Siempre Fuiste Tú [TERMINADA]

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Sonrió y ni siquiera sé porqué.

—déjame decirte, que estás altamente jodida. Anoche me dijiste unas cincuenta veces! Que él era sólo un pene. Entonces, porqué te molesta tanto lo que piense? Debería darte igual! Mientras puedas conseguir de él lo que buscas— sonríe al ver mi cara estupefacta. —admite que verlo después de tanto, si tuvo un efecto en ti. Te importa lo que crea y te molesta su opinion negativa— la castaña hace círculos con la cuchara. El sonido del metal al chocar con la taza, se siente cómo un reloj marcando el tiempo que me tardo en justificar mi estupidez de anoche. —sigues enamorada— sentencia firme.

—es imposible— niego con la cabeza. —cómo podría seguir enamorada de él? Hace menos de una semana ni siquiera lo recordaba.

—mentirosa— víborea con la taza humeante sobre los labios. Bebe un sorbo antes de seguir. —que no duela, que no lo extrañes. No significa que lo hayas olvidado. No me hagas recordarte las veces que bebíamos y salía el tema de él. Tus ojitos se iluminaban y dibujabas una sonrisa estúpida. La misma sonrisa estúpida que tuviste toda la noche.

Carcajeo nerviosa ante sus palabras. Eso es imposible!! 
Admito que me saqué con su comentario. Quizá... Exageré un poco. Pero soy así! No me gusta que me vean cómo a una puta, mucho menos si es Soomin  quién plantó esa duda.

—no es que me importe porque lo haya dicho él. Me hubiera enojado con cualquier persona que lo insinue.

—seguro— suelta sarcástica. —pero, estás olvidando lo importante. El meollo de situación, la cruda verdad!— alza las palmas para darle un efecto dramático a sus palabras. —todo lo que dijo. Es cierto. Tú se lo pediste, lo orillaste a eso. y cómo tonta! Te molestas cuando te lo recrimina. Tsss— chasquea la lengua. —eres una cinica, una descarada— sonrió ante su sinceridad. Es un poco molesto, pero tiene razón. —Nana... Tú lo estás utilizando! No puedes pretender que se quede ahí, cómo perrito faldero sin defenderse. Creyendo y haciendo lo que se te antoje. Tiene razón en pensarlo, no puedes pretender que actúe normal cuando intuye que hay algo extraño en todo esto.

—me haces quedar cómo una desalmada. El que engaña, es él! Ni que le hubiera puesto un arma en la cabeza!— mis ojos se abren de par en par demostrando que estoy ofendida. —es él quien está pecando. No yo.

—yo creo que lo hace porque todavía siente algo por ti. Dijo que haces lo mismo con todos, porque lo rechazaste!

—no! Lo rechacé después... sabes qué creo?— levanta las cejas invitándome a seguir. —sólo lo dijo porque lastimé su orgullo. Porque dejé en evidencia  que sigue siendo el mismo chico calentón de antes.

Frunce los labios mientras asiente. —entonces... Admites que sigue siendo el mismo?

—claro. Eso estoy diciendo.

De pronto dibuja una sonrisa que le llegan a los pequeños ojos, demostrando la diversión que le provoca mi afirmación. —dulce, amable, atento, cariñoso— comienza a enumerar las virtudes que, seguramente habré confesado alguna vez. Me levanto abruptamente y la golpeo en la cabeza para silenciarla.

—eres una estúpida— le digo ofendida. Pero parece que a ella le causa gracia mi reacción.

—están listas?— la voz masculina nos hace salir del pequeño pleito. Giro para encontrarme con Shownu, quien lleva cara de pocos amigos. —no las voy a esperar todo el día.

—es nuestro descanso. Nadie te obliga— escupe Lana. Es obvio que no piensa levantar el trasero.

—es su trabajo. Yong quiere ver todo lo que preparamos. No sé si se dieron cuenta. Pero todos están allí— miro a mis lados, la cafetería está completamente vacía. Tenemos solo tres semanas para el acto de beneficencia y estamos perdiendo tiempo. Hasta me había olvidado que estamos en el trabajo por estar cotilleando.