Siempre Fuiste Tú [TERMINADA]

43

Todo se había vuelto extraño.

Mientras que estábamos encerrados con jimin, alguien se había metido en mi departamento. No sé quién fué, pero, cómo explicarlo?

La sala, vestía completamente de amarillo y no! Nadie la había pintado! Eran flores! Esas putas flores que aparecían en mi casillero, ahora llegaron a mi casa y de la manera más espeluznante que podría imaginar.

—tienes un admirador muy efusivo— dijo él con el tono lleno de burla, pero yo estaba completamente petrificada.

—creo que será mejor que hoy duerma contigo. No me siento segura sabiendo que alguien tiene llaves de mi departamento— comenté serena. Aunque eso era sólo una hipótesis. Ya que yo había abierto la puerta antes de encerrarme en la habitación con él y quizá, se cerró mal. O posiblemente la persona entró de la misma manera que jimin. (Por el ventanal del balcón) Lo cierto es que la duda me estaba carcomiendo las entrañas.

Tomé mi mochila para guardar algo de ropa junto al neceser y huí dejando el lío de margaritas amarillas y vidrios rotos. Qué podía hacer? Ni siquiera sabía quién estaba detrás de todo esto. mucho menos, sabía lo que pretendía con aquel regalo extraño.

Jimin no decía nada al respecto. Sólo me escuchaba con atención, quizá respetando mi privacidad o esperando que sea yo quien le diera una explicación. de todas formas, agradecí su actitud ya que ni yo misma estaba segura que debería decirle.

En su departamento, pudimos darnos una ducha y comer algo decente. No recordaba cuando fue la última vez que lo había hecho pero se sintió grandioso.

Después de eso, jimin no me dejaba sola ningún segundo. No sé qué era lo que pasaba por su cabeza, pero parecía un cachorrito persiguiendo a su dueño por toda la casa.
Entonces, aprovechando que estaba hecho un pequeño tonto, bañé sus manos en alcohol. Gritó cómo niña cuando aquel líquido toco su piel. —arde!— exclamó extendiendo sus manos para las sople. Puse los ojos en blanco ante su pedido pero me llenó de tantos recuerdos que no pude negarme.

Le hice una seña para que acomodara mejor en la silla y me senté en su regazo con las piernas abiertas. —te duele aquí— pregunté señalando su pómulo izquierdo, en donde un hematoma se tornaba violáceo. Asintió sin dejar de mirarme, pero cerró los ojos cuando mis labios se posaron en la herida.

—aquí— marcó un poco más abajo y repetí la acción. —y aquí— dijo más entusiasmado tocando sus labios. Sonreí con él y lo besé despacio sobre la piel abierta de su boca.

—quien te hizo esto?— no tenía que preguntar. Pero estaba sorprendida. No tenía recuerdos de él siendo violento.

—tuve una pelea— soltó sin problema. Pero sentí que me estaba tomado el pelo. Era obvio que eso pasó! —con Shownu— terminó de decir dejándome doblemente confundida. Resoplo con fastidio. Dejo caer mi espalda y apoyando los codos sobre el borde de la mesa, obtengo una mejor visión de su rostro.

—porqué hiciste algo tan tonto?— le reclamo, pero no de mala manera. Shownu no es cómo jimin, él sí está acostumbrado a darse de puños con quién se le cruce. Imagino que alguien logró separarlos o estoy segura que jimin no habría contado la historia.

—es un imbécil— escupe con gracia.

—lo sé— lo imito. Acomodando mi cabeza sobre su pecho. —no vuelvas a hacerlo.

—si él vuelve a lastimarte, lo haré— asegura haciéndome sentir extraña. Lo hizo por mi? Él... A pesar de todo, se atrevió a golpearlo, por mi?

Definitivamente, jimin ha perdido hasta la última gota de cordura. Cada vez lo entiendo menos, cada vez... Me confunde más.

De repente, todo dolor parece desaparecer cuando estoy en sus brazos. Me siento niña otra vez. Aún así... La sensación de vacío no me abandona. Sigo sintiéndome perdida, sola...