Capítulo 13.

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NARRA DANIEL.

Quedo en shock, tanto que ni siquiera puedo hablar pero algo dentro de mí se niega rotundamente a lo que acaba de proponer.

YO: Rosanna, solamente llevamos un año ¿Te has vuelto loca?
ROSANNA: Lo sé pero nos queremos.. y yo quiero estar contigo siempre.
YO: Estamos bien así, además, si no creo en mostrar los sentimientos mucho menos creo que un papel decida mi libertad.
ROSANNA: Amor.
YO: No, no es el momento y tampoco el modo de proponerlo, como si mi opinión no importase.
ROSANNA: Importa, claro que importa.
YO: No, lo único que ha faltado es que ya tengas la fecha de la boda -Resoplo- Rosanna, de que te encanta disponer pero no vas a decidir por mi.
ROSANNA: Solo era una propuesta.
YO: ¿O una disposición?

Ella cruza los brazos enfadada pero yo sigo en mis trece, no pienso ceder a algo que no quiero y si no quiero es porque quizás no sienta el amor tan profundo que pensaba.

ROSANNA: Vale, es demasiado pronto.
YO: Demasiado, además, ahora no es el momento porque pasado mañana te vas a Inglaterra y habrá distancia de por medio.
ROSANNA: Entonces.. ¿Te casarás conmigo en un futuro?
YO: No pienso en el futuro, me centro más en el presente, en mi trabajo, en todo lo que quiero conseguir.
ROSANNA: ¿Y yo soy la última para ti?
YO: No es eso.
ROSANNA: No quieres venir conmigo a Inglaterra, no quieres hacer nada de lo que yo deseo ¿No me quieres? Demuéstramelo.
YO: ¿Cómo se supone qué tengo qué demostrarlo? ¿Casándome?

Ella se queda en silencio aun con los brazos cruzados y yo me levanto.

ROSANNA: Ni se te ocurra irte y dejarme aquí.

Dejo caer de mala manera la servilleta, le doy el último trago al champán y suelto dinero para que pague la cuenta, pille un taxi y vuelva a casa.

ROSANNA: ¡Dani!

Me persigue hasta los aparcamientos con los camareros y el guardia de seguridad detrás de ella.

YO: ¿Quieres pagarle la cuenta?

Ella les da el dinero y se sube conmigo en el coche.

ROSANNA: ¿Ves normal lo qué has hecho?
YO: ¿Y tú ves normal todo lo qué haces?
ROSANNA: ¡Es tu culpa!
YO: ¡Siempre mi culpa! Tú nunca haces nada, ni eres egoísta, ni eres la que intenta disponer ¿Entonces no haces nada?
ROSANNA: Tú eres el que me está descuidando con ese trabajo, con la estúpida idea de quedarte aquí.

Doy un golpe en el volante y me contengo.

La llevo en silencio a casa, ella baja dando un fuerte portazo al coche y yo me tapo la cara con las manos.

NARRA JESÚS.

Rosanna entra furiosa, no hace ni siquiera media hora que se han marchado y ya han regresado.

MAMÁ: ¿Qué habrá pasado?
YO: No lo sé.

Me levanto para cerrar la puerta y veo el coche de Daniel con él dentro.

YO: ¿Se puede? -Pregunto golpeando la ventanilla-
DANIEL: Entra.

Quita los cerrojos dejándome entrar y pongo la mano en su hombro para consolarlo.

YO: ¿Nos echamos unas copas?
DANIEL: Por favor.
YO: Arranca.

Él arranca y nos vamos a un bar para que se despeje. Nos sirven las copas, él bebe como si no hubiera un mañana y lo freno en seco.

YO: Deja de beber y cuéntame.
DANIEL: Pues nada, quería casarse.
YO: ¿Qué? Apenas lleváis un año, digo, a veces es más que suficiente para algunas parejas pero creo que para la vuestra no.
DANIEL: Estaba disponiendo e incluso me ha dicho que tengo que demostrar lo que siento por ella ¿No crees qué está loca?
YO: Uy si, muy loca.
DANIEL: Yo no quiero casarme.
YO: No hace falta que lo jures.
DANIEL: No sé si es porque no siento lo que pensaba o porque directamente prefiero no hacerlo.
YO: No sé que es lo que sientes -Se encoge de hombros- Pero.. ¿No crees qué si no has sido capaz de decirle ni un solo te quiero es por alguna razón?

