Capítulo 73.

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NARRA DANIEL.

El impacto que produce su descabellada idea no me permite ni siquiera pronunciar palabra ¿Qué quiere conseguir? Tal vez lo que quiere es acobardarme y que sea yo mismo el que me aleje de Kendall por miedo al matrimonio.

YO: ¿Perdona? -Pregunto incrédulo-

Apoya el codo en el brazo de la silla de ruedas y se sujeta la barbilla con la mano, pensativo, examinando mi reacción.

RAÚL: Sabría que te harías el loco. —Responde muy seguro de sus suposiciones-
YO: Lo que has propuesto es de locos, Kendall va a cumplir dieciocho años ¿En qué estás pensando? Si lo que estás buscando es que salga corriendo estás muy equivocado Raúl, yo no soy y no seré nunca de esos. -Mi tono es frío y serio. A lo que él responde levantando una ceja-
RAÚL: Entonces demuéstramelo.
YO: El día que me case con su hija será porque yo lo he decidido, no por un chantaje y tampoco por obligación. Escúchame bien, pero hazlo con claridad porque yo te lo diré lo suficientemente claro para que puedas entenderme, Kendall dentro de un mes cumple dieciocho años y no me hará falta tu consentimiento para estar con ella, es más, ahora ni siquiera me importa.

Paso por su lado ignorando sus reclamos y sandeces.

ALEXA: ¿Todo bien? -Pregunta sentándose a mi lado-
YO: Si, solo que ese hombre cada vez me sorprende más. -Le doy un sorbo a mi refresco-
ALEXA: Pues acostúmbrate, es insoportable.

Bajamos la mirada, nos miramos y reímos.

YO: Si, muy insoportable.
MANU: ¿Qué le has dicho a mi padre? -Pregunta uniéndose a nuestra risa- Esta amargado.
YO: Nada, quería casar a tu hermana conmigo al salir del hospital.

Él se queda con la boca abierta sin poder creer lo que le estoy contando y Alexa inmediatamente me hace como quince preguntas a la vez.

YO: Le he dicho que no, que Kendall en nada cumple dieciocho y nada de lo que diga va a poder separarnos. No entiendo a Raúl, voy a salvarle la vida a Kendall y todavía me pide más demostraciones de amor ¡Esta loco! -Pongo los ojos en blanco-
ALEXA: Lo único que quería era que salieras corriendo -Asegura corroborando mis pensamientos-
YO: Lo sé.

Mark aparece de nuevo, parece que Raúl no es el único pesado e insoportable, todavía Mark puede superarlo.

MARK: Vas a salvarle la vida.
YO: Si.
MARK: ¿Por qué? -Pregunta tan serio que no puedo evitar echarme a reír-
YO: Porque la quiero, porque es mi pareja y porque quiero un futuro con ella. -Respondo. Evidentemente no sabía nada de lo que le acabo de decir, ni siquiera sabía que Kendall y yo estamos juntos-
MARK: ¿Cómo?
YO: Lo oculté por mi trabajo, por el que dirían de mi, de ella, de nosotros pero ahora me da igual, porque el amor no necesita ninguna etiqueta y lo que los dos tenemos es real.

Ríe, se echa las manos a la cabeza y la mueve de un lado a otro.

YO: Acéptalo.
RAÚL: Mark, aléjate de ese hombre, no dice más que mentiras.
YO: Perdona por no ser como él, por no abandonarla por su enfermedad y por no enseñarla con cuanta mujer pueda ¡Perdona! -Exclamo en un tono sarcástico-

NARRA KENDALL.

Terminan con las pruebas que me dejan agotada, ahora me canso mucho más que antes y lo odio, soy una persona hiperactiva, para mi es imposible quedarme sin hacer nada.

ENFERMERA: Kendall ¿Puedo hacerte una pregunta?
YO: Si.
ENFERMERA: ¿El romance es real? -Pregunta y pongo los ojos en blanco. Que pereza contestar la misma pregunta tantas veces-
YO: Lo es.
ENFERMERA: Hace nada escuché que su novia estaba internada en el hospital y ahora tú eres su pareja, no entiendo.
YO: Rosanna fue su novia, ya no ¿Y sabes qué? Voy a dormirme, lo prefiero.
ENFERMERA: Al margen de lo que digan los demás, se nota lo mucho que te quiere.

Sonrío. Me giro hacía el otro lado y cierro los ojos. Quisiera tenerle aquí. Aunque pensar que existe la posibilidad de salir de este hospital e irme a vivir con él.. es maravilloso, me lleva de ilusión, de esperanza y de mucha felicidad.

Ya extraño su olor y dormir abrazada a él. Solo fue una vez pero quiero volver a repetirlo.

NARRA JESÚS.

Escucho el sonido del timbre mientras me doy un baño. Rodeo mi cintura con la toalla y cojo otra más pequeña para secarme el pelo.

ANA: Una carta para tu hermano.
YO: Déjame ver. -Digo secándome los dedos-

La abro. La leo detenidamente descubriendo el futuro de mi hermano.

YO: Un juicio.
ANA: ¿Lo dices enserio?
YO: Si. En el juicio se va a decidir si mi hermano sigue con el título de medicina o si se lo retiran retirándole así también el derecho de ejercer su trabajo.
ANA: No pueden ser tan injustos.
YO: Voy a hablarlo con el abogado de nuestra familia.

Cojo el teléfono. Consigo una cita para hablar con él y me preparo para ir.

ANA: Amor.
YO: Dime.
ANA: ¿Podría ir a la cárcel?
YO: Estate tranquila, es la última opción, además, el juicio lo ganará él. -Resoplo- es increíble, hace meses habría hecho hasta lo imposible para no perder la posibilidad de cumplir su sueño y ahora se prefiere perderlo antes que perder a esa chica.
ANA: Está enamorado, si supiera que es justo te aseguro que tu hermano lucharía pero está claro que todo lo que están haciendo es injusto, que solo se han enamorado, no han matado a nadie.

Le envío un mensaje para avisarlo de todo lo que está pasando.

Hermano, ha llegado una carta, es un juicio, tenemos que hablar, llámame cuanto antes o pásate por casa.

Ana me hace un masaje para el estrés y yo suspiro aliviado.

ANA: No sigas estresándote.
YO: ¿Cómo evitarlo?
ANA: Todavía tienes tiempo ¿Verdad?
YO: Si.

Juguetea con mi pecho. Sonrío pícaro y la rodeo con mis brazos.

ANA: Vamos a quitarte ese estrés. -Me besa-
YO: Me parece bien. -La beso-
ANA: De la manera que más te gusta.
YO: ¿Si?

Mueve la cabeza. Nos tumbamos en la cama y nos besamos arrebatándonos la ropa.

NARRA DANIEL.

Esperamos hasta que el doctor sale para informarnos.

MUÑOZ: Todo está bien, ahora solo queda quimioterapia y radiación.
RAÚL: ¿Podemos entrar a verla?
MUÑOZ: Si, claro.
MARTA: Bien -Sonríe-

Doy un paso hacía delante y él me frena.

MUÑOZ: Lo siento Oviedo, no puedo seguir haciendo la vista gorda, sabes que no puedo poner en riesgo mi trabajo por nada del mundo. -Dice lleno de seriedad- Tú no puedes entrar.

Hasta el último suspiro. ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora