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Mi corazón duele al notar el completo vacío de la habitación. El rosa predomina, tanto en las paredes, cómo en el acolchado de la cama y parte del inmobiliario. Pero lo siento oscuro, no hay risas, ni esa vocecita dulce que llenaba cada rincón. —donde está?— pregunto por enésima dejando que mi culo caiga sobre la cama.

—él te está alejando de nosotros y no voy a permitirlo— lo dice sereno pero con una seguridad que me aterra.

—shownu, ni él ni nadie— trago duro, el hablar nunca me había costado tanto. Quizá fuera por todas las revelaciones del día o que tenga miedo de perder lo más valioso que tengo.  —nadie... Jamás me alejará de mi hija.

—Sí!— exclama a los gritos.  —él te está alejando de mí!— peina sus cabellos con frustración. Sé lo mucho que le cuesta expresarse y admitir que tiene miedo a perder, no es algo que se encuentre en su diccionario. Se arrodilla frente a mí separando mis muslos para ubicarse entre ellos. No quiero mirarlo, su actitud me lastima y me hace enojar sobremanera. —teniamos todo bajo control, Nana. Éramos una familia, extraña. Pero lo éramos. Peleamos por tonterías, nos aventamos cosas, pero siempre! Siempre estamos para el otro.

—lo somos! Seguimos siendo una familia— me veo en la obligación de aclarar. Es increíble que tome todo de manera tan apresurada sólo por una semana de ausencia. Es hipócrita que lo haga! La última vez fue él quien desapareció. No puede castigarme así...

—esta semana, fue la peor de mi vida. Nana lloraba cuando se iba a dormir y no tenía tu mensaje de buenas noches. Pero en la mañana se levantaba con una sonrisa, excusándote! Diciendo que de seguro tenías mucho trabajo y que cuando tuvieras oportunidad la llamarías. Pero... Llegaba la noche y nada. Cómo crees que se sintió cuando no llegaste ayer!? Por eso no te insistí cuando se le cayó el diente. No quería rogarte! Quería que demostraras un poco de interés! Pero nada!

—lo mismo paso yo cuando tú desapareces!— le reclamo.

—yo siempre seré su padre! Vamos! Ella no es tonta, sabe que si tú formas una familia, ya no la verás igual y le duele!

Proceso lo que sale de su boca. Y lamentablemente, le creo. Le creo porque yo también lo sufrí esa semana en la que él desapareció. Con la diferencia de que Nana no está acostumbrada a que su padre le escriba todas las noches. Pero la veía triste y quise matarlo cuando lo ví muy campante en la academia. Incluso, le había hecho un escándalo frente a nuestras alumnas. Pero decir que no la veré de la misma manera? Estoy segura que mis sentimientos no cambiarían aunque tuviera diez hijos biológicos. Ella siempre será mi bebé en mi corazón.  —la necesito— esa niña es lo único que tengo, aunque irónicamente no es mía y me duele saber que él está en su derecho de alejarla. —no me castigues con ella. Sabes que me matarás si la alejas.

—demuestrame que la mereces— busca mi mirada. Le permito que encuentre mis ojos. Qué vea en ellos que no estoy mintiendo, que estoy desesperada. Qué haría lo que fuera para que pare con este absurdo. —déjalo. No vuelvas a verte con él.

—él no tiene nada que ver!

—él te está cambiando!— grita, pero se hiperventila para tranquilizar los nervios. —no seas estúpida. Desde que él llegó, tú eres otra. Pensaba que él elegiría a Soomin y ahí terminaría todo. Qué sufririas y ya. Pero no... Él sigue contigo y tú! Te estás alejando cada vez más. Te está convenciendo.

Lo hace?

—no... Jimin no me convence. Ya pensaba dejarlo, lo juro!— me aplaudo mentalmente por sonar segura.

—nana— su voz es una súplica.  —cásate conmigo, formemos una familia. Una cómo dios manda.

—eso es una locura, Hyun Woo! Tú no me amas ni yo a ti.

Siempre Fuiste Tú [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora