Capítulo 81.

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NARRA DANIEL.

Muñoz se acerca a los familiares en vez de responderme a mi, no le agrada mi presencia pero lo noto mucho más tirante, muchísimo más molesto conmigo ¿Por qué? ¿Acaso está pasando algo qué yo no sé?

JESÚS: Tranquilo. -Susurra- Tiene que cumplir las normas.
YO: Hay algo más, lo noto.
JESÚS: No pensarás que.. -Miro a Muñoz de reojo- Es una sandez.
YO: Lo mío también y pasó sin más.

Muñoz pasa por mi lado sin decirme nada y vuelve a entrar. Alexa se acerca a mi.

ALEXA: La operación ha salido bien -Dice emocionada- Ahora necesita reposo.
YO: Y ser observada las veinticuatro horas por si su cuerpo rechaza la médula.
ALEXA: ¿Puede rechazarla? Es compatible.

Muevo la cabeza de un lado a otro y sonrío. Olvido todo lo que estoy pensando sobre el doctor Muñoz y evidentemente hago notar mi emoción.

JESÚS: ¡Genial! -Ríe-

RAÚL: Nos ha comentado que posiblemente en unos días le permitan seguir con el cuidado en casa. -Anuncia él y giro la cabeza- En nuestra casa.
YO: Mañana cumple dieciocho años. -Le recuerdo cortante- Ella decidirá donde se quedará.
RAÚL: No te llevarás a mi hija contigo Oviedo.
MARTA: Creo que no estará en mejores manos. -Añade Marta provocado la mirada asesina de Raúl-
RAÚL: Nuestra hija tiene que estar con nosotros.

MANUEL: Eso tiene que decidirlo ella papá y si sigues con esa actitud te aseguro que ni siquiera se acercará por casa.

Decido ir a por algo de la máquina para evitar un nuevo conflicto con su padre. Mark me persigue provocándome e intentando meter cizaña.

MARK: Quizás ahora sepa que no te quiere y que solo te necesitaba para sus cuidados.
YO: Te encantaría ¿Verdad?
MARK: Si.
YO: Tengo claro que si en algún momento algo parecido ocurre no pienso perseguirla ni acosarla como tú.
MARK: Yo no acoso a Kendall.
YO: He visto como te ha rechazado mil veces y tú sigues, sigues a pesar de que te ha dejado claro que no ¡Qué no tiene intención de mantener una relación contigo!

Él da un golpe en la máquina.

MARK: Ella me quiso.
YO: No lo dudo. Pero deberías dejarla ir porque le hiciste daño y ya no te quiere.
MARK: ¿A ti si? -Pregunta riendo-
YO: Estoy seguro de que tú lo sabes mejor que yo. -Respondo. Recojo una chocolatina de la máquina y me dirijo de nuevo con mi hermano-

No entraré en sus provocaciones, es un crío picado. Lo único que quiere es atención y un motivo para hacerme pelear con Kendall, no se lo permitiré.

JESÚS: Ana me ha llamado, en unos minutos estará aquí.
YO: Ya echaba de menos su vocecita. -Reímos-

NARRA KENDALL.

Despierto cansada, débil y dolorida.

YO: ¿Doctor?
ENFERMERA: Bailey, no te preocupes porque la operación ha sido un éxito.
YO: ¿De verdad?
ENFERMERA: De verdad, ahora solo tienes que recuperarte.

Por primera vez en mucho tiempo estoy llena de esperanza. Quiero salir de aquí y cumplir todos los propósitos que tengo en mente con Daniel, quiero irme a vivir con él y tener una vida normal.

YO: Quiero ver a mi novio.
ENFERMERA: No sé si es buena idea, creo que está terminantemente prohibido.
YO: Él es mi pareja y yo quiero verle, no podéis negármelo.
ENFERMERA: Iré a ver qué puedo hacer ¿Vale?

Asiento con la cabeza. Me incorporo con cuidado en la cama y cierro los ojos.

NARRA DANIEL.

Andrea, una de las enfermeras sale preguntando por mi. Kendall quiere verme a mi antes que a cualquiera y no pueden negarle la petición.

