Cuando salieron a los jardines del castillo, Link se sentía cansado, pero satisfecho consigo mismo. Era una bonita sensación de reconocimiento. Daruk estaba a su lado y le intentó sacar tema de conversación, la verdad no estaba muy dispuesto, no obstante Daruk emanaba mucha energía y amabilidad.
—¿Qué se siente estar cerca del castillo tanto tiempo?
—Es un poco diferente, el ambiente es más formal. No soy alguien muy acostumbrado a esto.
—¡Oh! Entonces eres como yo.
Link le miró con confusión.
—Es que realmente no me gusta mucho salir a otro lugar que no sea dentro de Eldin.
—Debe ser a que no está acostumbrado a otro clima que no sea tan cálido, ¿no?
—Sí, eso es verdad, ¿pero qué hay de ti?
—¿De mí?
—Sí, tú eres un hyliano, tú puedes adaptarte a cualquier clima, ¿entonces por qué no estás acostumbrado a esto?
—Bueno... no es mi tipo —se limitaba a dar pocos detalles, no quería entrar en profundidad en el tema.
—Entonces es algo más de mentalidad, supongo.
Link no dijo nada. La aldea Hatelia era su hogar y era mucho más campesino, era obvio que esto le desconcertaba, aunque como ya llevaba un tiempo allí, empezó a tomarlo rutinario.Más adelante, iban Revali, Mipha, Zelda y Urbosa, parecía que había un silencio un poco incómodo conforme avanzaban a una de las plazas principales del castillo, sin embargo Mipha intentaba romperlo.
—El clima es muy agradable hoy, ¿verdad? —eran cosas realmente simples, pero Mipha intentaba desesperadamente cualquier cosa.
Zelda y Urbosa fueron las únicas que respondieron.
—La verdad es un clima muy sereno, me gusta —respondió Urbosa.
—Es... bonito —pronunció Zelda, sin mucha emoción.
—¿Le ocurre algo, princesa?
Revali por primera vez mostró algo de interés en la conversación.
—No pasa nada, no te preocupes, Urbosa.
—Yo le aconsejaría princesa, que si tiene algún problema, no dude en comunicárnoslo, por favor —respondió de pronto Mipha.
—Gracias, Mipha —dijo Zelda, sintiéndose sorprendida.
De repente a Zelda se le ocurrió una idea, y algo que creía necesario.
—¡Oh! Acabo de recordar, hay algo que quisiera mostrarle a todos ustedes.
—¿De qué se trata, princesa? —preguntó Urbosa.
—Veámoslo en la plaza principal de esta zona, vamos.
Los tres apuraron el paso, Link y Daruk, al percatarse, lo hicieron a su vez.Llegando a la plaza, se colocaron un poco distantes uno de los otros, Daruk se estiró.
—Creo que mi cuerpo no aguanta tanta formalidad —le dijo a Link.
—No te preocupes, me ha costado también —contestó, más para sí que para Daruk.
—Bueno, esto es lo que les quería mostrar —dijo Zelda, sacando de los pliegues de su vestido su tableta sheikah—. Creo que es importante que sepan de su existencia y su uso, a Urbosa ya le había mencionado un poco, pero a ustedes... Le llamamos tableta sheikah.
Ni Link ni Daruk se movieron del lugar, aunque estaban oyendo todo.
Revali tomó la tableta sheikah, observándola con aire crítico.
—Así que esta es la tableta sheikah.
—Así es, al parecer tiene muchas funciones, pero aún no sabemos aprovecharlas todas, tenemos mucho que aprender —le explicó Zelda.
Revali le entregó la tableta a Mipha para que la observara bien, la cual miró con atención.
—El otro día la princesa me enseñó cómo funciona, crea unas imágenes muy realistas —le dijo Urbosa.
—¡Increíble! Me encantaría verlo —de repente se le cruzó algo a la mente—. Princesa, ¿podría...? ¿Podría pedirte un favor?
Mipha miró a Link, él la miró con un poco de confusión y Daruk se veía extrañado. Mipha en un tono un poco más confidencial, le pidió a la princesa tomar una foto de todos juntos, idea que le agradó a Zelda.
—Pero necesitamos que alguien tome la foto.
—¿Qué tal si llama a Prunia, princesa? ¿Está en el castillo, no? Y ella sabe como funciona.
—Esa es una buena idea, Urbosa. Link, —levantó la mirada cuando oyó su nombre— ¿podrías ir a buscar a Prunia?
—De acuerdo, princesa.
No le gustaba mucho la idea ya que entre todas las personas, se lo pidiera a él, era natural, por supuesto, pero eso no evitaba que le hiciera ruido. Por suerte, no fue mucho problema encontrar a Prunia, estaba a un par de metros más allá, corrió para evitar que se fuera a otro lado.
—Prunia, qué bien que la encuentro.
—¿Link? ¿Qué se te ofrece?
—Verá, la princesa Zelda quiere probar la tableta sheikah para...
—¡Entonces vamos! —ni siquiera lo dejó terminar y empezó a caminar.
—Espere, no le he dicho lo que quiere hacer —le dijo mientras la seguía.
—Oh. Es cierto, perdón, Link.
—Quiere hacer crear una de esas imágenes realistas, aunque necesita que alguien la tome primero.
—Ah, con que es eso. Me hice una ilusión por muy poco... —sacudió la cabeza— ¡No importa! Quiero tomar una de esas por mí misma.
Solo unos minutos después llegaron y Prunia se acercó emocionada para ayudar.
—Solo necesito que tomes a todos nosotros y se guarde en la tableta, ¿de acuerdo, Prunia?
—Sí, princesa, vamos a ponernos en un lugar específico... ¿Qué tal por allá?
Señaló una zona muy libre, tenía una buena vista.
Zelda le hizo una mirada a Mipha, ya que de ella fue la idea, y pareció dar su aprobación.
Se colocaron todos juntos para posar para la foto, mientras Prunia se colocaba frente a ellos.
—Bien, vamos a tomarla aquí. Miren todos hacia la tableta sheikah.
En realidad, Daruk casi no se veía en la pantalla.
—Daruk, agáchate un poco cariño, que eres enorme y no te veo la cara.
Zelda se veía un poco seria.
—¿Por qué la cara larga, princesa? Dame una sonrisita.
Urbosa le posó la mano en el hombro a la princesa para demostrar apoyo, y Mipha intentó acomodarse para la foto, se percató que estaba un poco lejos de los demás, así que se acercó a Link.
—Acércate, Revali, nadie te va a hacer daño.
—Sí, ya voy.
—Mipha, te veo como muy tensa, respira y relájate.
—Sí... —Mipha inhaló y exhaló, la presencia de Link le ponía nerviosa, pero logró serenarse.
Prunia enfocó más la tableta sheikah al centro.
—Muy bien, perfecto, ya lo tengo. Sonrisas y... ¡Clic clic!
Tomó la fotografía, y justo en el momento que lo hizo, Daruk los abrazó a todos, sorprendiéndolos en el momento, Mipha y Revali casi se caen.
—Daruk, ¿por qué hiciste eso? —le reclamó Revali.
—Bueno, yo...
Prunia revisó la foto para ver qué tal había salido.
—¡Eh! Pero salió muy bien.
—¿De verdad? —Mipha se acercó para verla—. Tienes razón, me gusta.
Después los demás se aproximaron también para revisarla.
—En realidad no se ve mal... —dijo Revali, algo vacilante.
—Entonces, decidido, esta es la definitiva. La primera fue la buena.
Prunia le entregó la tableta a la princesa.
—Bueno, yo ya me voy. Hasta luego, campeones.
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Princesa de la calma
AdventureLink es nombrado escolta personal de la princesa de la familia real, Zelda. Es así como se le asigna una misión: proteger a Zelda bajo cualquier circunstancia y derrotar a Ganon. En el camino, forjará una amistad con los campeones a la vez que se le...