Capítulo 21: California sueña

3 0 0
                                    

Los chicos estaban cansados. El viaje se hacía cada vez más largo y agotador. La carretera estaba más tranquila, aunque de vez en cuando se encontraban con ciertos avispones

En menos de cinco minutos, una gran nube gris cubrió todo el cielo y empezó a lanzar relámpagos contra los montes. Ya habían salido de Sacramento y su última parada (por hoy) sería Modesto. Ahora, estaban cruzando la destruida Stockton. Una ciudad prometedora tal vez en un futuro, pero que ahora estaba cubierta en cenizas y escombros. Parece que fue muy afectada por el terremoto y el ataque de los avispones

De pronto empezó a llover y el cielo se tornaba cada vez más fuerte. Una fuerte brisa azotó la camioneta donde viajaban los chicos y violentó muchos escombros los cuales, de vez en cuando, caían sobre la camioneta o pasaban frente a ella. Era como un vendaval, pero pacífico y cálido. Tal ambiente, inspiró a Sid acercarse a la radio y buscar en el reproductor de Bertrand la canción perfecta para aquel día cero: California Dreamin'. Los chicos se miraron unos a otros tras empezar a escuchar el estribillo inicial, pero nadie lo cuestionó. Se dedicaron a escucharla mientras avanzaban en la camioneta, veían a través de las ventanas el caos y las gotas de lluvia que empezaban a golpear dichas ventanas.  "All the leaves are brown, and the sky is gray..."

I

Pasó el tiempo en un santiamén. La lluvia había hecho tomar una siesta a los de atrás, en cambio Liam y Sid siguieron despiertos. En un momento sorpresivo, se encontraban frente a frente con el letrero que decía "Bienvenidos a Modesto". La ciudad se mantenía en pie, muchos edificios estaban cubiertos de sangre o cenizas, vidrios rotos, pero ninguno estaba abajo. Cadáveres por doquier, como era de esperarse, abandono total de la ciudad. Una digna ciudad fantasma, pero allí es donde debían descansar y buscar suministros. Ya había pasado mucho tiempo desde que no dormían en una cama digna. 

- Por fin llegamos, este viaje se me hizo muy largo - dijo Sid, notablemente cansado de manejar. Liam notó eso. 

- Si quieres intercambiamos, no hay problema. - ofreció Liam, sin embargo, Sid lo negó con la cabeza. - Deberíamos despertarlos, ¿no crees? - preguntó Liam. Sid asintió. 

- ¡Oigan, bellos durmientes, despierten! ¡Este es el momento en que nos tienen que ayudar! - gritó. Norma dio un respingo del susto que provocó el grito y rápidamente ayudó a levantar a los otros. - Lo siento, nena, tenía que hacerlo. - susurró a su chica. Ella le sonrió sarcásticamente.

- Que aguafiestas te has puesto, Liam - dijo Norma, en un tono sarcástico. El le guiñó. 

- Bien, tenemos que buscar donde quedarnos así que pelen bien esos ojos y busquen una casa. - ordenó Liam. Todos asintieron y así procedió la búsqueda por unos diez minutos. Finalmente, Sid introdujo el auto por una calle, en un lugar fuera de la vía principal para estar más seguros.

- ¿Qué crees que haces, Sid? - preguntó Liam, confundido. - ¿Acaso conoces Modesto? - Sid sonrió brevemente. 

- No, pero tenemos que escondernos bien. - respondió. 

- ¡Miren, allí! - exclamó Norma. Todos vieron, entre un edificio viejo y una tienda de prendas, una casa de dos pisos, sencilla, pero agradable. Era fucsia y tenía un jardín destruido. Estaba encercado con fierros y no tenía mucho terreno. Era una casa chica, pero donde seguramente podían pasar el tiempo necesario para descansar. La lluvia estaba cesando. 

- ¡Es perfecta! - dijo Liam. - Muy bien hecho, Norma, ahí nos quedaremos. Sid estaciona el auto, y chicos, por favor, bajen con cuidado y siempre alerta a sus alrededores. 

Sid estacionó el auto a la orilla de la calle donde estaba la casa. Liam, como siempre, procedió a bajar primero. Luego le siguió Sid. Por último bajaron Norma, Blair y Jenny. Las otras chicas se quedaron esperando la alerta verde. Un minuto después, Liam dio la orden de avanzar y las chicas restantes bajaron todas las armas y municiones. 

Hasta El Último AlientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora