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Llego a la academia, es mucho más grande de lo hubiera imaginado. Soomin me arrastra de un lado a otro y no me deja apreciar la arquitectura cómo es debido. Por lo visto, ella está más entusiasmada que yo, lo que molesta ya que no quiero que nuevos colegas crean que conseguí este trabajo por acomodo.

Entramos al despacho de su padre y presiento que llegamos en un mal momento. Tiene la corbata en la mano, los cabellos alborotados y los ojos inyectados con un rojo que me indica que ha estado llorando. Soomin, cómo toda insensible que es, en lugar de procurarse por su estado, le grita haciéndome pasar la peor de las vergüenzas. —te dije que vendría con jimin, cómo es posible que luzcas así!?

—pe... perdón, hija. Tuve un mal día.

—si... Ya me imagino la clase de problemas que te afligen.

Ella le reprocha y yo sólo puedo compadecerme por la expresión lastimera del hombre. Soomin no sabe lo afortunada que es al tener a su padre en vida y espero poder hacerla entrar en razón. No me gustaría que sufra cuando ya no lo tenga y se arrepienta de la actitud que tiene con él.

—dígame, que tengo que hacer hoy? Supongo que aún no tengo mis horarios ordenados.

El hombre me mira y asiente. —por hoy, quiero que te familiarices con el lugar. La profesora de baile te dará una leve introducción de lo que tienes que hacer y te mostrará las instalaciones

—no, claro que no!— grita mi novia y su padre rueda los ojos con cansancio. —a pechuguitas, la quiero lejos de jimin.

—ella es una de las profesoras con más años aquí y conoce este lugar mejor que cualquiera.

—por mí está bien— digo y ella me toma del brazo.

—entonces voy contigo— asegura con molestia.

—se te hará tarde para tus quehaceres.

Suelta un bufido y haciendo caso omiso a mis palabras, me arrastra a la salida.

Luego de creer que nos hemos perdido entre tantos pasillos, llego a la conclusión de que el señor Jang tiene razón. Llevaría años conocer a la perfección este lugar y no es hasta que Soomin se da cuenta de mi cansancio mental, que abre una puerta para interrumpir una clase. —hola preciosa!— grita un joven cubierto de cables. Miro a mi alrededor y noto que se trata de alguna clase referida a la música. El chico lleva un instrumento y varios cables que intenta acomodar para enchufarlos.

—hola, Nam. Te presento a Jimin, mi novio y desde hoy tu nuevo colega— el joven me sonríe y me tiende su mano de manera amable.

—un gusto. Necesitan algo de aquí?— presiona mi mano con fuerza y ella se ve feliz por nuestro encuentro. Por un lado me alegra conocer a alguien a quien ella no demuestre desprecio. Por otro, me molesta que sea justamente un chico.

Si... Soy bastante celoso.

—buscamos a la prostituta del pueblo. Ella tiene indicaciones para jimin.

—Lana vuelve de sus vacaciones la semana que viene— dice y suelta una carcajada.

—la otra. Dije prostituta, no zorra.

—supongo que hablas de Lilith, ella salió. Tuvo problemas familiares o algo parecido. Creo que el profesor Son Hyun woo quedó en su lugar.

—Son? Hablas de Shownu?— no me pasa desapercibido que su tono cambió. Sus ojos brillan al nombrarlo y eso me da mala espina. Mucho más al ver la expresión cargada de diversión por parte del tal Nam.

—el mismo. Pero están muy perdidos al buscar por aquí— camina a la salida seguido por nosotros. Señala un pasillo y nos indica por donde debemos buscar. —giran a la derecha y suben la escalera hasta el último piso, otra vez a la derecha, quinta puerta a la izquierda.

Siempre Fuiste Tú [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora