Esa noche tuvo una pesadilla. Era casi lo mismo que había pasado hacía unas horas, pero en esta ocasión, sintió como la rebanadora estaba a nada de cortarle el cuello, eso le hizo despertarse, sobresaltada. Abrió los ojos, dándose cuenta de que lo peor había pasado y se sentó, se puso una mano en la cara, analizando lo que acababa de soñar. "Está bien, solo ha sido un mal sueño", se dijo. Se levantó, cuidando de no hacer ruido, Link dormía en la habitación contigua. Fue hasta la mesa de la pequeña casa en la que les habían permitido hospedarse y se sirvió agua de la jarra que se encontraba en medio. Después de terminarse de beber el agua, regresó a su cama. Con la pesadilla, ya no tenía ganas de dormir de momento. Así que, encendió una vela al lado de su cama y revolviendo entre sus objetos dentro de su bolsillo de viaje, encontró su diario. Tomó un cálamo que había traído consigo y anotó un poco de sus pensamientos.
"El día de ayer fue realmente extraño. Estuve a un paso de morir, pero aún así en aquel momento mi reacción inmediata fue revisar el estado de Link. Estoy segura de que hace ya algo de tiempo, no habría sido así." Cuando redactó esto, se quedó pensativa unos segundos.
"¿Por qué?" No encontraba el origen de ese gran cambio.
"Puedo decir con toda seguridad que me agrada tener a Link acompañándome ahora mismo. Creo que pronto seré capaz de contarle algo más de mis inquietudes. Sé que él lo entenderá. Él es tan..." ¿Cuál era el adjetivo que buscaba?
Recordando que era de madrugada, buscó la tableta sheikah para revisar la hora. Ya había pasado algún tiempo desde que había comenzado a escribir, así que decidió intentar conciliar el sueño. Tras varios minutos intentándolo, lo logró.
Muy probablemente, el adjetivo que Zelda quería utilizar para describir a Link era noble.Se pusieron en marcha temprano a la mañana. Los sheikah estaba ansiosos por lograr algún avance importante con los guardianes, así que no perdieron tiempo y sin más dilación, comenzaron a buscar yacimientos donde podrían estar enterrados algunos guardianes, o por lo menos, piezas de ellos. Desde la ciudadela, habían traído un par de guardianes con un esfuerzo descomunal de parte de varios caballos, los iban a repartir por las zonas aledañas, esperando que cuando Ganon atacase les sirvieran de defensa. Link había ayudado con un par de excavaciones, aunque no encontró nada importante, tal parecía que las piezas de guardianes eran más fáciles de encontrar yendo más profundo, aunque los sheikah comentaban que esta zona carecía bastante de ellas, a diferencia de lugares como el centro de Hyrule. Estuvieron durante varias horas en ello, hasta el cansancio.
En su hora de reposo, estando él sentado sobre un tronco; Zelda recibió una nota que llegó desde el castillo.
—Su alteza, como ha salido tan pronto, no hubo oportunidad de dárselo allá y fue necesario traer esto hasta aquí, —le dijo un cartero al entregársela, Link solo miraba desde lejos— que tenga un buen día.
Link estaba engullendo una buena ración de pescado, miró a Zelda vagamente mientras ella abría el contenido del sobre y pudo notar que su expresión cambió. Él se terminó rápidamente lo que estaba comiendo y se acercó.
—¿Ha pasado algo?
—Ah, no es nada —murmuró ella, guardándose la nota en un bolsillo—. Un mensaje de Padre, es todo.
Era mala ocultando lo que sentía a través de su rostro.Se inclinó un poco más hacia ella.
—¿Estás segura?
—Sí.
Zelda intentó desviar la conversación, así que pensó un poco en otras cosas de las que hubieran hablado antes, y lo recordó.
—Oye Link, ¿te acuerdas cuando me dijiste que actualizáramos el mapa de la tableta sheikah? Podríamos hacerlo ahora, la torre está muy cerca de aquí.
Link le dio un asentimiento, se encaminaron hacia allá, prometiendo a los sheikah regresar lo más pronto posible. Al igual que el otro día, el clima seguía nublado, así que ella le pidió a Link tener cuidado por si empezaba a llover y le entregó la tableta sheikah para que se encaramara a la torre, lo cual hizo después de ponerse la tableta sheikah al cinturón, ella se quedó observando desde abajo, en un inicio Link no quería dejarla allá abajo, sola, sin embargo no había alternativa por unos minutos. Zelda vio como él subía, hasta pronto volverse en un punto difuminado.
Mientras esperaba, sacó la nota que le habían traído y la leyó otra vez, el rey ya parecía fatigado, insistiéndole en volver pronto y concentrarse en su meditación. "Si supiera que estoy aquí para meditar otra vez además de esto..." pensó ella. Dobló el pliego de papel y lo metió a su bolsillo de vuelta, miró hacia arriba y algo resplandeció. Era casi seguro que Link había usado la tableta sheikah, así que era cuestión de minutos que volviera.
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Princesa de la calma
AventuraLink es nombrado escolta personal de la princesa de la familia real, Zelda. Es así como se le asigna una misión: proteger a Zelda bajo cualquier circunstancia y derrotar a Ganon. En el camino, forjará una amistad con los campeones a la vez que se le...