Él le da un trago a otro chupito.

DANIEL: No creo en esas cosas.
YO: Eso no depende de ti, a veces eso no se puede controlar, sale solo como si tus labios y tu lengua obedecieran más a tu corazón que a ti.
DANIEL: Pensaba que estando aquí Rosanna sería como era en Inglaterra, pero es egoísta e incluso la he llegado a ver egocéntrica.
YO: Creo que tenías una venda en los ojos.
DANIEL: No sé qué pensar hermano, estoy confundido -Pone las manos en su cabeza-
YO: Cuando quieres a alguien se nota, se nota en la manera que la miras, en la manera que eres cuando estás con ella, ríes todo el tiempo, eres feliz con poco.

De repente sonríe, sin más y lo miro confuso, esta demasiado borrachos o algo le ha pasado por la mente.

YO: ¡Oye! Vuelve a la realidad.

Frota su nuca con las manos y bebe sin control.

YO: Mañana tienes trabajo.
DANIEL: Tendrás que despertarme.

NARRA KENDALL.

Alexa me acompaña toda la noche, vemos películas, alguna que otra serie y comemos chocolate mientras me cuenta sus sentimientos por mi hermano.

ALEXA: Parecemos marujas, vamos a echar un culo.. -Me hace reír-
YO: Me gusta saber que alguien quiere a mi hermano tan bonito.
ALEXA: Pero él parece idiota -Pone los ojos en blanco- Te juro que intento que capte las cosas pero nada, como si le enviara indirectas a la pared.
YO: Tienes que entenderlo, también está colado por ti desde siempre y tú has pasado de él hasta hace poco.
ALEXA: Me hacía la dura, era un idiota.
YO: Sigue siéndolo pero un poco menos.

Reímos.

ALEXA: Tengo una cosita para ti.

Saca su móvil y yo la miro entre intrigada, confusa y asustada.

Me enseña una fotografía en la que salimos Daniel y yo, mirándolos, una fotografía totalmente distraída de la que ni siquiera sabía. Agarro el móvil para mirarla mejor y rio.

YO: Eres una imbécil.
ALEXA: Os he pillado infraganti.
YO: Sin que nadie te viera, chica hábil e inteligente.
ALEXA: Ya la tienes en tu móvil.

Sonrío, saco mi móvil y efectivamente acaba de enviármela.

YO: No me explico como lo haces.
ALEXA: Super poder de mejor amiga.

Nos quedamos dormidas a las cuatro de la mañana.
•••••••
Al día siguiente me doy una ducha temprano pese a mi exceso de cansancio, desayuno lo que me traen y tomo mis pastillas.

ALEXA: ¿Quieres algo de la cafetería?
YO: Dios si, esto está horroroso, un zumo y un cruasán.
ALEXA: Enseguida vuelvo.

Se marcha dejándome sola en mi habitación, recibo un mensaje de mi madre informándome de que después de soltar a Manuel en clase vendrá. Observo la fotografía que Alexa me envió y sonrío como idiota. Si, va a casarse, si, es un amor de esos que sólo puedes saborear a distancia ¿Pero quién puede mandar sobre su corazón? Creo que poca gente puede.

Escucho la puerta y hago malabares para quitar la fotografía. Él entra irreconocible, con ojeras y una cara de resaca bastante notable.

YO: Daniel ¿Te sientes bien?
DANIEL: Si, todo está bien.
YO: Parece que alguien se pasó bebiendo ayer.

Mueve la cabeza mientras revisa que todo esté en orden. Lo noto apagado, extraño y me acerco.

YO: Hey.. -Pongo la mano en su hombro-

De repente me abraza por sorpresa, se aferra a mi rodeándome con sus brazos y coloca la cabeza en mi cuello haciéndome sentir su agitada respiración.

Hasta el último suspiro. ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora