Hasta el último suspiro. ®

Capítulo 38.

NARRA DANIEL.

Me acerco a la camilla en la que la están transportando. Ha intentado suicidarse cortándose las venas, lo sé porque tiene las muñecas cubiertas por vendas.

Cojo aire, Jesús pone la mano en mi hombro y giro la cabeza.

JESÚS: Dani.
YO: Hablamos más tarde, iré hablar con el doctor que lleva estos casos.
JESÚS: ¿Estas bien? -Pregunta preocupado por mi-
YO: Si, no te preocupes, espera si quieres fuera.

NARRA KENDALL.

Lo veo todo porque he insistido en que Alexa me acercara hasta una distancia donde pudiera ver lo que ha ocurrido.

ALEXA: Que fuerte.

Lo veo preocupado, nervioso, aturdido y entra después de que entran la camilla.

YO: Vamos, no tenemos nada que hacer aquí.
ALEXA: ¿No lo esperamos? -Pregunta alzando  de sus cejas-
YO: Él no puede ¿O acaso no lo ves? Además, quiero volver a mi habitación, no me siento bien.
MANU: ¿Es grave?
YO: No, solo me duele la cabeza.

Alexa consigue que mi hermano no haga más preguntas y me sorprendo porque ella tampoco las hace. Cuando llegamos a mi habitación me sorprendo al oír que están hablando de Mark, no entiendo que hacen hablando de ese estúpido pero espero que no sigan hablando de él conmigo dentro de la habitación.

MAMÁ: Hija.
YO: Dime mamá.
MAMÁ: Nada, ya me estaba preocupando un poco. -Pasa la mano por mi rostro-
YO: Estaba tomando el aire y.. hablando con mi doctor sobre mi operación.
PAPÁ: Ya nos ha informado la enfermera, solo tenemos que hablarlo con él para asegurarnos de que no correrás riesgo.
YO: En una operación siempre se corre riesgos y yo pues.. más.
PAPÁ: Hija -Me coge de la mano-
YO: Dime papá.
PAPÁ: La próxima vez que te ocurra algo pídele a tu doctor que nos avise sea la hora que sea, no importa que tengamos que venir de madrugada con los ojos pegados.
YO: No fue nada. -Aseguro tocándole los nudillos-
MAMÁ: Tuvieron que hacerte una transfusión de sangre porque habías tenido una hemorragia ¡Por supuesto qué fue algo! Y algo demasiado importante ¿Y si te hubiera pasado algo? Me muero chiquita.

La abrazo porque necesito un abrazo de ella, no porque he estado al borde de la muerte una vez más, si no porque simplemente necesito abrazarla para sentirme querida y protegida.

YO: Mamá, papá, siento haberme comportado tan mal con vosotros.
PAPÁ: Has cambiado y has sabido remendar tus errores. -Los ojos se me llegan de lágrimas- No llores.
YO: Os he tratado mal, os he gritado e incluso os he dicho que no os quería.
MAMÁ: Siempre vamos a estar para ti.

Los agarro a los dos de las manos y sonrío llena de lágrimas. Busco a mi hermano con la mirada, él me sonríe, no hace falta palabras para que sepa que también siento haberme comportado como una extraña con él.

ALEXA: Es súper bonito esto. -Pasa el brazo por alrededor de mis hombros y echo la cabeza en su hombro- Pero créeme que yo se lo que te ocurre. -Me susurra-

NARRA DANIEL.

Espero hasta poder hablar con el doctor.

YO: ¿Cómo se encuentra?
DYLAN: Su amiga se encuentra estable, afortunadamente teníamos su tipo de sangre y se recuperará.
YO: Gracias.
DYLAN: Tendrá que quedarse un par de semanas ya que no ha sido un accidente o enfermedad, ha tratado de quitarse la vida y nuestros psicólogos se encargarán de hacerle una revisión completa.
YO: Si, lo sé, en estos casos es lo que se hace para evitar posibles nuevos intentos.
DYLAN: Exacto.

Meto las manos en mis bolsillos y me dispongo a volver a mi trabajo.

DYLAN: Quiere verte. -Anuncia-