Capítulo 52: La manada

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I

Era una hermosa y cálida mañana; febrero iba a mil por hora y cada vez se agitaban más los propulsores de la victoria. Estábamos más unidos cada vez, pero si queríamos planear el plan perfecto para escapar de la zona teníamos que estar en un ambiente más realista que Phoenix, así que empacamos nuestras cosas y emprendimos nuestro viaje a una ciudad vecina llamada Chandler. 

- ¿Están seguros de esto? Hasta ahora Phoenix era seguro, pero se ve que sus alrededores tienen mayor cantidad de avispones - sugirió Amanda, nerviosa.

- Es un riesgo que hay que correr. Para salir de la zona de cuarentena hay que toparnos con miles de ellos, así que hay que irnos haciendo la idea - respondí. 

El resto del grupo terminó de empacar todo y subimos a la nueva camioneta que conseguimos unas manzanas más allá del hotel. Ahora sí, en nuevo rumbo, nos dirigíamos a nuestro nuevo hogar, aquel hogar que día tras día nos volvería locos, desconfiados y jugaría con nuestra mente hasta cometer el peor pecado de todos...

II

Al llegar a la ciudad, empezamos a buscar un lugar donde hospedarnos

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Al llegar a la ciudad, empezamos a buscar un lugar donde hospedarnos. En esa búsqueda, no nos imaginamos que nuestro encuentro con nuestros Némesis sería tan pronto. 

Aparecieron de repente, corriendo por las avenidas hacia nosotros. Eran muchos. Millie entró en una etapa de frenesí recordando lo de aquella noche hace un mes, así que Blair se la llevó a un almacén donde la iba a proteger. Los demás nos quedaríamos combatiendo contra los cientos y cientos de avispones.

Aline, Norma y yo nos posicionamos para el ataque; parecía que Roger y Amanda nos ayudarían mientras Ricky plantaba desde otro ángulo para inmovilizarlos y acorralarlos. Las chicas y yo empezamos a acribillarlos; Roger y Amanda intentaban derribarlos, pese a su inexperiencia con armas. Arriba, Ricky los acorralaba para nosotros entrar a la escena y acabarlos. 

Todo parecía haber terminado. De pronto, una sombra penetrante y macabra se acercaba al regazo de Aline; otra, acorralaba a Norma en un callejón sin salida. Salieron dos avispones al ataque y uno tomó a Norma por la cintura. Intentó morderla numerosas veces, pero ésta lo bloqueaba con su arma, que intentaba activar mientras combatía. 

El avispón comenzó a ultrajar a Norma; le apretaba los pechos con una mano y con la otra tocaba su entrepierna. Así fue durante un minuto hasta que Norma logró gritar y Roger y yo corrimos hacia ella.

- ¡Haz que se de la vuelta para matarlo! - grité. Norma forcejeó con el avispón y logró que se diese la vuelta. Apunté el arma directo a la nuca. - ¡Agacha la cabeza Norma! - dije. 

Ella lo hizo y el la intentó morder, pero disparé sin fallar hacia su nuca, matándolo de inmediato. Norma quedó boquiabierta, sin saber que hacer o decir. 

- ¡Vámonos rápido! - dijo Roger. Fui hacia Norma y la traté de calmar. 

- ¿Estás bien? - pregunté, secándola de la sangre y los sesos que ahora se hospedaban en su cabellera. 

Hasta El Último AlientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora