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A partir de aquí. La cosa se pone más turbia. Comenten! No me hagan romper la cabeza escribiendo, me siento sola cuando no lo hacen. help me!!




Sentir... Qué alguien te elije por sobre todas las cosas. Es algo glorioso, mucho más! Si ese acto te levanta el ego y los ánimos.
Hace mucho no me sentía así, tan querida, protegida. Cómo si fuera lo más importante del mundo.

Yong aceptó la decisión de jimin, bueno... No le quedaba de otra. Pero estaba segura que insistirá en cuanto tenga la oportunidad.

Después de esa noche caótica, pude dormir plácidamente, con la conciencia sucia, pero el alma liberada. Una mezcla extraña de sentimientos... Pero placentera.

Al día siguiente, todo fue normal. Salvo por la presencia de jimin. No estoy acostumbrada a tener a alguien las veinticuatro horas pegado a mí, no es que me moleste. Pero era raro.
Hablamos de lo ocurrido con Lana y Jin. Él me dió su versión de las cosas y me molestó. Sentí que estaba defendiendo a la piojito al decir, que ella sólo se dejaba llevar por el chisme. Qué había alguien que le decía esas cosas y que ella (inocentemente las repetía)

Es absurdo. Primero porque ella no es una niña. Sabe que eso está mal y es ilógico que hable mal de la gente o la juzgue sólo por chismes mal intencionados. Mucho más cuando ella conoce a Lana y sabe que a pesar de ser bastante loca, es una santa, quizá tanto o más que ella. Segundo, porque en la academia no hay nadie que fuera capaz de crear esos chismes. Todos somos compañeros y a pesar de bromear entre nosotros, ninguno es conocido por hablar mal de otro. Eso sólo se da cuando ella aparece.

—Me dijo mi madre que yong la invitó al cine— comenta para cambiar el tema. Revuelvo la ensalada que elegí para almorzar sin quitarle la mirada. Se ve confundido hasta las pelotas. —tu crees que ellos...?

—no tendría nada de malo— aclaro. —ella está sola y él, a pesar de vivir bajo el mismo techo que su esposa, hace años duerme en otra habitación— eleva una ceja ante mi confesión. —eso es público. Todos aquí lo saben. Su matrimonio pende de un hilo, no me sorprendería que un día llegue la noticia de su divorcio.

—sería extraño. Que pase de suegro a padrastro....

—porqué crees que no se molestó cuando rechazaste a su hija?

—cállate!— suelta divertido, dejando caer su cubierto sobre la mesa. —me gustaría hacer algo por Jin. Qué te parece si esta noche, mientras mi madre sale, nosotros tomamos algo en mi departamento?— lo miro inquisidora. —los cuatro— aclara riendo. —tú invitas a Lana y yo a Jin.

—y después?— pregunto inclinado mi cuerpo sobre la mesa. Me pregunto que dirán los espectadores si llegara a besarlo aquí. Sé que él no me detendría, lo que convierte a mi idea en algo excitante.  —ellos se van, nosotros podríamos... Se me ocurren muchas cosas.

—incluye comida?— enarca una ceja.

—no. Incluye masajes, en los pies.

Pucherea dejando caer su regordete labio inferior. Mi corazón se acelera al verlo, hasta pierdo la confianza para hablar. —no hagas eso— suelto enojada. Me acomodo en la silla dispuesta a terminar de comer. Luce confundido, aunque ahora creo que es normal en él.  Siempre pregunta si todo está bien. Cómo si tuviera miedo de cagarla, cuando en realidad. Es todo lo contrario. Cada gesto, cada detalle, cada palabra que sale de hermosa boca. Me encanta... Aunque eso, al mismo tiempo me enoja. Qué me haga sentir cosas, no estaba en mis planes.

***

Al volver a casa, cada uno hizo de las suyas. Él invitó a Jin y yo a Lana. Sería casualidad "claro"

Siempre Fuiste Tú [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora