Hasta el último suspiro. ®

Capítulo 25.

NARRA DANIEL.

Me quedo en silencio, no tengo excusa, el nombre de ella me ha salido sin más, el subconsciente me ha jugado una mala pasada ¿Por qué? No lo sé o más bien no quiero pararme a pensar un porqué.

ROSANNA: ¿¡Cómo acabas de llamarme!?

Trago saliva ¿Qué excusa le pongo? Las palabras ni siquiera me salen, es como si me hubieran pillado con las manos en la masa o peor, siéndole infiel.

YO: Cariño lo siento, es que estoy aprendiéndome todos los nombres de los pacientes y por el cansancio ya no sé qué digo.
ROSANNA: Kendall es esa chica.

Mierda, no recordaba que la conocía.

YO: ¿Cuál?
ROSANNA: La chica bonita.
YO: No me fijo en esas cosas, pero perdóname, tengo la cabeza en otro lugar.

Se queda en silencio ¿He podido convencerla? Sabiendo lo paranoica que es.. no lo creo.

ROSANNA: Tranquilo amor. -Dice dulce dejándome sorprendido, ni me ha gritado, ni insultado-
YO: ¿De verdad qué no pasa nada? -Pregunto aún con el miedo de que de un momento a otro empiece a gritarme-
ROSANNA: Entiendo que te equivoques, pasas las veinticuatro horas trabajando.
YO: Gracias por entenderme.
ROSANNA: Tengo que colgar, te quiero.
YO: Cuídate.

CUELGO LA LLAMADA.

Lo más extraño no ha sido que me entendiera, si no que sea ella la que se despida primero cuando millones de veces he tenido que decirle que tengo trabajo para poder colgar.

No logro entender porque me ha salido su nombre de la nada cuando ni siquiera estaba pensando en ella.. ¿O si?

NARRA KENDALL.

Hacemos vídeo llamada con unas amigas del instituto, creo que las únicas que se han preocupado por mi y han perdonado mis errores.

HANNAH: Tía ¿Y cómo te sientes?
YO: Bueno, con un poco de dolor en el pecho pero bien, en este momento no tengo fiebre.
ROCÍO: Tenemos que ir a verte tía, pero con los estudios apenas hemos podido.
YO: No os preocupéis, tampoco pido una lealtad tan.. bueno, con Alexa tengo bastante, ella y yo lo pasamos bien.

Alexa pasa el brazo por alrededor de mis hombros y Hannah saca un tema del que no quiero ni siquiera acordarme.

HANNAH: Oye ¿Mark y tú ya no estáis juntos?
YO: Mark y yo nunca debimos estar juntos, él es un niñato imbécil que a la primera de cambio ya tenía nuevo lío.
HANNAH: Se rumorea que quiere reconquistarte.
YO: Que le jodan.
ROCÍO: Fue el el primero ¿No? Ya sabes, con el que la perdiste.
YO: ¿Esto es un interrogatorio ahora? -Pregunto haciéndoles notar mi extremo enfado y ellas intentan cambiar de tema- Mark no es nada para mi, se acabó, si, me acosté con él, si, fue el primero pero no se acaba el mundo por acostarte con un gilipollas, os agradecería que dejarais de nombrarlo.

HANNAH: Está bien, tienes razón, es un niñato que anda bajo las faldas de su mamá todavía.
ALEXA: Las dos preferimos a alguien maduro.
ROCÍO: Pero si tú estás enamorada del chico menos maduro del mundo.
YO: ¡Oye! Mi hermano ha madurado ¿Vale?
ALEXA: Es un chico maravilloso y no me importa que tan maduro sea, le quiero. -Confiesa dejándome con la boca abierta, que aunque ya lo sabía, me sorprende que lo sé lo admita a alguien más-

Daniel entra en mi habitación con unos papeles, Hannah y Rocío se quedan embobadas cuando sin querer sale en La videollamada.

DANIEL: Tienes que entregarle este papel a tus padres.
YO: Lo haré ¿Qué es?
DANIEL: Una autorización por si aparece un donante de médula compatible contigo, no esperaríamos, directamente procederíamos a operarte -Muevo la cabeza- Tranquila, es algo que le entregamos a todos los pacientes con los pros y contras.

Las dos cuchichean hablando entre ellas sobre el físico de Daniel.

DANIEL: No sabía que estabas ocupada -Ríe- Me he metido en la videollamada.
YO: No pasa nada.

Él se marcha porque debe seguir con su trabajo. Hannah y Rocío lo dicen directamente: "Esta buenísimo"

YO: Es mi doctor.
HANNAH: Preséntamelo, lo ilegal lo vuelvo legal. -Bromea haciéndome enfadar muchísimo, no me gustan los comentarios sobre el físico de Daniel-
YO: Ya ¿No? Es evidente que es atractivo pero no es la primera vez que veis un hombre atractivo.
ROCÍO: Solo vemos niñatos.
HANNAH: No solemos ver un hombre tan guapo desde tan cerca.

Dejo el móvil sobre las manos de Alexa molesta, furiosa, con intensas ganas de colgarles el teléfono después de gritarles.

ALEXA: Chicas, agarraos las bragas que ya tiene alguien que babee por él.
HANNAH: ¿Novia?

Me mira, niego con la cabeza a la vez que muevo las manos para que no se le ocurra nombrarme.

ALEXA: Si, tiene novia.
ROCÍO: Que pena.
ALEXA: Hablamos luego zorras. -Ríe y cuelga el teléfono tras despedirse-

Deja el móvil sobre la cama, se cruza de brazos y arquea las cejas en busca de una explicación ¿Enserio tengo qué dársela? ¡Me muero de celos!

YO: ¿Qué? -Le pregunto aún sabiendo su respuesta-
ALEXA: Te has puesto tan celosa que ni siquiera has sabido disimularlo.
YO: No puedo evitarlo -Golpeo el sofá donde estoy sentada como una niña pequeña- se que no tengo derecho, que ese derecho es de su novia, pero te juro que de tan solo pensarlo me arde la sangre.
ALEXA: Entonces dile a ese hombre que te mueres por él y acaba con este juego absurdo de ahora si, ahora no ¡Por dios!

YO: Nunca ¿Entiendes?
ALEXA: Por no arriesgar vas a perder muchísimo.
YO: Prefiero no arriesgar antes de perder la amistad que tenemos ¿Y si él solo me ve cómo su hermana pequeña? No podría soportarlo.

Pone los ojos en blanco cansada de mis tonterías, hasta yo lo estoy ¿Pero qué hago? ¿Lo pierdo confesándole qué le quiero?

NARRA DANIEL.

Camino por el pasillo hasta el ascensor, saliendo de el me encuentro al chico con el que vi a Kendall hablar la primera vez que la conocí, ese al que le reventó las flores en la cabeza y le gritó como loca.

(...): Hola ¿Sabe dónde puedo encontrar la habitación de Kendall Bailey? -Pregunta él y yo frunzo el ceño-
YO: Soy su médico ¿Tú quien eres?
(...): Mark, su ex novio.
YO: Kendall no se encuentra en condiciones de recibir visitas.
MARK: No la molestaré, solo vengo a traerle estos bombones y estas flores.

Su actitud revela que quiere volver con ella.

YO: He dicho que no puedes entrar a verla, largo.
MARK: De verdad, solo será un momento.
YO: ¿No me escuchas cuando hablo? No puedes entrar y no cambiaré de opinión, ni por un momento ni por un segundo.

Él frunce el ceño desafiante.

MARK: ¿A ti qué cojones te pasa?