Siempre Fuiste Tú [TERMINADA]

18

Bomsi no dejaba de abrazarme, cómo si llevara años sin verme.

Parecía un disco rayado hablando de los vestidos que me había traído. Incluso, me obligó a colocarme uno y cambiar la ropa que uso usualmente para trabajar.
Tenía la impresión de que no quería irse del hospital. Luego, mientras trenzaba mi cabello (cosa que hace cada vez que me ve) me confiesa que es ese mismo lugar en donde dió a luz a Jimin y por ende, me conoció.
Sé que a ella le llena de recuerdos hermosos. Pero, para mí se siente horrible. Porque, eso significa que allí, mi madre respiró por última vez.

Un enfermero llega con una silla de ruedas. Ayuda a Bomsi a bajar de la cama mientras que yo me limito a juntar sus cosas y me las cuelgo en los hombros.

Tomo el mando de la silla y corro con ella a cuestas cómo si fuera una niña. Reímos cómo desquiciadas, hasta que llegamos a la sala de espera y nos encontramos con el señor Yang y su... "Adoración"

—Bomsi?— pregunta el hombre con preocupación y no puedo evitar sonreír con picardía. No sé si serán mis deseos de verla con alguien o verlo a él con una buena mujer, pero cada vez que coincidimos los tres, noto cierta tensión entre ellos. —Nana?

—Yang, que haces aquí?— pregunto ignorando a la flacucha cara de culo.

—no estoy seguro. Pero vinimos a buscar a alguien— ve que no tengo intenciones de escucharlo y se ofrece a empujar la silla de Bomsi. Obviamente, lo dejo con una sonrisa.

Caminamos a paso lento, hasta que la voz chillona de Soomin rompe el encanto. —a dónde crees que vas con ellas?

—ya vuelvo, quédate allí que tu novio va a necesitarte— manda y me encanta ver la cara de molestia que pone.

—estás bromeando? Ahora resulta que esa pordiosera es más importante que tu familia!?

Veo cómo Bomsi le recrimina a Yong con la mirada. Él cierra los ojos con tristeza y siento pena. La caprichosa hace un berrinche y comienza a insultarme hasta que la mayor se cansa y hace su descargo. —puedes controlar los modales de tu hija? Quien se cree que es para ofender así a mi niña? Hazla callar o la golpearé— amenaza cómo toda madre defensora y me provoca mucha risa. Hace mucho que me vale una hormiga rostizada lo que aquella idiota diga, pero es gracioso ver cómo Bomsi aún no puede superarlo.

—lo siento— suelta el hombre avergonzado.

—no te preocupes, Yang. Ve con ella y ya sabes. Puedes venir a casa a cenar, supongo que el yeso de la pierna no será impedimento para que mi madre te prepare al delicioso.

—en verdad, puedo?— pregunta entusiasmado. Asiento y salimos del lugar dejándolo con el horrible trabajo de tranquilizar a la fiera.

***

Varias horas después, Shownu llega al departamento con la pequeña. Ambos se ven felices y Nana no deja de gritar de la emoción mientras cuenta que su padre la llevará al parque de diversiones.

Era hora que volviera a cumplir su rol...

Pero llegada la hora, mientras nos encontramos preparando la cena. Él, cómo todo hijo de su hermoso repollo, avisa que deberán dejar los planes para el día siguiente y eso provoca el enojo de la niña y obviamente el mío.

Nana corre al balcón y cierra el ventanal  para impedir que alguno fuera por ella. Siempre es así, necesita soledad para procesar su enojo. Entonces, la dejo.

—porqué la ilusionas?— pregunto con dolor. Odio cuando hace eso porque inevitablemente me veo reflejada en la niña.

—lo siento, en verdad la llevaré mañana. Pero ahora tengo que atender una urgencia— dice apresurado. Ruedo los ojos y dejo que se retire, si sigo viendo su rostro, podría matarlo.

Cenamos con Bomsi, sé que está cansada y que no quiere esperar demasiado para tirarse a descansar. Así que la acompaño hasta que termina y una vez que se marcha, voy en busca de la niña. Pero mi corazón se detiene al notar que no está en el balcón.

La llamo a su celular y agradezco que lo tengo encima. Ya no se oye molesta lo que me alegra pero juega con mis nervios al amenazarme que volverá sólo si la dejo invitar a su amigo a cenar. Negociamos varios minutos, hasta que descubro que se trata de jimin, el nuevo vecino... El "novio" de Soomin.

Bueno... Creo que es hora de conocer al susodicho y ver ese trasero de cerca.

—puedo, mamy? Así la abuelita también lo conoce?

—bien, pero si en dos minutos no estás aquí. Llamaré a la policía.