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Había decidido ir al cine con Shownu y la niña ese mismo día. Tenía la ilusión de que él aceptara acompañarnos en la cena. Me cuesta admitir, pero lo necesito. Sólo imaginarme la situación (Yong y Soomin compartiendo mi mesa) mi pecho se siente débil y hasta el aire de la calle me lastima. Sé que con él ahí, Soomin se abstendrá a soltar comentarios por miedo a que la deje en evidencia frente a todos. Porque a mí no me engaña, ella todavía babea por el fortachón y eso se nota.

Pero claro! Él ya tenía planes y cómo mi orgullo me prohíbe suplicar, no me animo a confesarle lo aterrada que estoy. Aunque por otro lado, él comenta que esa noche se encargará de enseñarle la coreografía a su hermana y eso "ahora" es mucho más importante. A demás, odio cómo Soomin mira a la pequeña. Con ese recelo y desprecio que provoca que mi odio hacia ella se incremente notoriamente. Una cena soportando, podría hacerme olvidar que soy una dama y la golpearía hasta no dejarle un solo diente sano.

—cuando te devuelven el coche?— pregunto una vez que entramos al elevador. Shownu se hunde de hombros cómo si no le importara. —la semana que viene, me tomaré un día para llevar a Nana al parque. Se lo tengo prometido hace un mes, así que más te vale que mi auto esté libre y limpio ese día. No me importa si para ese entonces no te devuelven el tuyo.

—irán al parque, sin mi?— finge dolor. Hasta la niña nota la exageración de ese gesto lastimero.

—será una salida de chicas. Lo siento Papi, quizá para la próxima tengas suerte.

Carcajeo ante la elocuencia de la pequeña. Me llena de orgullo que al menos ella, no caiga en la red de manipulación de ese hombre. —qué? Me están dejando a fuera de la diversión?— las dos Intercambiamos una mirada de complicidad y nos cruzamos de brazos para demostrar que no nos interesa. —y yo que les compré golosinas y soporté esa película cursi por ustedes...— suspira. El elevador se abre y ambas corremos para huir de sus garras. —ven aquí! O me das amor o te llevaré en mis brazos hasta que cumplas los quince! Todos sabrán que eres mí bebé— y aquí comienza la extorsión de siempre. Lo único que le sirve en estas circunstancias es bebotearla. Sabe que si la amenaza con eso, ella cederá porque odia que la vean cómo una niña pequeña.

—bésalo— ordeno para terminar con la absurda discusión. Coloco la lleve en la puerta, ignorando la cara de lamento de la pequeña.

—no! Primero que me baje! No soy un bebé!— exige dando pataditas.

—bésame!— pide él apretando el diminuto cuerpecito sobre su pecho.

Pongo los ojos en blanco y entro. Necesito estirar las piernas sobre mí cama al menos la media hora que me queda libre. —ya! Bésalo o lo golpearé!— Shownu sonríe al ganar la batalla.

Estoy dispuesta a dejarlos partir cuando la niña se remueve en sus brazos. Queda de pie a nuestro lado pero en lugar de saludar cómo es debido, se adentra al departamento y es en ese momento que lo veo.

Jimin está sentado frente al televisor con los codos en las rodillas. Sus palmas bajo el mentón y las yemas de sus pulgares haciéndose añicos entre sus dientes. Qué le pasa?

Antes de irme. Había oído a Bomsi decir que esa noche, pondría todo de ella para que las cosas con Soomin funcionen. Quizá...  Esté pensando en considerar volver con ella. No lo culpo. Esa chica es insistente y si él ya tenía planeado casarse, debe ser por la ama. O no? A lo mejor me estoy anticipando, pero supongo que se encuentra nervioso por lo que pasará esa noche.

Es que ... Nunca lo había visto así. Tan ido de si mismo. Tan absorto en sus pensamientos, sin expresión! Cómo si le pesara la vida, cómo si su mente estuviera durmiendo una siesta y su cuerpo no se haya enterado.

Siempre Fuiste Tú [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora