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Narra jimin

Los meses siguientes se habían ido cómo agua. La señora Whan estaba cada vez más enferma y eso era algo que nos preocupaba a todos, en especial a Nana que se la pasaba encerrada con ella o de hospital en hospital.
He intentado bajo todos los medios mantenerme al margen y ser paciente. Pero me dolía sentirla cada vez más lejos de mí. Aún viviendo a pocos metros, era cómo si existiera un abismo entre los dos. Sé que no es su culpa y que quizá debería estar más al pendiente de ella en lugar de refugiarme en casa de algún amigo, pero... Cómo decirlo? Nana ha cambiado. Demasiado!

Yo quería besarla, abrazarla! Joder! Es que no entendía cómo era posible extrañar tanto a alguien que tenía a diario frente a mí. Pero ya no me alcanzaba sólo con verla de lejos. Necesitaba tocarla y me molestaba que siempre se excuse con cosas tontas. Lo sé... LO SÉ! Yo también me preocupo por su abuela, pero no logro comprender los motivos que la llevan a estar tan fría conmigo. Todo se volvió  MONÓTONO tan gradualmente que no me había dado cuenta. No estaba aburrido de ella, jamás lo estaría. Pero me faltaba algo, no sé. Emociones, pasiones, algo que me hiciera sentir vivo!

Fue en mi cumpleaños número 16 en donde todo se fué a la mierda. Desde allí, mi vida cambió completamente y me gustaría decir que para bien.

Comencé a mentirle a Nana.

La abstinencia me había llevado por primera vez, a mirar a otros lados. Primero fue sin querer, en un arranque de ira tras haber Sido plantado  por mi novia por tercera vez consecutiva en la misma semana.
La chica en cuestión, se regaló en uno de los juegos que mis amigos imponían y no voy a mentir... Lo disfruté. No pensé en nadie más que en mí y aunque después (de haberme jurado mil veces que jamás sucedería) lo volví a hacer. Me costó más de una semana poder mirar a Nana a los ojos. El cargo de conciencia mataba, pero luego, cuando noté lo fácil que era mentirle y que ella me creyera, pasó una tercera. Tres infidelidades en un mes. Y así... Hasta que perdí la cuenta.

Le mentía tanto, que en algún momento me salió natural. No lo hacía por maldad. Le mentía para no perderla, para que siguiera junto a mí a pesar que me descargaba por otros lados.
Algunas veces me odiaba por eso, ella no se merecía que hiciera tal cosa y me repetía a mí mismo que pararía cuando las cosas se arreglaran entre nosotros. Pero con el tiempo esa idea voló de mi cabeza, llegué a un punto en donde sabía que ya no podría detenerme. 

***
La de hoy, era una chica de un curso superior al nuestro. Compañera de Jooheon, entre comillas "su novia". Pero a diferencia de mí, a él le importaba muy poco dejarla jugar con todos. Ella se divertida mientras era pasada de mano en mano y él la miraba admirado su resistencia.
Suni, así se llama. 17 años, de piel suave, buenos senos y trasero respingado. Pero eso no había llamado mi atención, lo que me fascinó fue la experiencia que tenía cuando al sexo se refería. Literalmente, esa chica te ponía duro con sólo un roce y según mis amigos, en la intimidad era mucho más excitante. Tenía que comprobarlo! Eso se había vuelto una obsesión.

Hasta ese momento, sólo me limitaba a observar y a pesar de tener la aprobación de Jooheon para meterme con ella, no me animaba. No era por respeto, pero él mostraba cierto interés en Nana (no había día en el que no preguntara por ella) y me rehusaba a que creyera que tenía algún derecho de llevársela a la cama. Claro que no! El cambio de chica me seguía resultando asqueroso. 
Todo cambió cuando los chicos comenzaron a hacer los planes para nuestras vacaciones, Jooheon no iría por problemas familiares y sin él observando, estaba seguro que podría divertirme cómo tanto deseaba.

***
—tu novia, irá con nosotros?— niego con la cabeza, admirando esos labios carnosos con los que tanto había fantaseado. Esos, que muchas veces había imaginado presionar mi miembro mientras lamía hasta hacerme correr. —interesante...— susurra con voz seductora. Miro a los lados para comprobar que estamos solos. Los chicos ya están subiendo al coche de Jooheon. A pesar que no irá, se ofreció a acompañarnos por nuestras cosas. Sospecho que tiene urgencia por vernos partir y aquí es donde no llego a comprenderlo. Él, siendo consciente que su novia irá sola con chicos que están dispuestos a hacer con ella los que se les plazca, parece entusiasmado. Mejor aún! Es cómo si lo deseara... —nos vamos a divertir mucho, llevo juguetes que podrían resultarte interesantes.

—mientras me dejes jugar con ellas, me divertiré— aseguro señalando con la mirada sus senos que parecen querer escapar del escote. Sonríe de manera coqueta y me guiña un ojo en conformidad con la idea.

***
Una vez que salimos de mi casa, los chicos ríen de la emoción y entre canciones a coro, palmas y risas, Jooheon pisa el acelerador para llevarnos al aeropuerto.
Pero no me siento bien, esta vez siento remordimiento. La culpa me provoca un agujero en el pecho y el vacío que siento es enorme. Está bien dejarla sola? Sé que para cuando vuelva, las cosas seguirán iguales. Seguiremos estancados en una relación monótona y aburrida. Escondiendonos del mundo cómo criminales, mintiendo (sobre todo yo) escapando de la señora Whan y conformandonos con algún beso robado cuando nadie nos vea...

No... (Hice bien)

Siempre Fuiste Tú [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora