Millie narra
¿Por dónde empezar? Todo esto ha sido una locura. Pasé de ser una niña rica e ingenua a una tonta con experiencia. Sí, lo reconozco, suelo ser muy tonta, pero créanme que con el pasar del tiempo eso ha ido mejorando en mi. Cuando estábamos en Nevada le comenté a Blair que quería aprender a usar armas, pero después de perderlo a el y con las muertes de Sid y Jenny todo cambió para mi. Me daban malos recuerdos y no quería saber nada de ellas. Suelo tener pesadillas donde mueren todos y yo quedaba sola a mi suerte. Son traumas que intento ocultar tras el abandono de mis padres, pues no he sabido como sobrellevarlo. Literalmente sentí que no me querían, pues para abandonarme a mi suerte de nuevo, eso sólo lo hacen unos desnaturalizados como ellos. Por ello, la única persona a la que amo y en la que confío ciegamente es en Blair, pues el siempre ha estado allí para mi, por eso cuando pensé que estaba muerto mi mundo se me vino hacia abajo y sólo quería morirme con el, que toda esta maldita pesadilla y miserables momentos que me han tocado cesaran de una vez por todas.
Nací en Los Ángeles el 27 de diciembre del 2003. Según mi padre yo estaba estipulada a nacer en diciembre, pero ocurrió un temblor en la ciudad que provocó mucho temor en mi madre y bueno, ahí el origen de mi nacimiento. Benji también había nacido en Los Ángeles, mientras que Elsa nació en San Diego por eleccion de mis padres.
Nuestra vida en aquella ciudad de ensueño (Los Ángeles, California) era perfecta, pero de pronto los temblores aumentaban cada vez más. Por ese motivo, mis padres decidieron dejar la casa de Toluca Lake e irnos a vivir a Calistoga, que según ellos, sería una ciudad más calmada. ¡Y qué calma, que justo allí ocurriese el virus de las moscas!
Mi relación con mis hermanos siempre ha sido promedio. Benji me ama, pero es muy sobreprotector y Elsa es una amargada caprichosa. Yo solía ser la cero a la izquierda, pues mi padre siempre quiso más a los otros dos que a mi. Mi mamá siempre fue a mi, pues era la que más me parecía a ella. El abuelo comenzó a vivir con nosotros desde que mi abuela murió de cáncer hace unos cuántos años.
En la escuela me iba regular, no era la más inteligente, pero tampoco la más estúpida. Debido a que crecí en cuna de oro, pensé que la vida era fácil, que la educación no me serviría de nada si algún día heredaría algún negocio familiar. Por ello, al llegar el virus me di un fuerte golpe de realidad y me bloqueé por completo, entrando en una total pausa mental durante los dos primeros meses. De lo que no me arrepiento es de haberme enamorado de Blair y de nuestra relación. Ha sido mi roble durante todo este año y mi rencor por mis padres crece cada día más.
Como sea, ya saben mucho de mi y entienden el por qué de todo lo que he hecho o me ha pasado. Lo realmente importante es que ahora vivíamos como en una película de terror, pues no sabíamos quien era bueno y quien era malo en Chandler.
I
Los chicos volvieron en la noche de su amena tarde recorriendo Chandler. De verdad era una hermosa ciudad y ellos tenían sus motivos para tardar. En el tiempo que estuve sola con los tres nuevos, pude notar que todos habían sufrido de alguna u otra forma, así como los chicos y yo. Pero aún no me quedaba claro cómo llegaron a Blair y lo rescataron de la muerte. ¿Cómo desarrollaron ese medicamento en tan poco tiempo cuando a científicos les ha tomado décadas enteras? Sí, tal vez Amanda no tenga nada que ver, pero Roger y Ricky me parecen muy sospechosos.
Blair y yo nos acostamos en la cama, el exhausto del paseo y yo aún teniendo dudas de los nuevos. Estaba intranquila, y sé que hasta no saber algo no podría dormir en paz.
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Hasta El Último Aliento
Ciencia FicciónUn grupo de jóvenes de un instituto estadounidense se percatan de la existencia de un virus letal que rápidamente se esparce por toda la ciudad e intentan sobrevivir dentro del plantel, aunque en cualquier momento pueden morir... Igual que los demás