Princesa de la calma

2.- El comienzo de todo

No tardó mucho tiempo en que rumores respecto a la Espada Maestra empezaran a difundirse por el reino, diciendo que alguien finalmente había logrado sacar la espada. ¿Cómo, sino? Link portaba la espada en su entrenamiento dentro de la ciudadela de Hyrule y cuando tenía que llevar a cabo sus actividades como caballero de la familia real. La gente no podía evitar notar que la descripción de la espada concordaba con las leyendas que pasaron de generación en generación por siglos. Link no quería armar un escándalo respecto a la espada, así que solo se dedicaba a meterse en sus asuntos nada más, no quería pasar de ser un caballero a ser el centro de atención de la nada. Se encontraba en su casa en Aldea Hatelia un mes después de haber sacado la espada cuando llegó un comunicado para él.

—¿Caballero Link? —susurró su nombre una voz desde el otro lado de la puerta.
Intrigado, Link se levantó de su cama, estaba algo despeinado y no traía sus botas puestas.
—¡Un momento, por favor! —dijo él mientras se colocaba el calzado.
Finalmente se dirigió a la puerta y la abrió, un cartero se encontraba en frente de él.
—Le hago entrega de esta presente. Le pido que lo abra lo más pronto posible. Es parte de su majestad, el rey Bosphoramus Hyrule. Desea convocarlo, la información viene adentro de la misiva.
Link no pudo contener su sorpresa. ¿El mismísimo Rey de Hyrule le estaba haciendo una invitación?
—Agradezco su tiempo, gracias por la carta —alcanzó a decir, entonces el cartero se marchó y Link cerró la puerta.

Empezó a leer la carta con detenimiento.
Estimado caballero de la guardia real de Hyrule, mejor conocido como Link.
Le hago entrega de esta invitación formal para que acuda a mis aposentos, el castillo real de Hyrule. Es mi deseo comunicarle un mensaje respecto a la espada que porta: la espada que doblega la oscuridad. Es de gran interés para la familia real conocer al portador por motivos que ha de suponer ya, por lo cual deseo conocerle en persona para hablar respecto a su importancia. Le espero dentro de dos días en el comedor de la familia real.
                                                                                                    Su monarca y amigo, el rey de Hyrule.

Link estaba atónito. No podía ser posible algo así. Todo estaba pasando tan rápido, no tenía otra opción así que tomó una capucha hyliana, un traje de viaje y un traje un poco más formal para presentarse ante al rey, el cual sería una armadura hyliana, pensando que sería lo mejor. Sabía que debía partir en ese momento para llegar con antelación, alistó un poco de comida, agua, su arco, su escudo y por supuesto su espada: la razón de la invitación. Echó todo en su caballo, listo para partir. Se despidió de un par de aldeanos y comenzó su travesía. Hacía buen tiempo, solo estaba algo fresco así que se puso su capucha hyliana. Decidió que si era necesario, pararía en el rancho del río, que aún quedaba a una distancia bastante lejana. Iba pasando por los alrededores, notando cómo un par de viajeros iban a caballo, saludó algunos. Observó algunos campamentos bokoblin por ahí, pero no hubo necesidad de desenvainar su espada, estos se encontraban muy inmersos en sus propios ritos o formas de diversión. Aproximándose al río que estaba cerca de los picos gemelos lo desvió para poder cruzar con su caballo, no podría llegar a tiempo si no montaba su caballo. Por el resto fue un viaje muy tranquilo, llegó al rancho ya entrada algo la tarde, antes del atardecer. Tomó unos montones de leña por si llegando al próximo rancho se demoraba más de lo esperado y necesitaba improvisar. Al final, decidió que lo más sensato por ese día era hospedarse en el rancho, por lo cual le pagó al encargado para poder dormir en alguna de las camas más cómodas.

Descansó, y al alba continuó con su deber, le dio de beber a su caballo, cocinó un pedazo de carne, se lo comió rápido y se montó en su caballo. Hizo que fuera muy rápido, quería estar ahí en cuanto antes, arribó al rancho del río, para descansar un momento, entonces decidió que comería algo más, ya le empezaba a dar hambre y su caballo ya se estaba hartando un poco. Se sentó en la hoguera, sacó un par de manzanas de su equipaje y las asó, Aldea Hatelia se caracterizaba por tener muchos árboles con abundantes manzanas y en su casa tenía nada más y nada menos que el árbol con más manzanas de toda la aldea. Después de tener todo finalizado, siguió con su camino, siendo que, para el atardecer ya logró arribar en la ciudadela, su junta con el rey sería mañana, pudo hospedarse en una posada muy cercana al castillo.