La herida de Liam se volvió a abrir. Era una situación cansina e inacabable; un ciclo que no podía terminar. Sí, se estancaron en ese lugar, al mismo tiempo que no recibían más señales de vida de Misterio.
Pasó un mes. Celebraron el cumpleaños de Blair aún en Austin... y así un mes después siguió el de Aline. Esto les hizo despertar; era extraño, delirante. Aún seguían varados sin rumbo sobreviviendo a escasas sobras de comida pero no hacían nada por evitarlo.
Liam se recuperó definitivamente, pues la infección era grave, pero logró reponerse y junto a el, todas las ganas de seguir luchando y salir de ese sitio.
I
30 de octubre del 2019
Liam ya ordenaba al resto prepararse para salir de Austin, cuando de pronto sonó el celular de Millie. El sonido vibrante y agitador golpeó la mesa con fuerza y el grupo dio un respingo de la sorpresa. Liam se acercó corriendo hacia la mesa y vio el celular allí, lo tomó y lo contestó.
- ¡Por fin te dignas en llamar! - exclamó Liam, enojado. El resto del grupo se mantenía a la espera de lo que contestase Misterio, pues la llamada estaba en altavoz.
- Discúlpame Watson, en verdad no los abandoné porque quise; acá las cosas no están tan fáciles - respondió Misterio. Todos se extrañaron, pues su identidad era desconocida y algunos llegaron a pensar que podía haber muerto.
- Sinceramente pensé o que nos abandonaste o que te habían asesinado, ¿a dónde hay que ir ahora? - preguntó Liam.
- Goldfield... Tienen que tener mucho cuidado - advirtió Misterio. - Sus puntos principales tienen que ser los sistemas que conectan el grander. Sus objetivos son las edificaciones más grandes. Allí hay cosas fuera de lo común, pero si pudieron con los del bar, tienen muchas probabilidades de acabar con la gente de Goldfield. Confío en ustedes - colgó. Liam quedó desconcertado, pero quería acabar con la situación de una buena vez por todas.
- ¡Nos vamos gente! - exclamó.
- ¿No crees que es muy pronto para ti? - preguntó Blair, dubitativo.
- Estoy bien - respondió Liam, tosco y decidido. Blair encogió los hombros y asintió; el resto guardaba el equipaje y las armas en la RS listos para irse. Pronto, todos entraron al auto y Liam conduciría, con Jenny como copiloto.
II
Por fin habían salido de aquel infernal lugar y estaban satisfechos con las enseñanzas que les dejó. Ahora habían tres del equipo a un paso de la legalidad, mientras los otros cada vez lo hallaban más distante.
El viaje fue estremecedor y nostálgico; llevaban meses varados en Austin y se les había olvidado la satisfacción de sus travesías para ir a pelear a algún sitio. Finalmente llegaron a Goldfield, conocida ciudad de Nevada como "la ciudad fantasma", por sus edificaciones abandonadas y que el pueblo en sí estuvo inhabitado antes del virus de las moscas.
No parecía haber nada extraño allí, sólo edificios y más edificios, casas abandonadas, pero nada fuera de lo común. Liam detuvo el auto cerca de una estación de bomberos y ordenó a todos que se bajaran con sus armas.
- ¿La idiota de Millie también se tiene que bajar? - preguntó Aline. - Digo, va a ser un estorbo en caso de una pelea - Millie le dio un codazo suave.
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Hasta El Último Aliento
Science FictionUn grupo de jóvenes de un instituto estadounidense se percatan de la existencia de un virus letal que rápidamente se esparce por toda la ciudad e intentan sobrevivir dentro del plantel, aunque en cualquier momento pueden morir... Igual que los demás