Hoy es un día muy especial para todo el grupo... es el cumpleaños de nuestro salvador. El único que ha soportado nuestros arrebatos infantiles, nuestras decisiones perjudiciales para el grupo, nuestras risas, llantos, dolencias, etcétera. Sí, hoy cumple Liam Scott Watson, el mejor líder que se pueda tener. Ese hombre guapo, serio y fuerte merece todo nuestro amor por el simple hecho de corregir nuestros errores y aguantar las estupideces que todos cometemos, como la que yo estaría a punto de cometer en un par de horas. Como sea, Liam, ¡Felices 17!
Soy un caso particular de paranoia e histeria. Aline Lucille Corby, o sea yo, nací un 13 de octubre hace diecisiete años atrás en Calistoga. Mi madre se mudó a la ciudad junto a mi abuela Alpha, pero originalmente vivían en Ventura. Mi padre si era nativo de aquella ciudad. No tuve hermanos, pero mi tío Mel, el hermano de mi padre, era como uno. Siempre me llevé mejor con los Corby que con los Prentice (la familia de mi mamá), pues casi ninguno se llevaba bien.
Siempre he sido irritante y competitiva, me gustaba ser lista, era un don, pues a la vez, no era una nerd, simplemente dividía mis tiempos para estudiar y parrandear. Las Arpías nacieron en el último año de primaria; Sabrina era nueva, venía de San Diego, pero durante el receso escolar la conocimos porque Ty la llevaba a las fiestas de la ciudad. Vitz era de Oakland, pero su madre encontró trabajo cerca de San Francisco, por lo que les era fácil vivir en Calistoga. Un día, las cuatro fuimos las únicas en ir a la escuela cuando habían dado el día libre por una tormenta y tuvimos que pasarla juntas, encerradas en esas inmensas paredes y con la única compañía de la profesora Wheeler. Ese último año de primaria fue adaptarnos a nuestros cambios, los noviecillos estúpidos que nos conseguíamos Sabrina, Vitz y yo, entre otras cosas. Ya cuando pasamos a secundaria ganamos el respeto, amor y odio de la gente. Sabrina era la líder, pues por ella permanecíamos unidas, aunque era la más perra de todas. Vitz era la lambiscona de Sabrina, Kukee era la cabrona y yo, pues era la lista, la aspirante a presidenta estudiantil, cosas así. Sabía que mis amigas y yo eramos una mierda, pero no las cambiaría por nada y las extraño tanto.
Tal vez hubo un tiempo en el que me atraían ciertos chicos, entre esos, Leonard Blair. El era de pocos amigos, pero era interesante hablar con el. Me seducía con sólo mirarme y por eso, quise esparcir aquel chisme de que el había sido uno más de la lista de Jenny. Siempre me llevé bien con el, al igual que con Norma; no eramos amigas, pero compartíamos mucho en las fiestas. Nunca había prestado atención a Liam, pero por convivir mucho con el durante todo este tiempo me atrajo y me volví loca, pues no es fácil estar con la persona que te gusta cada minuto y segundo del día y más habiendo estando encerrados en ese ático por tanto tiempo. Creo que ya saben suficiente acerca de mi relación con Jenny que no es necesario explicarlo, pues ahora la adoro. Con Sid, pues no lo soporto, pero lo quiero y Millie, tampoco la soporto mucho, pero la quiero igual. Somos una familia, y pese a las diferencias que podamos tener, siempre estaremos ahí el uno para el otro.
I
- ¿Qué tienen en mente para celebrar hoy? - preguntó Norma, entre bostezos y con los ojos entrecerrados. Tenía su cabeza apoyándose de su mano y el brazo a su vez en la mesa. Eran las cuatro de la madrugada y nos levantamos todos a esa hora exclusivamente para planear en secreto la fiesta de Liam.
- Yo digo que hagamos una fiesta sorpresa... Robamos cosas de las tiendas, decoramos algún lugar bonito de esta ciudad y listo, pero obvio alguien lo tiene que distraer - sugirió Millie.
- Conozco a Liam y sé que odiará eso. Nos terminará matando a todos. Ni siquiera le gusta que le celebren su cumpleaños - dijo Sid, tomándose un té para mantenerse somnoliento y poder regresar a la cama lo antes posible.
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Hasta El Último Aliento
Science FictionUn grupo de jóvenes de un instituto estadounidense se percatan de la existencia de un virus letal que rápidamente se esparce por toda la ciudad e intentan sobrevivir dentro del plantel, aunque en cualquier momento pueden morir... Igual que los demás