—feliz cumpleaños!— dice la señora Park con una sonrisa que le llega a los ojos. Suspiro ladeando la comisura de mis labios y soplo las 14 velas delante de mi — Ya eres toda una mujercita! Y vaya, que te estás volviendo cada vez más hermosa —continúa con esa mirada maternal tan radiante — A que no, jimin?
Recibo una mirada furtiva por parte del nombrado y tras carcajearse decide dar su veredicto. —claro! Es linda para ser gnomo— alza las manos cómo disculpandose por la sinceridad pero sin arrepentirse. Segundos después, se queja al recibir una palmada en la nuca por parte de su progenirora.
—grosero!
No puedo evitar reir. Me gusta los gestos que la mayor hace al sentirse contrariada. Mi abuela me mira con suma tranquilidad y comienza a cortar el pastel de chocolate que horas antes había horneado ella misma. —me alegra que mochi no encuentre ningún atractivo en Nana. Eso sería extraño y aunque presiento que hay alguien en su corazón, prefiero que no piense en muchachos hasta que al menos termine la preparatoria.
—abuela!— la empujo con la cadera para que se silencie. Odio cuando toca ese tema y más, cuando jimin está presente y MUCHO MÁS! Cuando le dice "mochi" así le decía yo cuando éramos más pequeños. Ese apodo tiene toda una historia y ella lo sabe. Lo hace a propósito, lo dice dando a entender que me tiene entre ceja y ceja. Qué me vigila!!
—claro señora whan. Estos niños se criaron juntos, deben verse cómo parientes— continúa la dueña de la casa tratando de calmar las aguas. Me causa gracia porque ella sabe perfectamente que es a su hijo a quien tengo en el corazón. Sólo que todavía es algo que intuye porque no es que yo lo pueda admitir tan fácil— Y... Cómo es eso de que ya tienes a alguien en el corazón?— pregunta con una sonrisa picarona. no me pasa desapercibido el tono y la mirada llena de diversión que comparte entre jimin y mi persona.
Mierda...
—nada especial— paso saliva por mi garganta acomodando las cuatro porciones recién cortadas en pequeños platos. El menor se acerca con una sonrisa de burla en los ojos y cuando nuestras miradas se cruzan le ruego en silencio que no diga nada estúpido que le dé más motivos a su madre para sospechar.
—creo que sé quien es...— niego ruborizada indicando que nada saldrá de mi boca. —mmm... Te lo sacaré de alguna manera, enana— cotorrea jimin entrecerrando los ojos a medida que me quita el plato de las manos.
—tal vez, si lo conoces...— digo avergonzada y me acomodo en la silla.
—Los chicos sólo te traerán problemas— agrega la anciana señalándome con un tenedor embadurnado de chocolate. Ruedo los ojos al cielo y evito contestarle... No otra vez! — No me mires así! Debes conocer la verdad desde pequeña. No existen los príncipes azules ni los caballeros que dejan todo por salvar a la damicella en apuros.
—que va! Qué obstinada eres! Déjala equivocarse— aconseja la otra mujer ganándose el anfado de la anciana que la fulmina con la mirada. —Ya sé! Mejor me callo... Vieja loca.
esas dos mujeres, a pesar que se habían convertido en mejores amigas, vivían peleando por lo mismo. Bomsi quería ser esa madre moderna, comprensible y dedicada a malcriar a sus pollitos. Pero mi abuela sólo vivía para contradecirla y llenarle la cabeza con absurdas excusas del porqué; un hombre en mi vida sería peligroso.
Y así, eran todos los días de mi vida... Un tire y afloje que a veces pensaba que terminaría por partirme en dos.
***
Ya en mi cuarto, repasaba mentalmente todo lo que tenía que hacer al día siguiente. No había clases, pero aprovecharía para ayudar a mi abuela con el aseo de la casa. Sé que su espalda últimamente no la deja manejarse cómo quisiera y que ha tenido dolor en las articulaciones de las manos.
Su situación cada vez era más preocupante... Aunque ella no lo decía, sabía que muy pronto debería renunciar y eso (conociendo su enorme orgullo) podría significar dejar la casa y buscar un alquiler para mudarnos. La pregunta era; Cuanto tiempo nos duraría sus ahorros que por tanto tiempo logró guardar? Nos alcanzará para vivir hasta que yo pueda terminar una carrera y así hacerme cargo de los gastos? O debería dejar la escuela para hacerlo? Sé que Bomsi no nos dejaría desamparadas, pero sería mucho atrevimiento aceptar su ayuda cuando ya ha hecho demasiado por nosotras. En realidad, yo no lo siento extraño. El padre de jimin me había dado el apellido Park y eso significaba que tenía ciertos privilegios. Pero mi abuela no lo veía así y yo no me sentía con derecho a contradecirla.
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Siempre Fuiste Tú [TERMINADA]
FanficEs ley de la vida. Que nadie elige de quién enamorarse. Cómo también, es ley que no hay edad para hacerlo. Lo seguro, es que, donde hubo fuego, cenizas quedan. Lo realmente verdadero perdura y aunque creemos superarlo, sólo basta con una mirada para...