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Narra  Nana

Había dormido cómo un bebé. Desperté con las caricias de Bomsi en mi rostro. Ella me miraba con ternura, atenta a todos mis gestos y no tuve otra idea más placentera que abrazarla. Era hermoso tenerla conmigo y llegué a la conclusión, de que es la única persona (aún con vida) aparte de la pequeña, que amo con locura y sinceridad.

Nos quedamos así hasta que el despertador me dió aviso que debía levantarme para empezar mi día y la odié cuando insistió en acompañarme a la salida. Su pie todavía no estaba del todo bien y debía guardar reposo. Pero ella se negaba rotundamente a ser una planta y siempre buscaba algo para hacer en la casa.

Reímos por tonterías hasta que escuchamos unos gritos femeninos salir del departamento de jimin. Bomsi, todavía no sabía que ese era justamente el nuevo hogar de hijo y rió ante lo que la loca gritaba. "Esto no puede seguir así! No seguirás viéndome la cara de idiota!"

—el vecino debe tener problemas graves— dijo riendo pero se horrorizó al ver salir a su hijo hechando humo.

—jimin?— la mayor lo mira asombrada y él cierra los ojos al darse cuenta que acaba de ser descubierto.

—FUISTE TÚ! VERDAD!?— mi ceño se frunce ante el reclamo de la chica, que a paso apresurado y ondeando una nota en su mano, se dirige en mi dirección. —MALDITA PUTA!

—NI SE TE OCURRA TOCARLA O TE DARÉ CON EL BASTÓN!— amenaza la mayor interponiendose entre las dos. El joven las mira con asombro, con la gran duda del "que carajos hacer" dibujada en la frente.

—USTED, VIEJA RIDÍCULA! NO SE META!

y la expresión de jimin vale veinte millones de dólares. —qué acabas de decir?— le pregunta con la voz entrecortada. Carcajeo por lo bajo y tapo mi boca para evitar soltarlo con ganas.

—vas a defender a este dueto de putas?— ahora habla con dolor, conteniendo las lágrimas de cocodrilo y Bomsi pone los ojos en blanco al comprenderlo todo. Pero es astuta y esperará que sea él quien lo diga.

—no dijiste eso...— dice él pasando ambas manos por su rostro.

—tú! Se te perdió esto— dice haciendo un bollo con el papel y aventandolo a mi pecho.

Lo tomo para abrirlo y carcajeo al ver la nota que supongo que le dejó Nanci. En ella, agradecía por la noche espectacular.

—Jimin, me puedes explicar lo que está pasando?— pregunta la mayor y él asiente con la mirada en el piso.

—ella es Soomin— dice apuntando a la chica

—eso ya lo sé— confirma y luego de un suspiro lo deja seguir.

—Soomin, esa vieja ridícula o puta cómo la has llamado. Es mi madre.

Me pregunto si quedará de mal gusto sacar el celular para inmortalizar este momento. La cara de Soomin!! Está horrorizada! Asustada hasta la mierda y me animaría a decir que está a punto de llorar a gritos. —no puede ser. Esta es la chica dulce, de buen corazón que quieres cómo esposa?— la chica tiembla cómo una hoja e intenta acercarse, pero Jimin la detiene impidiendo que llegue a su madre.

—quería, mamá. Quería— aclara y me siento satisfecha al presenciar el rompimiento de esa relación y OBVIAMENTE! el corazón de la niña rata.

—si me disculpan... Mamita, que tengas un lindo día— digo tirando besos al aire y girando sobre mí eje, me encamino al elevador.

Creo que por primera vez, amé caminar bajo el sol del verano. Veía todo de colores, incluso no me importaba que la ropa se me pegara al cuerpo producto de la transpiración. Eso que llaman "felicidad" la sentía cómo nunca.

Siempre Fuiste Tú [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora