Un grupo de jóvenes de un instituto estadounidense se percatan de la existencia de un virus letal que rápidamente se esparce por toda la ciudad e intentan sobrevivir dentro del plantel, aunque en cualquier momento pueden morir... Igual que los demás
Este capítulo se divide en tres subpartes tomando en cuenta los tres diferentes contextos en los que se desarrolló la tercera parte de la novela, dando así por concluida una de las tres tramas.
PRIMERA PARTE
I
Fruita, Colorado, 5 de marzo de 2020 - Liam narra todo a partir de ahora.
Estaba oscureciendo. Benji se había asegurado mil veces que todo lo que le había amarrado en el dron estuviese ahí. El grupo de adultos se dividió nuevamente. Brad y Benji se quedarían en el hostal para sacar el dron de la zona de cuarentena y el resto iría al perímetro convocando a más manifestantes para causar estragos y distraer a los militares para que pudiese salir el dron. No había mucho tiempo, la batería del dron estaba fallando, así que tendrían que hacerlo lo más rápido posible.
Chloe y Lenore se vistieron como indigentes, junto a los demás manifestantes que estaban siendo dirigidos por Clyde. Habían más de treinta personas concentradas en el perímetro y ya la luna se había puesto en el cielo.
- ¡Opresores de mierda! ¡El gobierno está escondiendo un laboratorio extraterrestre en la zona de cuarentena y por eso no nos dejan entrar! - gritó Lenore, en su papel como indigente.
Los demás protestantes comenzaron a gritar y aventarles manzanas a los militares. Éstos, sacaron sus escudos y hacían retroceder a los civiles.
- ¡Ahora! - exclamó Clyde, hablando por un micrófono con Brad.
Padre e hijo aprovecharon el momento y pasaron a toda velocidad el dron sobre las cabezas de los militares. Estos se dieron cuenta del hecho y comenzaron a disparar al cielo. El dron se dirigía rápidamente hacia el hostal.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- ¡Mierda Benji, nos están disparando! - gritó Brad, exaltado.
- ¡Papá! Sal del hostal, toma el dron y tráelo acá. Ya está a punto de llegar, hazlo rápido antes que los militares comiencen a correr - ordenó Benji, sin quitar la mirada de su preciado dron.
Brad salió del hostal y vio el dron dirigirse hacia el, con el bolso amarrado en una de sus patas. Brad lo atrapó y entró rápidamente al hostal. Benji sacó la cámara de vídeo, desató la bolsita del dron y lo tiró afuera del hostal para evitar ser capturados por los militares. Pocos segundos después, habían llegado militares frente al hostal y celebraron el haber derrotado la máquina, pero preocupados por si podría portar algún virus mortal para los civiles, así que tomaron sus restos y se los llevaron.
Poco después, el resto del grupo llegó al hostal, preocupados, pues escucharon los disparos y pensaron que tal vez habían destruido el dron.
- Sí, mierda. ¡Lo logramos! - exclamó Brad, emocionado. Todos gritaron y celebraron el hecho, abrazándose entre ellos. - Ahora tenemos que conseguir una cita con el presidente y presentar las pruebas contra Souberville en la próxima sesión de la corte.
