Prescott, Arizona; 30 de diciembre, 4:00 pm
Souberville y sus hombres habían llegado a la base, listos para irse, por fin, de la zona de cuarentena. En las penumbras, se escondían Liam, Norma y Aline preparando su ataque. Los pasos profundos e intimidatorios del villano invadían el lugar y se escuchaba su respiración entrecortada y su excitación por la abrupta salida próxima.
- ¿Qué vamos a hacer? - susurró Norma.
Aline contaba a los hombres que podía ver. Liam analizaba la situación y bloqueaba cualquier vaga memoria que le perjudicase a la larga.
- Son diecisiete, sin contar a Souberville y al piloto - susurró Aline.
- Chicas, esto va a ser muy arriesgado, pero creo que debemos atacar en conjunto. No nos dividamos. Ellos no saben que estamos aquí, así que si los tomamos por sorpresa y sin piedad, los podemos asesinar - dijo Liam, seguro de su plan.
- No me gusta la palabra "asesinar", sólo nos estamos defendiendo - respondió Norma, un poco preocupada.
- Bueno chicas, síganme, tengo un plan. Acabemos con esto de una buena vez por todas - sugirió Liam y se levantó del escondite.
Las chicas, nerviosas, lo siguieron, preparadas para el ataque y todos estaban anuentes de que se acercaba el fin del imperio del malvado Clinton Souberville.
I
Yo iba llegando a la base, nervioso, pero decidido a ayudar. Sí, correría mucha sangre esta tarde, pero era algo inevitable. La pregunta era, ¿quiénes sobrevivirían?
Así como la última vez, iría a apoyar a Liam y las chicas, eran menos y necesitaban todo el apoyo necesario. Tras mi vehículo, venían dos hombres más que me apoyarían y derrocarían el imperio de Souberville, pues con sólo revelar sus macabros planes podríamos hacer que entre todos lo arrestasen en algún sitio pasando hambre, como yo.
En la base, Souberville charlaba con Pete y Perabo acerca de sus planes.
- Esto tiene que salir bien. Ahora la pregunta es ¿dónde demonios están Barry y Paula? - preguntó, malhumorado.
- Cálmese, venían detrás quien sabe cuánto se habrán retrasado - respondió Perabo.
Pete tragó un puñado de saliva profunda y agonizante. Estaba muy nervioso, pues si descubrían el plan del hotel estaría muerto también. Aquel hotel quedó totalmente abandonado, sólo con los cadáveres de Barry Mansfield y Sally tendidos cada uno en su lugar de asesinato.
Clinton y Perabo comenzaron a empacar cosas en el helicóptero y tras terminar, subieron al segundo y último piso de la base a conocer al piloto que vivió recluido en la ciudad y los ayudaría a escapar por fin. El había pensado en hacerlo antes, pero tenía miedo a que lo derribasen y vio en Souberville su oportunidad de salir de aquí.
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Hasta El Último Aliento
Научная фантастикаUn grupo de jóvenes de un instituto estadounidense se percatan de la existencia de un virus letal que rápidamente se esparce por toda la ciudad e intentan sobrevivir dentro del plantel, aunque en cualquier momento pueden morir... Igual que los demás