ANDREA: Muñoz no está muy contento, dice que pones en peligro su trabajo.
YO: ¿Has visto a Muñoz muy cerca de Kendall últimamente?
ANDREA: Es su doctor, está al pendiente de ella.

Entro en la habitación. Kendall mantiene los ojos cerrados y yo me acerco sigilosamente hasta ella. Comienzo a darle besos en la mejilla hasta que la escucho reír.

KENDALL: Puedo distinguir tu olor.
YO: Me siento afortunado.
KENDALL: Ha salido bien. -susurra- Se que aún me queda un tiempo hasta estar totalmente fuera del alcance del cáncer pero tengo esperanza.
YO: Es el primer paso para dejarlo atrás.
KENDALL: Se los riesgos, se que puede rechaz la médula de un momento a otro.
YO: Eso no pasará.

La beso. Le acaricio la cabeza y me siento feliz por ella, por todo lo que poco a poco está logrando con su lucha.

KENDALL: Veo que no te devuelven el trabajo ni siquiera cuando estás demostrando que tu amor por mi no es un capricho.
YO: No me lo devolverán pero tampoco lo necesito, puedo buscar otro.
KENDALL: Se lo del juicio.
YO: No tiene importancia.
KENDALL: Pueden retirarte el título y me siento impotente, ni siquiera saben lo que sentimos, no se dignan a ver como me quieres o como te quiero yo a ti, solo juzgan y opinan a su antojo llenos de prejuicios, supuesta ética y poco cerebro.

Rio. Ella ríe también.

YO: ¿Poco cerebro?
KENDALL: Pues si.
YO: Yo diría poca empatía.
KENDALL: Seguro que muchos se han acostado con pacientes pero ninguno ha tenido la valentía para dar la cara como lo has hecho tú.

Le muerdo el labio. Nos besamos apasionadamente hasta que por falta de oxígeno debemos separarnos.

YO: Tal vez porque para mi no solo has sido sexo y nunca serás solo sexo.
KENDALL: Será porque me quieres.
YO: Si, tal vez. -Me besa-

Muñoz aparece, tose y se acerca con dos enfermeros para devolver a Kendall a su habitación.

MUÑOZ: Podéis seguir hablando cuando Kendall esté en su habitación, el problema serán los sedantes para el dolor.
KENDALL: ¿Es necesario?
MUÑOZ: Si.

NARRA KENDALL.
9:00 am.
••••
Al día siguiente despierto con el sonido de una canción de cumpleaños en mi oído, la típica canción. Alexa me sonríe, es cierto, hoy cumplo mi mayoría de edad.

ALEXA: ¡Feliz cumpleaños!
YO: Los sedantes me dejaron dormida.
ALEXA: Si, Daniel te acompañó hasta que acabó la hora de visita.
YO: Daniel -Sonrío- por fin podré estar con él sin prohibiciones.
ALEXA: Uno de tus mejores regalos de cumpleaños.

El doctor entra sonriente.

DOCTOR: Feliz cumpleaños.
YO: Gracias. -Rio-
ALEXA: Mierda, tengo que ir a por mi móvil, lo he dejado en la moto.
YO: Que despistada eres.

NARRA DANIEL.

Llevo preparando este día durante semanas. He alquilado un piso para nosotros dos, claro, cuando ella pueda recibir el alta. He comprado varios regalos para ella y sus flores favoritas.

JESÚS: Te llevo.
•••
Después de veinte minutos llegamos al hospital. Jesús se va a trabajar y yo subo en ascensor con todos los regalos para ella.

CLARA: Bonito oso de peluche. -Dice cuando el ascensor se abre-
YO: ¿Le gustará?
CLARA: Indudablemente.

NARRA KENDALL.

El doctor me revisa.

DOCTOR: Estas bien. Si en algún momento te da fiebre no te preocupes, solo pulsa el botón y vendré.
YO: Vale.
DOCTOR: En unos días podrás irte a tu casa, claro, bajo supervisión médica.
YO: ¿De verdad?
DOCTOR: Si.

Él saca una cajita.

DOCTOR: Para ti.

YO: Es un colgante muy bonito, gracias.

Por sorpresa me besa dejándome en shock.

Hasta el último suspiro. ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora