Capítulo 43. "Bosque"

620 47 2
                                    

Mis pies ardían como si hubiera caminado sobre fuego.

¿Cuánto tiempo podría haber pasado? Horas, tal vez unas tres o cuatro. Teníamos hambre, sed, sueño, y las opciones todavía no aparecían.

El miedo comenzaba a apoderarse lentamente de mi ser.

Aquel era un bosque oscuro, repleto de árboles gigantescos que parecían tocar el cielo. Me intrigaba saber qué más quedaba por descubrir en aquella realidad libre y sin preocupaciones. Había tenido miedo, pero ahora sólo necesitaba ser valiente y enfrentarme a cualquier obstáculo que se interpusiera en mi camino a casa.

Aún no podía averiguar en qué ciudad estábamos. No era un lugar conocido para mis ojos, mucho menos para los de Leah. Habíamos visto carteles en la carretera, pero estaban tan desgastados y arruinados que era imposible leerlos. Y, como era de esperar, no podíamos arriesgarnos a hablar con las personas y pedir ayuda... tal vez esa sería nuestra perdición.

Llevábamos horas caminando en la oscuridad, guiándonos con la luz de la luna y el móvil de Ryan. Habíamos intentado llamar a emergencias, pero no había señal y por ello estábamos dando vueltas como en un carrusel; perdidas y solas.

Mi cabeza daba vueltas en busca de ideas, opciones, alguna oportunidad de regresar lo antes posible a mi ciudad. Esta situación me hacía temblar, me hacía desear poder confiar en extraños sin sentir ganas de llorar como un bebé. Pero no podía culparme por ello.

¿Cómo confiar en las personas luego de haber huido de ellas?

— ¿Sabes? Cuando vivía en Polonia, solía tener un novio...Adam. Era dulce, atento, como un diamante que no puedes dejar de mirar. —Comentó Leah, abrazándose a sí misma y llevándome a imaginar aquel recuerdo.

—Eso es muy lindo.... —Dije, dibujando una sonrisa mientras avanzábamos. — ¿Qué ocurrió con él?

—Como mis padres nunca me dijeron que sería vendida, no tuve la oportunidad de despedirme como deseaba hacerlo. —Respondió, soltando un leve suspiro. —De todas formas, salíamos a pasear cuando nadie nos veía, incluso íbamos a comer Zurek a su casa porque su madre era una gran cocinera—Continuó y fruncí el ceño.

— ¿Zurek?

Leah rió. —Sopa...es una sopa de harina de centeno y carne, deliciosa a decir verdad. —Explicó, haciéndome asentir. —Y... ¿Sabes? Puedo jurar que su madre me quería más que la mía.

La miré atenta. — ¿Ellos sabían que tus padres te venderían la última vez que los viste? —Pregunté, notando que salía humito de mi boca a causa del frío.

—Su madre no, pero sí Adam. Y sufrió demasiado cuando me llevaron. —Respondió, colocando un mechón de su cabello detrás de su oreja. — La última vez que lo vi, estaba escondido detrás de unos árboles cerca de mi casa. Cuando el padre de Ryan comenzó a hablar con mis padres, corrí hacia Adam y lo abracé. Prometió que me buscaría en cada rincón del mundo para que regresara con él, pero jamás lo volví a ver...—Alargó su silencio, haciéndome estremecer.

—Era de esperar...pero, si tenemos suerte, quizás tú lo encuentres primero. —Dije en cuanto vi que bajó su mirada con tristeza. —Estamos caminando hacia nuestro hogar, Leah. Tú te reencontrarás con Adam, yo con mi familia. —Alenté y dibujé una leve sonrisa en mi rostro.

Ella me miró y asintió entusiasmada. —Aún no puedo creer que hemos escapado, Kelsey. ¿Puedes si quiera pensar en ello?

—No...he estado esperando esto desde hace mucho tiempo, y lo logramos juntas. —Respondí, a lo que ella me abrazó mientras caminábamos. —He salido ilesa...nadie me ha hecho daño. No me han quitado mi virginidad, Leah, y eso es lo que más valoro ahora mismo.

Su víctima»Jb. |Finalizada.Where stories live. Discover now