Frontera entre Arizona y California, 27 de diciembre; 10:00 pm
Liam, Norma y Aline habían corrido varios kilómetros desde Las Vegas para salvarse de la muerte. Ese día había sido uno de los peores para cada uno. Primero, ver morir a dos de los suyos y luego, perder de vista a otros dos. Tenían que suponer que así sería el resto de sus días. Sólo ellos tres. ¿Cuándo volverían a reencontrarse? o ¿Blair y Millie habrían sido asesinados?
Los avispones que los atacaron en Las Vegas estaban sedientos y hambrientos, era algo que se podía percibir. La noche cayó y estaban exhaustos, expuestos a la luna y las dolencias de la noche. Lograron llegar a un pequeño motel abandonado y allí decidieron establecerse. No habían tenido tiempo de hablar, ni de comer, ni mucho menos de llorar. Sólo corrieron y corrieron durante horas, descansaban en una roca, y volvían a correr. O a atacar, si se topaban algún avispón. Por fin, se tiraron sobre unos sofás y ahí decidieron reposar, mientras sollozaban y se limpiaban el sudor. Tenían los ojos cerrados y sólo se dedicaron a sollozar. Aquel silencio abrumó el ambiente por más de veinte minutos.
I
Aline fue la primera en dejar de respirar de forma sollozada. En el enorme sofá en el cual se había tirado, se recompuso e inhaló y exhaló cada vez más calmada. Se sentó y abrió los ojos. Vio que Liam y Norma seguían haciendo lo mismo. Comenzó a llorar y sus sollozos volvieron. No podía evitarlo; recordó a Sid, a Jenny. Todo el tiempo y todo lo que vivieron durante ese año entero que estuvieron juntos. Liam y Norma se compusieron y abrieron los ojos, viendo la reacción de la chica.
- Lo siento, chicos - decía Aline entre lágrimas y con una voz quebrante y sin fuerzas. - No puedo evitarlo, ¡ya no aguanto más! ¡Murieron! ¡Sid y Jenny están muertos! ¡Más nunca los volveremos a ver! No volveremos a escuchar sus risas, los comentarios asquerosos de Sid, la horrible risa de Jenny, ¡nada! ¡Los mataron, Liam! ¡Los mataron! - lloró cada vez con más fuerza y más melancolía. Se tiró al suelo y se acostó en el. Norma también empezó a llorar y Liam trataba de aguantarse ese dolor. Tragó saliva más de cuatro veces, pero sus ojos seguían empañándose.
- Norma, por favor no llores. Eso le hace daño al bebé - dijo Liam, con una voz gangosa y decaída.
- ¿Cómo me pides eso? ¡Dos de mis amigos se acaban de morir frente a mi! ¿Crees que alguna vez voy a olvidarlo? ¡Maldición! - respondió, llorando y cerrando los ojos en una total negación a la situación.
Liam se levantó en medio del oscuro lugar y se dirigió a la mesa principal. Allí empezó a golpearla varias veces y de forma fuerte contra la pared. Había colapsado. Su desgarrador llanto recorrió todo su cuerpo y el sufrimiento ya no pudo evitarlo. Simplemente se dejó llevar de éste y no había una jugada la cual revertir. Aline detuvo su llanto abruptamente y se acercó gateando hacia el. Lo abrazó y juntos, lloraron en el suelo. Norma se levantó del sofá y caminó hacia ellos, se inclinó y los abrazó, llorando ahora los tres juntos.
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Hasta El Último Aliento
Science FictionUn grupo de jóvenes de un instituto estadounidense se percatan de la existencia de un virus letal que rápidamente se esparce por toda la ciudad e intentan sobrevivir dentro del plantel, aunque en cualquier momento pueden morir... Igual que los demás