Cenamos en completo silencio. Ninguno se animaba a cortar la tensión y no voy a mentir, quería hablar con Jimin. Pero él parecía estar perdido en sus pensamientos. Ni siquiera había notado que lo miraba o que Jin, se había sentado frente a él y le hacía señas cómo si quisiera decirle algo. Sólo estaba ahí... Atento a su plato de comida. —Daniel no deja de mirarte— me comenta el fortachón y aleteo las pestañas hasta que caigo en la realidad.
Mierda... Le estaba prestando más atención a Jimin que a mis objetivos y eso no era bueno. —lo voy a ignorar. En algún momento será él quien se acerque— me volteo y acaricio su rostro en un gesto tierno. Shownu cierra los ojos absorbiendo el tacto de mis dedos y suspira complacido. —debes darme espacio— susurro sólo para él.
Ladea la cabeza y me gustaría saber lo que piensa. Siento su miedo y la inquietud que le consume, pero no dice nada.
Minutos después, todos se levantan de sus asientos para ir a bailar. Yo me quedo observando a las chicas que le presumen a mi acompañante y cómo él les sonríe nervioso para impedir que lo alejen de mi lado. —espacio, Shownu... Necesito espacio— le recuerdo y rasca su cabeza cuando sus nervios aumentan.Soomin aparece y por obvias razones me ignora por completo. Toma la mano de jimin y este a regañadientes se levanta para bailar con ella. Que él me ignore o que no se atreva a mirarme, me duele un poco. Lo merezco, pero eso no significa que pueda tolerarlo.
La piojito se anima a abrazarlo y hago un esfuerzo sobrenatural para no gritarle. No quiero que lo toque, no soporto que respire el mismo aire que él. ¿Qué me pasa? Yo no soy así. Nunca fui una mujer posesiva y no podía empezar ahora.—creí que éramos amigos— la voz aguda y arrastrada de Daniel, me obliga a posar la visión sobre mi hombro. —pensé que confiabas en mí— me volteo en su dirección. Estoy tan perdida en mis pensamientos que no había notado el momento en el que Shownu decidió alejarse. Tampoco estoy segura de cuánto tiempo pasó.
—de qué hablas?— finjo inocencia.
—dime, de qué se trata todo esto? A qué estás jugando?
Su voz tiembla y me confunde. —es por lo que oíste?— pone los ojos en blanco y arrastra la silla de Shownu para ocuparla. —sé que me oíste y es verdad— me animo a sostenerle la mirada unos segundos y vuelvo mi atención a la pista. Soomin tiene los brazos sobre el cuello de jimin y lo está jalando con disimulo. Aprovechando que él está en modo robot y si no la aparta, lo besará. Pero de un momento a otro, él fija su mirada en mí. Me ve cerca de Daniel y algo le dice ella que lo hace volver a la mesa.
—porqué no me lo dijiste antes? De haberlo sabido... Yo...— balbucea. Lo oigo carraspear la garganta y siento cómo su mano se posa sobre mi pierna con naturalidad. Me obliga a mirarlo y a regañarlo con los ojos. —eres muy parecida a Hanna. Se siente cómo si en verdad lo fueras. Cómo si hubiera vuelto en el tiempo y la tuviera aquí, conmigo— sus dedos se hunden en la carne de mi muslo y no lo resisto. Quito su mano y cruzo las piernas para alejarme un poco. —la única diferencia es que ella tenía el vientre a punto de reventar— sonríe con tristeza, cómo si ese recuerdo le doliera, lo imito pero sólo lo hago para no demostrar lo nerviosa que estoy. Su actitud me confunde y me obliga a ponerme en alerta.
—en algunos meses lo estaré— confieso y su agarre regresa. Esta vez, quedo helada. Puedo sentir su mirada profunda clavarse en mí. Me duele... —qué te pasa, Daniel!?— reclamo y me suelta.
—Nana, quieres bailar?— levanto la vista y observo a Shownu con cara de preocupación. Escanea a Daniel sin perderse detalle y este se levanta para devolverle el lugar.
—no, ya estoy algo cansada— digo observando cómo el hombre se aleja. la música se detiene y Yong anuncia un show de acrobacias que se dará en el escenario del lugar. La gente se amontona cerca y otros vuelven a sus asientos. Jimin ya está a mi lado, pero la atención la tiene puesta en Soomin. Ella acerca una silla para acomodarse en la mesa ya llena, demostrando su insistencia y su personalidad acaparadora. —al terminar el show, iré a descansar. Ya tuve demasiado por hoy— el fortachón asiente, sé que quiere alejarme de este lugar. Quizá, comprende lo incómoda de la situación. Lo cual agradezco.
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Siempre Fuiste Tú [TERMINADA]
ספרות חובביםEs ley de la vida. Que nadie elige de quién enamorarse. Cómo también, es ley que no hay edad para hacerlo. Lo seguro, es que, donde hubo fuego, cenizas quedan. Lo realmente verdadero perdura y aunque creemos superarlo, sólo basta con una mirada para...