "viendo" películas. Consigue que todo se me olvide, que nada me importe más que él aunque todo se esté derrumbando a nuestro al rededor.. siempre consigue hacerme sentir protegida.

NARRA MANUEL.

Recibo la visita de mi padre, él tan serio como siempre, hasta en momentos como este en el que lo necesito como padre.

PAPÁ: Siento mucho todo lo que está pasando hijo.
YO: Me siento culpable, si no hubiera insistido ella estaría bien.
PAPÁ: No te culpes. -Dice serio- Ya tenemos bastante con sus padres que no dejan de culparte por ello, tú tienes que tener en mente que has hecho feliz a Alexa, muy feliz.
YO: Ni siquiera hablando con ellos pensaría lo contrario ¿Cierto?

Niega con la cabeza. Los entiendo, su hija estaba conmigo y yo conducía la moto, yo perdí el control y por mi culpa salimos disparados, ni siquiera él casco pudo evitar el fuerte golpe que ha sufrido.

En mi mente rondan las últimas palabras que me dijo, dos palabras que significan todo y que pase lo que pase me harán sentir que todo valió la pena; Te quiero.

PAPÁ: Tú solamente tienes rasguños y una pierna rota, afortunadamente estás bien.
YO: No estoy bien papá, puede que físicamente esté bien pero por dentro estoy muriendo con ella.
PAPÁ: Será difícil, lo sé, pero podrás con ello hijo.
YO: ¿Podré sabiendo qué el amor de mi vida ya no estará conmigo?

Entra el doctor Fernández.

FERNÁNDEZ: Manuel ¿Cómo te sientes?
YO: Nada me duele más que el corazón.
FERNÁNDEZ: Entiendo.
YO: ¿De verdad no existe ninguna posibilidad de salvarla?
FERNÁNDEZ: Solo un milagro podría salvarla.
YO: Yo tengo fe.
FERNÁNDEZ: Sigue teniéndola. -Pone la mano en mi hombro- No pierdas nunca la esperanza.
YO: ¿Despertará del coma?
FERNÁNDEZ: Tuvimos que inducirle el coma por el estado en el que llegó, la hemorragia pudo haberla matado.
YO: Todo es mi puta culpa. —Llevo las manos a mi cabeza-
FERNÁNDEZ: Las cosas pasan porque así deben pasar Manuel, tú no eres adivino ni ves el futuro para saber lo que pasaría, es triste y nos hace sentir impotencia, sentirnos culpables por no haberlo impedido pero no se puede cambiar lo que debe ser.
YO: Hablas como si.. -Asiente con la cabeza-
FERNÁNDEZ: Perdí a mi esposa en un accidente de coche, yo conducía.
YO: Lo siento.
FERNÁNDEZ: Quise dejarlo todo, tirar la toalla y no seguir siendo doctor, pero me juré ser el mejor.
YO: ¿Entonces por qué luchaste tanto para quitarle el trabajo a Daniel? No lo conseguiste limpiamente.
FERNÁNDEZ: Porque yo iba a ser el que trabajaría en su lugar pero cuando llegó quedaron tan impresionados con su dedicación y constancia que no me dieron tiempo a demostrar nada.

YO: ¿No te sientes culpable por lo qué ocurrió?
FERNÁNDEZ: Me sentí culpable durante muchos años hasta que entendí que si ella hubiera conducido.. le habría pasado lo mismo, estaba en manos del destino aquel día.

Bajo la mirada con los ojos llenos de lágrimas.

YO: No quiero perderla.
FERNÁNDEZ: Ten fe.. yo ni siquiera pude tenerla, mi mujer murió antes de llegar al hospital.

NARRA DANIEL.

Kendall se queda dormida en mi pecho. Paso los dedos por su cabeza dándole pequeños masajes.

YO: Te quiero tanto. -Susurro-

Mueve la cabeza. Apenas ha dormido cinco minutos.

KENDALL: Tenemos que volver, no quiero dejar sola a Alexa.
YO: Mi niña.. es peligroso para ti.
KENDALL: Estoy bien.
YO: Podrías enfermarte por cualquier virus y empeorarías tu situación.
KENDALL: No me pidas que la deje sola, ella es mi mejor amiga y nunca me abandonó, ni siquiera cuando yo le había hecho tanto daño.
YO: Te prometo que cuando descanses te llevaré con ella.
KENDALL: Ya he descansado lo suficiente.
YO: No es cierto.

Le doy un beso en la cabeza.

KENDALL: ¿Y si le pasa algo mientras yo no estoy?
YO: Tranquila pequeña.
KENDALL: No puedo estar tranquila, sabes que es imposible.

De repente mi móvil vuelve a vibrar y a encenderse, esta vez es Rosanna la que me llama.

KENDALL: Rosanna -Resopla- cógelo.
YO: No, no me apetece hablar con ella. -Dejo el móvil a un lado-

Me tumbo encima de ella y le doy diminutos besos en los labios.

KENDALL: Ay. -Ríe-

NARRA KENDALL.

Su móvil no deja de vibrar. Decido cogerlo para pedirle a Rosanna que lo deje tranquilo y él me lo permite.

YO: Diez mensajes, que pesada.
DANIEL: Bastante.

Leo un mensaje que me llama la atención más que ningún otro.

YO: ¿Te ha besado?

Hasta el último suspiro. ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora